El debate fiscal ha llegado al Parlamento de Navarra, y lo ha hecho con fuerza. A espera de que el Departamento de Hacienda concrete el proyecto de presupuestos y las posibles medidas fiscales que lo van a acompañar, los partidos que sostienen al Ejecutivo foral reclamaron ayer “ambición” en las medidas para que quien más tiene aporte más. Un debate habitual cada año por estas fechas, pero que esta vez gana relevancia en un contexto de inflación y de gran incertidumbre económica.

No ha avanzado mucho por ahora el Ejecutivo foral, más allá de que está analizando las cuestiones “técnicas” del acuerdo que ya tiene con los grupos parlamentarios que lo apoyan. Una deducción extraordinaria del 3% para todas las rentas inferiores a los 32.000 euros y que se aplicaría ya en el ejercicio de 2022. De forma que la mayoría de los contribuyentes –cerca del 65%– recibirá el incentivo fiscal en la próxima declaración de la renta, que en algunos casos será de hasta 900 euros. “Este Gobierno ya deflactó la tarifa un 2% en la última reforma fiscal, y ahora tenemos un acuerdo para reducir un 3% los impuestos a las clases medias y trabajadoras”, confirmó ayer el portavoz del PSN, Ramón Alzórriz, que abrió la puerta a que la medida afecte también a quienes cobran “un poco más de 32.000 euros” para que llegue “a toda la clase media y trabajadora”.

Sus socios parlamentarios reclaman sin embargo ir más allá y tratar también las políticas de ingreso. Y lo hacen además con la mirada puesta ya en los beneficios empresariales y en las grandes rentas y patrimonios. “Un Gobierno liberal como el holandés va a incrementar de manera progresiva el Impuesto de Sociedades del 25% al 34% en dos años”, subrayó la portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, como ejemplo de que “la necesidad de repartir el esfuerzo” es un debate que está abierto ya en el conjunto de la UE.

Barkos admite no obstante que Navarra está condicionada por su entorno fiscal y que no puede caminar de forma autónoma en esta cuestión, por lo que aboga por huir de las “diferencias partidarias” y centrarse en “el momento económico que estamos viviendo”. “La clave no está en el Impuesto de Sociedades ni en el de grandes fortunas, está en una política fiscal equilibrada y equitativa a las nuevas realidades. Navarra lo debe hacer y con el consenso con el Estado”, expuso.

Descontento en EH Bildu

En todo caso será difícil encontrar un consenso mínimo vistas las posiciones encontradas de los grupos en esta materia. Navarra Suma ya rechazó ayer cualquier subida impositiva y reclama una rebaja general. “Con las ultimas decisiones que se han tomado en materia fiscal ha habido una serie de contribuyentes con altos ingresos que han dejado de pagar sus impuestos en Navarra”, advirtió Javier Esparza.

Pero la izquierda parlamentaria considera que sigue habiendo margen para que aquellos que más tienen aporten más. En esa línea se posicionaron ayer Podemos e Izquierda-Ezkerra, que ven bien el impuesto a las grandes fortunas que ha plantado el Gobierno de España –y que está pendiente de concretar–, y apuestan por gravar más los beneficios empresariales. “Las grandes fortunas tienen que contribuir, pero no hoy, sino ayer, antes de ayer, hace diez años. No puede ser que esta crisis se salde una vez más machacando a las clases populares y mientras tanto los dueños del dinero siguen intocables”, se quejó la portavoz de I-E, Marisa de Simón.

También EH Bildu reclama medidas en esa dirección, tanto en lo que se refiere al Impuesto de Sociedades como al de Patrimonio. Su portavoz, Adolfo Araiz, se quejó de que en esta legislatura se haya suavizado el impuesto que grava a la riqueza, suprimiendo la tributación del patrimonio empresarial y rebajando el escudo fiscal que limita lo que puede aportar cada contribuyente.

Hay además malestar en la formación abertzale porque Hacienda no ha realizado el análisis en profundidad del impuesto que pagan las empresas, y que se había comprometido a tener finalizado este otoño para que las posibles medidas pudieran entrar en vigor ya el próximo año. “Plantear que sigan siendo las rentas del trabajo quienes mantengan un aporte casi exclusivo del sistema es un error. Hay margen para modificarlo”, argumentó Araiz, que instó también al Ejecutivo foral a revisar “en profundidad” el Impuesto del Patrimonio.