BILBAO. Dos intensos años de investigación de una docena de profesionales de la Hacienda de Bizkaia han servido para confeccionar el puzzle del caso Melchor Gil, autor confeso de un fraude a las arcas públicas de 103.551 euros. Un puzzle en el que destacan los retrasos y aplazamientos solicitados por el cuñado del lehendakari en el proceso. El vicesecretario general del PSE de Bizkaia tardó cuatro meses en entregar parte de la documentación solicitada por la subinspectora que ha estado al frente de las pesquisas. Las autoridades tributarias le pidieron el 23 de julio de 2010 los movimientos registrados en sus cuentas entre el 1 de enero de 2005 y el 31 de diciembre de 2008, y no obtuvieron respuesta hasta el 17 de diciembre del mismo año. A día de hoy, la gran incógnita del caso no ha sido despejada: la procedencia de 419.074 euros, dinero empleado, en su mayoría, en sufragar la construcción de un chalé con piscina en Castro Urdiales (Cantabria).
El intenso cruce de datos que realiza la Hacienda vizcaína entre las operaciones de los contribuyentes alertó a mediados de 2009 de que algo no cuadraba entre lo declarado por Promociones de Bizkaia 2001 SL -empresa que edificó el unifamiliar del dirigente socialista- y lo confesado por el cuñado de Patxi López. Los inspectores tiran del hilo. Necesitaban datos y hablaron y pidieron documentación a todos los implicados: notarios, empresas, bancos... y a Melchor Gil y su esposa. Hacienda anunció a ambos que iniciaba actuaciones el 29 de junio de 2010. Y les citó para el 15 de julio. Gil solicitó retrasarla ocho días más. El 23 de julio, la subinspectora requirió al matrimonio información sobre saldos y movimientos en sus cuentas entre 2005 y 2008. A esta cita asistió como su representante legal J.G.F., uno de los empleados de la empresa constructora del chalé, y quien también aparece en el cobro de alguno de los diez pagos que el mandatario del PSE efectuó en efectivo desconocido a Promociones de Bizkaia 2001, SL. Melchor Gil empleó 292 billetes de 500 euros, 555 de 20 euros y 500 de diez, entre los 1.743 billetes que utilizó. El 17 de septiembre, el matrimonio cambió de representante legal y dio su firma en Castro a B.A.A. Exactamente tres meses después de este acuerdo -cuatro desde que se solicitara-, entregaron en Hacienda tres disquetes y dos CD con nueve ficheros sobre saldos y movimientos en cuentas y otro con sus declaraciones de renta.
Ahora, la Fiscalía de Bizkaia examina este material recopilado para ver si procede denunciar a Melchor Gil en un juzgado por la comisión de algún presunto delito. >d.n.