Un total de 33 asociaciones memorialistas, además de otros colectivos, sindicatos y formaciones políticas, han protagonizado este sábado una multitudinaria manifestación en Pamplona para rechazar la resignificación del Monumento a los Caídos y exigir su derribo. La marcha, que ha reunido a centenares de personas, ha partido desde las puertas del monumento, donde durante décadas reposaron los restos de los generales franquistas Emilio Mola y José Sanjurjo, hasta su exhumación hace ocho años.
La movilización ha rechazado el acuerdo alcanzado entre PSN, EH Bildu y Geroa Bai, que han decidido mantener el monumento en pie, aunque con una resignificación que las asociaciones memorialistas consideran "insuficiente" y rechazan de manera tajante.
La manifestación ha estado encabezada por una pancarta con el lema "Caídos, derribo ya", seguida de otra que hacía referencia a las más de 3.700 víctimas mortales de la represión franquista en Navarra, una tierra especialmente castigada por los fascistas a pesar de no haber en ningún momento frente de guerra.
Durante el recorrido, que ha atravesado toda la Avenida de Carlos III hasta llegar a la Plaza del Castillo, los manifestantes han coreado consignas como "Los Caídos, demolición", "Fuera de la vista los símbolos franquistas" y "Dinamita para el monumento", mientras ondeaban banderas republicanas, de Navarra e ikurriñas. A lo largo de la marcha, se ha destacado la presencia de un grupo de personas ataviadas con chalecos de obra, cascos y martillos, además de carretillas con escombros, que simbolizaban el derribo del monumento.
La manifestación ha finalizado en la Plaza del Castillo con la lectura de un comunicado y actuaciones musicales de varios artistas, como Fermín Balentzia, El Drogas, Ilargigorri y los txalapartaris de Falces.
En declaraciones a los medios de comunicación, Yolanda Ansó y Koldo Amatria, en representación de los colectivos convocantes, han reiterado su demanda de que PSN, EH Bildu y Geroa Bai reconsideren su decisión de resignificación y opten por un acuerdo de derribo del edificio.
Ansó ha subrayado que, dado que este año se conmemora el 50 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, sería un "gran regalo para toda la ciudadanía" que el monumento fuera demolido durante este periodo. "Queremos que recapaciten, que rectifiquen y que cambien el acuerdo de resignificación por un acuerdo de derribo. Es muy fácil, porque las leyes son humanas y las podemos cambiar continuamente", ha asegurado Ansó.
Por su parte, Koldo Amatria ha destacado que la lucha por la demolición del monumento lleva más de un año en marcha, pero ha insistido en que los colectivos tienen "toda la fe" en conseguir su objetivo. Amatria ha señalado que el monumento, en la actualidad, "no tiene ni un solo símbolo franquista visible" y ha recordado que hace unos 20 años se tapó todo el exterior del edificio, transformándolo en una "Sala de Exposiciones", aunque ha señalado que "nadie lo conoce en Pamplona como Sala de Exposiciones". El portavoz ha defendido que el problema no radica en lo que contiene el monumento, sino en el propio edificio, que "sigue siendo un símbolo de la dictadura franquista".
En relación con la propuesta del alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, de consensuar el nombre del centro de memoria histórica que se planea crear en el Monumento a los Caídos, inicialmente pensado para llevar el nombre de Maravillas Lamberto, una niña represaliada, Yolanda Ansó ha asegurado que este nombre podría ser asignado "con mucha honra" a cualquier otro espacio destinado a la memoria antifascista, pero no a un monumento que debe ser demolido.
En este sentido, Koldo Amatria ha señalado que el Palacio del Marqués de Rozalejo, donde se ubicaría el Instituto Navarro de la Memoria, "puede llevar perfectamente un local de homenaje, de recuerdo y de memoria, y llevar el nombre de Maravillas Lamberto", pero ha rechazado que se utilice este nombre para el Monumento a los Caídos, subrayando que ello implicaría "sustituir los nombres de los generales genocidas Mola y Sanjurjo por el de una niña que sufrió la represión", lo cual considera "inaceptable".