Aunque el cartel ya no cuelga de la pared y el bar ha cambiado de manos, su famoso “perras al club” sigue igual de vigente. El Nicolette engorda sus cumpleaños y aguanta el pulso de la noche pamplonesa con la música electrónica como principal aliciente. Este sábado celebra nada menos que un cuarto de siglo en el número 32 de la calle Tejería.
La efeméride pide fiesta. Aritz Lázcoz y su equipo han preparado una jornada con vermú y picoteo a partir de las 13.00 horas. Ya por la tarde, desde las cuatro y hasta cerrar sus puertas doce horas después, pincharán los dj’s habituales de la casa: Omar Al-Hanis, Rosauro Dj, Leeharvey, Edu Bohemian, Pablo Cotton y Solo Jons.
Eva Gómez y Santos Ayesa regentaron hasta hace dos años este famoso local del Casco Viejo, que echó a andar con la intención de “abrir una grieta de transgresión, fiesta y desenfreno”, como argumentaron en su despedida tras 23 años de “akelarre”. “La cría se queda en buenas manos. Estamos seguros de que seguirá siendo una de las principales referencias culturales de la ciudad”, añadían.
Su augurio se ha cumplido, entre otras cosas porque poco o nada ha sucedido: “Todo ha seguido igual, yo nunca he tenido intención de cambiar. Si algo funciona, para qué vas a cambiarlo. Además es un bar que a mí siempre me había gustado mucho como cliente. Si una persona que lleva cinco años viviendo fuera vuelve aquí, no va a notar ningún cambio”, explica Aritz, responsable del local desde la semana previa a los Sanfermines del año 2023.
Aritz es un veterano hostelero de la noche de Pamplona. Están metidos en el Katos de la cuesta de Labrit, “de la familia de toda la vida”, en su día puso en marcha La Urbana de Navarrería y de ahí pasó en 2022 al Baccara de Tejería. Prácticamente puerta con puerta con el Nicolette.
Este hostelero no conoció los orígenes del Nicolette, “que cuando abrió sí que debió de ser algo potente en Pamplona. Una locura. Tiene su solera y sigue siendo un garito muy original y especial. Y sobre todo, un lugar sin complejos. Aquí viene la gente a pasárselo bien y todo el mundo se respeta”, afirma.
"Tiene su solera y sigue siendo un garito muy original y especial. Y sobre todo, un lugar sin complejos. Aquí viene la gente a pasárselo bien y todo el mundo se respeta”
“Es un bar peculiar, diferente, en el que siempre se está a gusto”, dice su hermana Argiñe, que también forma parte del equipo del Nicolette. Y Joseba Oroz considera el bar “mi casa, porque nos juntamos aquí de siempre”. ¿Qué tiene el Nicolette? “La música, el baile y el trato de los camareros, que era totalmente diferente a otros bares. De tú a tú. De casa. No es poner un pote y darte la vuelta. Aquí se hace terapia”, añade Oroz, que antes de la pandemia saltó de un lado a otro de la barra. De cliente a camarero. “Es diferente. Antes me aguantaban a mí y ahora aguanto yo”, se ríe. “Pero muy a gusto. Me gusta el ambiente, ese respeto que hay siempre...”, defiende.
El local siempre ha sido un referente de libertad para la comunidad gay, pero Artiz no lo considera “un garito LGTBI. Es un bar de House. Sí que es un sitio muy abierto. Aquí viene todo el mundo. Este es un bar en el que entras a bailar, siempre con mucho respeto”, argumenta.
“Era un sitio referente, y lo sigue siendo. Pero es diferente a cuando abrió. Antes lo que no podías hacer en la calle lo hacías en el bar; tenías el respeto de los camareros, de la gente... Era un espacio seguro. Y ahora todos los bares son espacios seguros. Ahí hemos mejorado”, considera Joseba.
Tejería, calle de moda
El bar trabaja más las noches que los tardeos. Pero la moda de adelantar el reloj de la fiesta también ha llegado al Nicolette. “Santos y Eva ya empezaron con el tardeo, que lo marca la música y si tienes un dj que te invita a bailar. Es un cambio general y es verdad que se ha puesto de moda. Antes de la pandemia se vio un poco, y ya después ha cambiado mucho el concepto. Aquí se mantiene la noche, pero los sábados a la tarde empieza a haber más jaleo. Y cambia el público de la tarde con respecto al de la noche, que es la clientela habitual, más o menos de siempre”, cuenta Aritz.
En la calle Tejería el tardeo “poco a poco se va notando. Es una calle muy productiva que yo creo que se ha puesto de moda. Entre el Nicolette, Bakara, Bodegas Riojanas, Malkoa... se ha formado una calle con muy buen ambiente los sábados”, destaca Aritz. Este sábado, con fiesta de 25º aniversario, no será una excepción: “Todo el mundo es bienvenido, cuanto antes mejor. A dar guerra”, invita Argiñe al personal.