Madrid - El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha ordenado a la Dirección General de la Guardia Civil retirar el borrador de orden general con el que pretendía regular el atuendo y el comportamiento de los guardias y que, entre otras medidas, prohibía los tatuajes y fumar durante el servicio. Marlaska, según fuentes de Interior, ha pedido que se redacte otro texto por el necesario acuerdo mayoritario de las asociaciones de la Guardia Civil. Fuentes del instituto armado añadieron que el director general, Félix Azón, en consonancia con el Ministerio, ha dado instrucciones para que se ampliaran los plazos de presentación de alegaciones a la norma, con la idea de intentar llegar al máximo consenso, al tratarse de un asunto que requiere regulación.
Esas asociaciones habían anunciado ayer su intención de recurrir a la vía judicial si no se retiraba el texto que les hizo llegar la Dirección General de la Guardia Civil.
La orden de “policía personal y aspecto físico” buscaba fomentar la imagen de neutralidad de los agentes a partir de una serie de normas sobre el aspecto físico y sobre su trato con la ciudadanía. En uno de los asuntos que más debate ha generado, el de los tatuajes, el borrador prohibía que fueran visibles, de modo que los guardias tenían que taparlos o someterse a intervenciones para su eliminación en el plazo de tres meses.
En el apartado del aspecto físico, sus normas no solo prohibían los tatuajes, sino que afectaban a cabello, bigote y barba, uñas, maquillaje, accesorios, pendientes y a perforaciones. Entre otras cosas, no admitía que los agentes llevaran rastas, ni trasquilones, ni zonas de la cabeza rasuradas y otras con pelo, sino solo peinados cortos y clásicos en los hombres, y recogidos en las mujeres. - Efe