Elección de material para la final del Cuatro y Medio: "Hay pelota alegre"
Peio Etxeberria y Zabala se decantan por las cuatro pelotas más vivas del cestaño de cara a la final del Cuatro y medio de este domingo en Bilbao
Ocho minutos. Elección de material exprés para la final del Cuatro y Medio de este domingo. Peio Etxeberria tardó este miércoles un par de parpadeos, mientras que Javier Zabala se merendó algo más de tiempo para encontrar lo que quería en el cestaño dispuesto por Martín Alustiza y Mikel Urrutikoetxea en el frontón Bizkaia de Bilbao. Ocho minutos y todos contentos. No hubo estridencias después.
Peio Etxeberria, finalista del Cuatro y Medio por tercera vez consecutiva
Zabala sale vivo de la montaña rusa del Cuatro y Medio
“Había de todo para seleccionar y los dos podemos estar contentos. Me ha sorprendido que Peio haya elegido pelota viva. Esperaba un poquito menos”, desgrana Zabala. La liturgia marca una línea imaginaria, como la del acotado, que delimita entre el tiempo de reflexión previo a un encuentro de tamañas características y la llegada de las hostilidades. Las mariposas eclosionan. Los nervios crecen. “Yo también he ido a sacar las dos más vivas del cestaño. Diría que hay pelota bastante alegre”, reseña el pelotari riojano, tranquilo.
La opinión de Peio Etxeberria
Peio Etxeberria, que aseveró en las semifinales que estaba habiendo “poca pelota” durante el campeonato, aclara que al elegir “primero” ha podido escoger lo que deseaba. “Tenía claro lo que quería. Me he decantado por dos pelotas rápidas. En el partido contra Altuna III, Jokin seleccionó las más rápidas y jugamos gran parte del choque con ellas”, sostiene el delantero de Zenotz, quien recalca que “sí había algo más de pelota que durante el resto del Cuatro y Medio”. Aun así, no considera que haya mucho cambio en los lotes con respecto al resto de fases del campeonato.
"Cinco de las ocho pelotas no eran correctas"
“Las cuatro que sacaremos a la cancha son similares a las tres de mi semifinal”, advierte Peio. El de colorado se decantó este miércoles por cueros de 105,5 y 105,8 gramos, mientras que Zabala optó por otros de 104,9 y 105,9.
Mariposas en el estómago
Siendo la liturgia un punto de no retorno, el experimentado pelotari de Ultzama, que firma su tercera final de la modalidad de forma consecutiva, reconoce que hay “mariposas” en el estómago. “Creo que son buenas. Es otra manera de disfrutarlo”, explica. El caso es que, según analiza el navarro, espera una final de “mucho ritmo”, pero en la que entrarán en juego “más factores” que en un partido normal, por lo que desdeña el calificativo de “batalla” que usa Zabala. Se refiere a “las dos semanas de preparación” y lo que “conllevan”: medios, salir a un frontón repleto, que esté toda “tu gente” pendiente... Ocurre que Etxeberria no se focaliza en el contrincante, pero sí que reconoce que Zabala es un hueso. “Ha impresionado hasta ahora, aunque estoy preparado para jugar contra él. Sabemos qué jugadas hace y no nos pillará de sorpresa”, recita el zenoztarra.
Javier Zabala: "Cuando salgo a la cancha, me da igual que haya 3.000 o 60.000 espectadores"
El único precedente es el 13-22 para el riojano de la semifinal del Cuatro y Medio de San Fermín. Peio Etxeberria ha visto el encuentro para preparar el campeonato. Lo analizó antes de la semifinal contra Altuna III. “Pensaba que había jugado peor. Fue un buen partido hasta la mitad, con mucho ritmo. En la segunda parte, Javier se salió y estaba muy suelto”, explica el de Zenotz.
La zurda de Peio
Al igual que Peio, su contrincante también apura las semanas con vídeos de su rival que complementen los entrenamientos de frontón –el único en Bilbao fue el de este miércoles con Xabier Rekalde, amigo y botillero hasta la jaula de San Fermín– y físicos. “Para mí está siendo una semana más. No le doy vueltas a que sea una final. Tal vez me pone más nervioso ver nuestros encuentros, pero lo estoy afrontando como cualquier otro partido. Es fundamental para salir sin presión y sin nervios”, sostiene el riojano, debutante en una cita por la txapela oficial, que alude al duelo del Atano III de verano: “Me fijo en que pude ganarle y me da confianza”.
El logroñés define que “el golpe favorito de Peio es el de costado de izquierda”. Así, se enfrentan dos zurdas eléctricas y peligrosas. El espejo. “Somos parecidos. Nos gusta jugar de volea, meter ritmo”, argumenta. Se pone deberes: “Hará falta un juego muy mental, porque los dos exponemos lo mismo”.
“Es inevitable hacerse ilusiones”
Aun así, no rechaza un partido físico: “No me preocupa. Al contrario, lo busco. Es uno de sus fuertes, pero también uno de los míos. No huyo de que sea una batalla. Me gusta sufrir, la agonía”.
Sobre sus manos, los fantasmas parecen haberse evaporado. “Estoy entrenando a gusto. Me siento cómodo”, aunque su escalada se debe a creer “más” en sí mismo. Así, reconoce Zabala que “sueña” y que es “inevitable pensar en la txapela y hacerse ilusiones”.