en ningún momento vi la final perdida cuando David se tuvo que retirar a los vestuarios con el resultado de 21-15 a su favor. Un tanto, aunque no lo hagas tú, lo pueden fallar ellos en el afán de dominarte y querer jugar atrás. Siempre me quedaba esa esperanza de que, si David no estaba en condiciones, pudieran fallar ellos. Aún así, siempre te entran esos temores de a ver cómo iba a acabar el partido y la verdad es que fueron momentos de una tensión terrible. La verdad es que fue una final de tú a tú, con mucho peloteo, y en el que ellos cargaron bastante el juego en David. Titín también varió su juego en un momento dado para, dentro de sus posibilidades, cargar a Laskurain.
Para mí, el mejor de los cuatro fue David y, por lo tanto, el que definió el partido y la txapela. Xala, por su parte, intentó cargar mucho atrás y no le salió como esperaba. La verdad es que me daba la impresión de que el resultado final iba a ser más apretado, un 22-19 o 22-20, así que ya habría firmado de antemano el 22-15 final. Por suerte, David y Titín lograron escaparse en el marcador, como les pasó en el partido anterior, y aguantar después los tirones. Xala y Laskurain son dos pelotaris que juegan mucho, trabajan mucho y, si no les llevas ventaja al final te acaban ganando, así que, por suerte, nos valió la renta que adquirimos. Y eso que a partir del tanto 15, cuando vieron que David flojeaba un poco, decidieron atacarle ya decididamente. Sin embargo, el de Villar de Torre aguantó y entonces, al final, atacando siempre al zaguero y no terminando delante, acabaron cometiendo errores que les pasaron factura.
Tengo que reconocer que no soy imparcial en este caso, pero creo que salvando a Aimar Olaizola, el mejor jugador del campeonato ha sido David Merino. El de Goizueta completó un gran torneo, pero coincido con quienes defienden que para ser considerado el mejor en un campeonato es necesario llegar a la final del mismo. David lo ha hecho. Y la ganó.