La devolución de la competencia de Tráfico a Navarra, arrebatada definitivamente por el franquismo en 1962 y que a partir del próximo mes de julio recuperará la Comunidad Foral para pasar a ejercerla en exclusiva, tiene muchos padrinos. Al término de la sesión ordinaria de la Mesa y Junta del Parlamento, PSN, Geroa Bai y EH Bildu subrayaron ayer el trabajo realizado por cada una de estas formaciones en la negociación con el Estado, de la que hoy previsiblemente se conocerán más detalles en la reunión que celebrará la parte navarra de la Junta de Transferencias, en la que tienen representación el Gobierno y las partidos del arco parlamentario.

Desde las filas del PSN, Ramón Alzórriz no tiene ningún duda de quién ha hecho posible este traspaso competencial. “Recuperar la transferencia era importante para Navarra y la presidenta Chivite va a traerla”, celebró el portavoz socialista, quien puso el valor del acuerdo “entre gobiernos socialistas”.

“Hemos avanzado en estos cuatro años más que en los 20 anteriores en el fortalecimiento de nuestro autogobierno”, añadió Alzórriz, para quien “el diálogo y el acuerdo traen el fortalecimiento del autogobierno frente a la crispación y la bronca permanente de otros grupos políticos que durante 20 años han hablado mucho y han hecho poco”.

Solana pide más transferencias

No es de la misma opinión la parlamentaria de Geroa Bai María Solana, quien recordó que “fue el Gobierno Barkos el que empezó el proceso y hubiéramos preferido que los plazos no hubieran sido tan extremos y que la junta no tuviera que trabajar con tanta urgencia”.

No obstante, dijo que en su grupo están “conformes” con los términos del acuerdo, pero que les “preocupa” que, “una vez cumplida esta transferencia, Navarra no tenga pendiente ninguna otra solicitud. Solana incidió en que “todas las competencias firmadas” en esta legislatura, como la sanidad penitenciaria o el ingreso mínimo vital, “son las tramitadas la anterior legislatura o la gestionada por el PNV en el Congreso”. Y considera que hay tarea “bien urgente” por hacer en este terreno, pero “no se ha avanzado en estos cuatro años en la transferencia de las becas, que fue apoyada por este Parlamento, o la de I+D”.

Por su parte Adolfo Araiz, de EH Bildu, aludió a que el traspaso de Tráfico forma parte “del preacuerdo presupuestario entre EH Bildu y el Gobierno central”, si bien reconoció que “el Gobierno foral también ha estado a la altura y eso tiene valor político”. A su juicio, “no tiene sentido que haya tres policías integrales haciendo el mismo trabajo en Navarra” y apostó por reducir el periodo transitorio al máximo y por activar la pasarela de policías municipales para lograr cuanto antes los 149 agentes que necesita la Policía Foral para asumir la competencia.

También Mikel Buil (Podemos) se felicitó por esta transferencia, que supone “más autonomía” para “hacer cosas más concretas, más coordinación entre agentes y mandos”.

Esparza: gestión compartida

La nota discordante la puso el presidente de UPN, Javier Esparza, quien apoya este traspaso con matices. De hecho, reivindicó que la gestión de tráfico se siga haciendo “de forma compartida entre Policía Foral y Guardia Civil al igual que se hace con transporte o todo lo que tiene que ver con medio ambiente”. Una fórmula que incluso el Tribunal Supremo ya la cuestionó en una sentencia de 2018, en la que precisaba que no era eficaz.

Por lo demás, Esparza indicó que el hecho de que la competencia “llegue a través de un acuerdo presupuestario entre PSOE y EH Bildu hace daño al régimen foral”.