En tres años han pasado muchas cosas en Contigo Zurekin. En 2022, Podemos, Izquierda Unida, Batzarre y un grupo de independientes pusieron en marcha la coalición electoral con mucho entusiasmo.

Venían de la mala experiencia de 2019 y prometieron una alianza amplia y duradera para evitar que les pasara como entonces, cuando la desunión dejó en mínimos el espacio a la izquierda del PSN. Funcionó, y en 2023 recuperaron algo del terreno perdido cuatro años antes. Hasta el punto de que la coalición fue clave para la reedición del Gobierno liderado por el PSN y Geroa Bai.

Hoy, las cosas son distintas. Las tensiones entre Sumar y Podemos en el Estado amenazan con contagiar a Navarra, donde Begoña Alfaro –candidata de Contigo en 2023 y secretaria general de Podemos Navarra– ha dicho que no se presentará a la reelección y ha manifestado sentirse muy alejada de las dinámicas de los partidos de Madrid, lo que coloca un gran interrogante encima del futuro de la coalición en Navarra. 

El entusiasmo de 2022

En 2022, todo ese espacio vivía un momento esperanzador. Sobre todo impulsado por el movimiento Sumar, que parecía que iba a revitalizar a los votantes que se habían alejado de Podemos en la última etapa de Pablo Iglesias e Irene Montero como ministra de Igualdad. La ilusión duró un tiempo, pero el motor Sumar no era tan potente como parecía.

Sobre todo, porque no funcionó bien con el combustible Podemos –por echar mano de la metáfora que en aquellos días utilizó el exasesor Iván Redondo–. Hubo rencillas y choques durante unas negociaciones en las que Podemos acusó a Yolanda Díaz poco menos que de cicatera, de racanear espacio al partido que le llevó a la vicepresidencia. Podemos, en horas bajas, no tuvo otro remedio que aceptar.

Relación envenenada

Esa disputa envenenó la relación y propició una deriva esencialista en el partido morado, que se atrincheró en un núcleo de fieles que empezó a ver a Sumar poco menos que como traidores.

Belarra y Montero, que llevan juntas desde la universidad, aguantaron la peor etapa de Podemos –fuera de casi todas las asambleas autonómicas– y se resguardaron en los cinco escaños que les quedaron tras el reparto de las generales. Se quedaron en cuatro tras el abandono de Lilith Verstrynge. Suficientes para funcionar como una célula aparte en Sumar, grupo del que terminaron saliéndose.

Fuera del control de la mayoría de Gobierno y con una voluntad de oposición hacia el PSOE y Sumar, comenzó una remontada contra pronóstico. Muchos votantes de izquierdas, quizá cansados con el aletargamiento del Gobierno –la moqueta siempre amortigua mucho la ideología–, volvieron a Podemos y su discurso espartaquista, atraídos por planteamientos más osados en vivienda o contra las guerras –especialmente la de Gaza–.

El cambio de tendencia definitivo llegó con las europeas, las primeras elecciones en mucho tiempo en las que Podemos se llevó una alegría: dos escaños, y la confirmación de una remontada que llega hasta hoy, cuando las encuestas ya plantean escenarios electorales con Sumar y Podemos por separado, y no a tanta distancia –apenas un par de puntos porcentuales: 6,8% para Sumar; 4,8% para Podemos, según Sigma Dos–.

Este escenario de ruptura en el Estado amenaza con afectar el funcionamiento de la coalición en Navarra. Begoña Alfaro fue la candidata tras ganar la secretaría general de Podemos Navarra, pero no ha tenido la mejor de las químicas con la dirección estatal. Ahora ha renunciado a revalidar su cargo en el congreso que la formación morada tiene pendiente celebrar aquí, quizá antes del verano.

Este sábado, en una entrevista con Efe, ha repetido que “no se siente cómoda con el rumbo que ha tomado Podemos”, el partido en el que sigue militando. La duda es en qué situación quedará la cabeza de lista de 2023 cuando Podemos Navarra logre colocar aquí a una dirección afín a la que podría encargar, quién sabe, no formar parte de aventuras conjuntas con el resto de la izquierda. Como en Madrid.

"Pensar en proyectos localistas es no entender la coyuntura"

Todas las partes que forman Contigo Zurekin coinciden en que la experiencia de la coalición ha sido buena. Pero no todos opinan lo mismo cuando hay que definir qué es ampliar ese espacio. Hay voces, sin ir más lejos la de Alfaro, que proponen que Contigo Zurekin gane en autonomía y sea una fuerza de obediciencia navarra. Izquierda Unida de Navarra, sin embargo, cree que la coalición es un instrumento interesante, pero ellos no van a dejar de formar parte de un proyecto federal para dar más vida a la coalición.

Lo dice Carlos Guzmán, coordinador de Izquierda Unida de Navarra, quien considera que “el balance de la coalición es muy positivo”. “Tenemos unos compromisos programáticos y la comunicación entre las personas ha sido buena”, resume. Por eso van a seguir “defendiendo el asentamiento y fortalecimiento de Contigo Zurekin como coalición electoral”, pero desde el proyecto común que es IU federal. “Nosotros, en cada territorio, trasladamos el proyecto de IU atendiendo a las necesidades del territorio”, explica.

A su juicio, Contigo Zurekin tiene que ser “una coalición como la de ahora”, porque “su potencia reside en que coexistimos formaciones distintas”. “Pensar en proyectos regionalistas o localistas en este momento es no entender la coyuntura”, apunta.

Lo dice cuando es preguntado por la posibilidad de que Contigo Zurekin gane más protagonismo, quizá como partido propio. “Nosotros no compartimos esta visión. En el espacio de la izquierda las personas estamos de paso, no somos lo importante, nosotros defendemos una coalición como la que tenemos”. 

Alfaro critica el rumbo de Podemos y apela a la responsabilidad

La relación de Begoña Alfaro con su partido no es la mejor. Hasta ahora era más o menos notorio que algo sucedía, sobre todo a raíz de un perfil muy bajo de la propia Alfaro en eventos y actos de Podemos, también en la última campaña de las generales.

A raíz de anunciar que no se presentará a la reelección en Navarra, Alfaro ha hecho varias declaraciones –también en este periódico– que denotan cierta distancia con la dirección estatal. La última, este sábado, en una entrevista con la agencia Efe, en la que Alfaro dice directamente que no se siente “cómoda con el rumbo que ha tomado Podemos”. “En Madrid se ha optado por un rumbo en el que se priorizan las “guerras sistemáticas”, critica, quizá en uno de los peores momentos posibles –con el auge mundial de la ultraderecha– y contra socios naturales.

“En este momento que creo que se anteponen determinados nombres o una marca a los intereses de la ciudadanía, no me siento cómoda representando ese papel. No entiendo que la estrategia política esté por delante. Determinadas luchas, además con socios naturales, no entiendo que estén por delante del interés de la gente y menos en los tiempos que corren, ojo, y en los que vienen”, explica.

Preguntado por este periódico, el secretario de Organización de Podemos Navarra, Daniel López Córdoba, que además es parlamentario de Contigo Zurekin, apela a la responsabilidad para mantener el apoyo de Podemos a una coalición que ha dado buenos resultados.

Una fórmula que funciona

“Ha sido una fórmula que ha funcionado, que nos ha devuelto a muchas instituciones y que nos permite hacer aquello que hemos dicho que veníamos a hacer, trabajar por y para mejorar la vida de los navarros y navarras. Cuando una fórmula tiene éxito, el siguiente paso lógico debería ser asentarla y reforzarla”.

Los parlamentarios de Contigo Navarra: Dani López Córdoba, Carlos Guzmán y Miguel Garrido, junto con la candidata en 2023, Begoña Alfaro, que ahora es vicepresidenta tercera. Javier Bergasa

En las declaraciones de los tres nuevos consejeros de Podemos en el Consejo Ciudadano estatal –Neniques Roldán y Gracia Moreno, en la lista de Belarra; Pablo Antón, independiente–, que vinieron a decir que Podemos debe recuperar su protagonismo, López Córdoba no ve tanta división como desconocimiento. “Creo sinceramente que hay desconocimiento sobre el estado y funcionamiento de la coalición. Podemos ha sido un agente fundamental en la conformación de este espacio y una vez creado, juega un papel principal en su funcionamiento y desarrollo. También se reclamó una mayor cuota dentro de Contigo pero Podemos es la formación que tiene la mayor representatividad, así que entiendo que esta afirmación obedece al desconocimiento salvo que planteen estar solos”, considera. Sobre la posibilidad de que Alfaro vuelva a liderar la coalición pese a que ni siquiera será la líder del partido en el que milita.

Los independientes: "No hay vuelta atrás desde 2019"

Los independientes, una de las cuatro patas de la coalición, lo tienen claro: no hay vuelta atrás con respecto a 2019. Entonces se aprendió la lección: nunca más la izquierda a la izquierda del PSN desunida. De ahí que Miguel Garrido, parlamentario foral de Contigo Zurekin y miembro de los independientes, crea que lo lógico es reeditar la coalición en 2027. “Esta coalición no se fundamenta solo en la necesidad, sino en el convencimiento. Hay tradiciones políticas distintas, hay trayectorias diferentes, pero en la coalición hablaría de fortalezas”, explica. “Estoy convencido de que repetiremos la coalición en 2027, sobre todo por el principio de realidad: que el espacio es único. Es lo que nos piden los votantes y los pueblos. Gestionamos las diferencias, que las hay, pero mantengamos ese espacio”, concluye. 

Batzarre: "Es fundamental que haya unidad y responsabilidad"

Para Batzarre, los dos años de legislatura deben servir como referencia de lo que hacer en el futuro. “Somos una coalición solvente, sin problemas, y entendemos que sin problema llegaremos a final de legislatura para reeditar la coalición desde la experiencia”, apunta Íñigo Rudi, portavoz del partido.

Para Batzarre, la “unidad” es el elemento clave de la coalición, que dependerá “de la decisión que tome cada uno de sus agentes”. Rudi considera que la conformación de un partido a partir de Contigo “no es la idea de trabajo” de una coalición que nació sin prisas, con tiempo para discutir todos los temas y que está abierta a todos.

A juicio de Rudi, lo más necesario ahora es unidad y responsabilidad por todas las partes. “Ambas con el criterio básico para que esto tenga un buen futuro consolidado”.