Navarra Suma no deja pasar muchas oportunidades para romper consensos. Después de haberse quedado fuera de los Presupuestos tras varias semanas en las que se ofreció a abstenerse a cambio de que se vetara a EH Bildu, este miércoles fue también la única fuerza parlamentaria que se quedó fuera del plan de rescate de la juventud con más consenso hasta la fecha.

Y, de nuevo, fue por sus preferencias partidistas, por preferir mantener el veto sobre el partido soberanista antes que participar en un plan en el que han tomado parte todas las asociaciones juveniles de los partidos del bloque progresista -PSN, Geroa Bai, EH Bildu y Podemos-, excepto I-E y que busca atajar los problemas endémicos de la juventud, acentuados más por la pandemia.

Mientras los portavoces de los grupos que apoyan al Gobierno -también EH Bildu- aplaudieron el gesto que supone que las secciones juveniles hayan sido capaces de llegar a acuerdos por encima de las siglas -especialmente significativo en el caso de PSN y EH Bildu-, Navarra Suma pasó completamente del plan y se dedicó a hablar del terrorismo de ETA. Una muestra de cómo la derecha quiere llevar la estrategia de tensión política hasta a las asociaciones juveniles, que no entraron al juego político planteado por Ángel Ansa (Navarra Suma) y volvieron a reiterar que el documento sigue abierto a las asociaciones juveniles de la derecha, ya que el objetivo es hacerlo lo más plural posible.

Fueron Kevin Lucero (juventudes del PSN), Raúl Ayala (juventudes de Geroa Bai, Gazteok Bai), Martín Erdozain (juventudes de EH Bildu, EH Bildu Gazteak) y Nahia Lizaso (juventudes de Podemos, Rebeldía Navarra) los encargados de hacer la presentación en el Parlamento. No entraron en mucho detalle, quizá porque el documento es extenso, ya es público y ayer mismo volvió a remitirse a los grupos. Pero Lucero, que fue el primero en intervenir, explicó que se trata de un plan dividido en seis bloques: lucha contra la precariedad; educación; vivienda; derechos sociales; transición ecológica; y financiación.

Es un programa ambicioso, elaborado desde una perspectiva progresista y que señala al actual sistema económico como responsable parcial de abocar a toda una generación a la incertidumbre vital, la precariedad en el empleo o las dificultades en la emancipación. Por eso Lucero apeló a la unión de todos los jóvenes. "Sería una irresponsabilidad imperdonable que también la juventud se instalara en la crispación", reflexionó, antes de animar a los grupos parlamentarios a tener a los jóvenes en cuenta, desarrollar las medidas y optar por una salida "diferente a las recetas que se emplearon en 2008". En la misma línea se expresó Ayala, para quien "caer en el jacobinismo excluyente" en estos tiempos es "un gran error". Martín Erdozain, de EH Bildu, también envió un mensaje velado a la derecha, reiterando la invitación en tiempos "en los que no se puede excluir a nadie", y solicitó a los políticos "compromiso" con la financiación del plan. Y la última en intervenir fue Nahia Lizaso, quien dijo que "es una pena que no puedan sentarse en la mesa todas las juventudes de Navarra".

Ninguna de estas llamadas hizo cambiar el discurso de la derecha. Ansa, muy a la defensiva, tildó la sesión de trabajo de "vergonzosa propaganda partidista", y no dedicó ni un minuto a hablar de los problemas de los jóvenes, de los que tampoco escapan los que se consideren de derechas. Prefirió invertir su turno en justificar la autoexclusión de su grupo en que ellos no pactan con "quienes no condenan el terrorismo". "Más de lo mismo por parte de Navarra Suma", lamentó Lucero en la réplica, quien invitó a Ansa a explicar con qué puntos del plan está en desacuerdo su formación, para así poder debatirlos, que es "lo que espera la ciudadanía de Navarra".