El Tribunal Supremo obliga a revisar el expediente de la antigua vaquería de Oroz en Pamplona
El Alto Tribunal no admite el recurso del Ayuntamiento, que deberá renegociar las indemnizaciones pendientes con los propietarios de la explotación ganadera
El expediente sobre los terrenos de la desaparecida vaquería de Oroz –entre los barrios de Milagrosa y Azpilagaña– sigue dando vueltas por el Ayuntamiento de Pamplona.
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Aunque los edificios de la explotación ganadera fueron derribados a finales de 2022 y en los terrenos de la zona se construyeron dos bloques de oficinas de siete plantas, una residencia de estudiantes de siete alturas y dos espacios comerciales, una reciente resolución del Tribunal Supremo ha obligado a los representantes en la Gerencia de Urbanismo a retomar el expediente cuando parecía que estaba definitivamente finiquitado.
Resulta que el Alto Tribunal ha emitido recientemente una providencia en la que desestima el recurso de casación planteado por el Ayuntamiento, lo que en la práctica supone dar la razón a los antiguos propietarios de la explotación ganadera en su litigio sobre las indemnizaciones pendientes.
El Ayuntamiento pierde dos sentencias en Azpilagaña y se paraliza la zona comercial
El proyecto de derribo de la vaquería de Oroz se remonta a 2013, aunque el expediente se tuvo que paralizar debido al recurso que presentaron los hermanos Oroz contra la reparcelación aprobada por el Ayuntamiento.
En 2017 el Tribunal Superior de Justicia de Navarra dio la razón a los propietarios de la vaquería y anuló el Plan Parcial del área comercial del ARS-4 de la Milagrosa, lo que obligó al Ayuntamiento a redactar un nuevo plan cuando ya estaba urbanizada parte de la parcela y se había levantado la gasolinera, tras el derribo de los viveros municipales y el lazareto.
Cuantía de la indemnización reconocida a los recurrentes
El litigio no terminó ahí. En mayo de 2022, tras la aprobación por parte del Ayuntamiento del nuevo proyecto de reparcelación, los propietarios presentaron otro recurso.
Alegaron la nulidad del documento exclusivamente en relación con la cuantía de la indemnización reconocida a los recurrentes, que entendían debía ser la reconocida en la anterior reparcelación anulada por sentencia judicial porque se había realizado una compensación de esta cantidad con las cuotas de urbanización.
También cuestionaban el documento por la inclusión en la cuenta de liquidación provisional del coste de los accesos provisionales al sector desde la avenida de Navarra ejecutados por el propietario de la parcela correspondiente.
El recurso de la familia Oroz fue desestimado en primera instancia, pero la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra les dio la razón en una sentencia emitida el 9 de noviembre de 2023.
La resolución del TS, notificada el pasado 30 de octubre, inadmite a trámite el recurso de casación que interpuso el Ayuntamiento contra dicha sentencia.
En sus fundamentos, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo alude a la “falta de fundamentación adecuada” al entender que “la cuestión no se suscita en relación con la correcta interpretación de los preceptos señalados del texto refundido de la Ley del suelo y Rehabilitación Urbana sino en las concretas circunstancias del caso que han sido valoradas por la resolución recurrida”.
Como todavía está pendiente la admisión a trámite del recurso de casación que presentó el Ayuntamiento ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, el informe jurídico emitido por la Gerencia de Urbanismo asegura que la sentencia de apelación recurrida todavía no es firme, por lo que considera “que no cabe adoptar en este momento ninguna decisión en relación a su aplicación”.
Una vez se resuelva el último recurso, previsiblemente en el mismo sentido que la providencia emitida por el TS, las dos partes tendrán que sentarse a negociar. El quid de la cuestión es el coste del ramal que se hizo junto a la nueva gasolinera y que se imputó como gasto general de urbanización. El valor ronda el cuarto millón de euros.
Un símbolo del Mochuelo
La vaquería de Oroz es uno de símbolos desaparecidos del Mochuelo y un recuerdo del pasado rural del barrio y de la ciudad. Tenía una vivienda de dos plantas, una edificación adosada que se utilizaba como establo, el antiguo establo, una cubierto para animales y un almacén. La parcela tenía en total 6.209 metros cuadrados.
El derribo completo se ejecutó en noviembre de 2022.
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