El Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado en el Pleno de este jueves prohibir a partir del 1 de enero la concesión de nuevas licencias para apartamentos turísticos en el Casco Viejo, donde existen 168 pisos de este tipo, lo que representa el 55% del total que hay en la ciudad.

La decisión, que tiene como objetivo salvaguardar el modelo residencial del barrio, defender su tejido comercial y favorecer un modelo de turismo sostenible, ha sido aprobada con el voto a favor de EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo/Zurekin. UPN se ha abstenido y PP ha votado en contra.

Para hacer posible la suspensión de nuevas licencias se ha modificado la normativa urbanística del Plan Especial de Protección del Casco Antiguo (PEPRI), pero sin afectar a otro tipo de alojamientos turísticos, como hoteles, hostales, pensiones y albergues, que continuarán con el actual marco regulatorio.

La tramitación del expediente ha durado casi cuatro meses y ha sido necesario modificar dos artículos (87 y 88) para que el procedimiento de otorgamiento de licencias quede suspendido desde el primer día del nuevo año.

Debate en la sesión plenaria

Por parte de EH Bildu ha intervenido Joxe Abaurrea, quien ha recordado que la medida era necesaria para conservar la identidad del Casco Viejo y salvaguardar su valor residencial. “Es una medida que demuestra que la mayoría de progreso funciona bien”.

El edil abertzale ha comentado la preocupación existente sobre el número de pisos turísticos que hay en el centro y se ha felicitado por el consenso de la mayoría municipal. “Habrá que repartir los pisos en la ciudad, no puede ser que más del 55% estén en el Casco Viejo, porque es algo que termina por afectar al precio de las viviendas”.

Por parte del PSN ha intervenido Xabier Sagardoy, quien ha destacado la oportunidad de la medida antes de que aparezcan los problemas que tienen en otras ciudades.

“Nuestro modelo de ciudad es distinto al de Madrid o Málaga. Aquí no hay un problema de gentrificación, pero se han detectado datos preocupantes” ha señalado el edil socialista, que ha defendido que “el Casco Viejo es ante todo un barrio residencial, pero no sabemos cuál es el modelo de UPN”.

Carmen Alba, del PP, se ha manifestado en contra de la suspensión de las nuevas licencias para pisos turísticos tanto en el Casco Viejo como en cualquier barrio de la ciudad y ha defendido que se persiga a los que no están regularizados.

En la misma línea contraria a la restricción se ha posicionado la regionalista Izaskun Zozaya: “Nos gusta que la gente venga a Pamplona, queremos ser una ciudad de acogida y qué mejor sitio para pernoctar que en el Casco Histórico. La medida no es positiva y no vemos nada positivo en la prohibición” ha comentado la edil de UPN.

19

Fotos del pleno del Ayuntamiento de Pamplona (12/12/2024) Iban Aguinaga

Zozaya ha dicho que la suspensión generará una disminución de la oferta turística y que tendrá su efecto en el tejido comercial del barrio: “Es una decisión injusta porque solo afecta al Casco Viejo y no está justificada como medida preventiva porque aquí no hay problemas con estos apartamentos”.

Javier Leoz, de Geroa Bai, ha recordado que en 2019 ya se aprobó una modificación del PEPRI estableciendo limitaciones para la implantación del uso residencial eventual, en el que se encuentran englobados, entre otros, los apartamentos turísticos, pero que no sirvió de mucho ya que se incrementó en 90 el número de apartamentos turísticos registrados en el Casco Viejo, mientras que en el resto de la ciudad se incrementó en 102 en este mismo periodo.

“Los datos son muy reveladores y se habían solicitado otras 21. Se estaba desbocando el asunto. Aprendamos de lo que ha pasado en otras ciudades y tomemos medidas antes de que vengan los problemas. Es una medida en defensa del vecindario del Casco Viejo” ha comentado Leoz.

Te puede interesar:

Txema Mauleón, de Contigo-Zurekin, ha hecho referencia a la saturación que se vive en el barrio con los eventos y actos festivos de toda clase, a lo que se añade el problema de vivienda en el Casco Viejo.

“El problema es afrontar la vivienda como un derecho o como un negocio. El uso de viviendas para el turismo está causando muchos problemas de gentrificación y de falta de viviendas”.