El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial de Navarra Mikel Irujo ha sido contundente esta mañana en ONDA VASCA en torno a la polémica generada por las mascarillas almacenadas adquiridas durante la pandemia. "Se nos agota el tiempo", subraya Mikel Irujo que, aunque subraya que la vía de la negociación siempre ha estado y está abierta, si el acuerdo no llega, esto acabará en la vía judicial, "que nadie deseamos".  ESCUCHA AQUÍ LA ENTREVISTA EN ONDA VASCA

Recordemos que la CEN habla de bloqueo por parte de Sodena en este asunto mientras que el Gobierno de Navarra con Mikel Irujo a la cabeza, ha puesto encima de la mesa más de cinco propuestas y todas han sido rechazadas por la propia CEN. 

El consejero de Desarrollo Económico ha subrayado que no era consejero en 2020 cuando se firmó el acuerdo para financiar la compra de las mascarillas a través de Sodena pero en cualquier caso resalta que desde su acceso al cargo en febrero de 2021 su obligación es "defender el interés público".

“Es una línea roja y no es real. Hemos debatido esto en el seno del Gobierno de Navarra y todos los grupos estamos de acuerdo en que no podemos renunciar a posibles reclamaciones”

Mikel Irujo - Consejero de Desarrollo Económico y Empresarial de Navarra

En este sentido defiende la postura del Gobierno de Navarra. "Tanto la CEN (Confederación de Empresarios de Navarra) como la empresa Albyn que compró las mascarillas, exigen que para poder dar salida al stock Sodena debe renunciar a posibles reclamaciones judiciales. Y esto es algo que no podemos aceptar", afirma.

Mikel Irujo recuerda que el consejo de administración de Sodena ha condicionado cualquier decisión a contar con el aval expreso de CEPEN y del propio gobierno. "La propiedad de las mascarillas es de Albyn y la otra parte con capacidad de decisión es la CEN que es quien hizo la estimación de la compra en 2020. Son estas dos partes las que tienen que ponerse de acuerdo. Sodena nunca ha puesto ni va a poner ningún obstáculo para que se de salida a las mascarillas en este sentido", remarca. 

"Si estamos en esta situación no es por Sodena"

El consejero ha recordado que Sodena otorgó un 2020 un crédito de dos millones de euros para poder comprar las mascarillas porque había escasez a nivel mundial y autónomos y empresas no podían reanudar la actividad. 

"La CEN hizo unas estimaciones de compra que luego no se cumplieron dando origen al stock. Al no haber hecho nada de lo anterior Albyn y la CEN, es por eso que nos encontramos donde nos encontramos", señala.

Ni arbitraje ni mediación

Mikel Irujo ha querido dejar claro que todas las propuestas de acuerdo, las cinco, han salido de Sodena. "Ahora estamos negociando un último texto que pusimos sobre la mesa a finales de enero. En 2021 hasta en tres ocasiones propusimos un arbitraje o una mediación que ha sido rechazado por la CEN", puntualiza.

“Esta vía de negociación siempre está abierta y nadie quiere entrar en vía judicial. Se nos agota el tiempo y no podemos esperar mucho más"

E insiste. "Exigen que SODENA que es quien financió la operación y sufre el deterioro en las cuentas renuncie a una indemnización en el futuro y no lo podemos aceptar. Y lo cierto es que se nos agota el tiempo y como no lleguemos a un acuerdo estamos abocados a una vía judicial que nadie deseamos.", resume. 

Compra de mascarillas

Si echamos la vista atrás, recordamos que en marzo de 2020 cuando llegó la pandemia, todas las administraciones se encontraron con una escasez de material de protección a nivel mundial. 

Cunado el 7 de abril de 2020 se abre parcialmente el confinamiento para reactivar la producción empresarial o industrial, no había EPIS. En aquel momento de escasez, se pagaba al contado a China que era el único que producía mascarillas y material de protección. Fue entonces cuando Sodena puso esos 2 millones de euros para que Albyn, que tenía contactos en China, adquiriera las mascarillas. Fue la CEN la que hizo la estimación de cuántas era necesario comprar. Fueron demasiadas y eso ha generado el stock. 

Mikel Irujo afirma que el objetivo es actuar con "seguridad jurídica" para dar salida al stock pero, insiste, "respetando esa seguridad jurídica" y "sin atravesar líneas que no podemos", concluye.