Navarra abonó el pasado año al Estado 882,6 millones en concepto de aportación por las competencias no transferidas mediante el Convenio Económico. Se trata un máximo histórico motivado por dos factores fundamentales. Por un lado, la actualización del quinquenio en diciembre pasado, en el que se actualizó la liquidación de los ejercicios anteriores. Con el nuevo cálculo Navarra debe compensar los ejercicios anteriores, en los que había pagado de menos. Y por otro, un concepto nuevo añadido a la aportación anual que la Comunidad Foral ajusta después por la vía de los ingresos. Según Hacienda, tiene un efecto presupuestario neutro, pero eleva la cifra global de aportación.

En cualquier caso los 882 millones suponen un incremento del 65% respecto al ejercicio de 2021, cuando la aportación quedó en 535 millones. La cantidad que Navarra paga al Estado cada año se había mantenido más o menos estable desde 2015, pero ha girado al alza tras la última actualización. Esto supone 1.329 euros por cada residente en Navarra, la segunda política de gasto más alta solo superada por la sanidad. El 15% del total del gasto presupuestario del pasado año, que ascendió a 5.600 millones, incluidas las amortizaciones de deuda.

La Hacienda Foral explica que este incremento se debe en parte al aumento del gasto presupuestario del Estado en estos últimos años, en los que se ha incrementado inversión pública para hacer frente a la pandemia primero y a la guerra en Ucrania después. Navarra asume el 1,6% de cada gasto del Estado en los que no tiene competencias propias, por lo que si sube la inversión estatal en esas partidas, también lo hace la aportación foral.

Sin embargo este aumento de gasto en Navarra no se ha notado hasta que a finales del pasado año pactó con el Estado la aportación anual para 2020-2024. Por eso, señalan en Hacienda, la comparativa con 2021 no es válida. Ese año, afirman desde el Departamento, se abonó una cifra provisional y con el método de cálculo anterior. En 2022 en cambio se incluyen los nuevos términos de ese ejercicio, pero también los dos anteriores, que dejaron un ajuste negativo de 144 millones.

La aportación de 2022 sería así de 738 millones, entre los que se incluyen 117 millones correspondientes al nuevo “ajuste de retenciones”, que se compensa por la vía de más ingresos por parte del Estado. De esta forma, la aportación “neta” de 2022 habría sido de 621 millones, 40 millones más que los 580 millones ajustados de 2021.

Mayor dependencia el Estado

El incremento de la aportación anual coincide también con una mayor dependencia de los flujos fiscales con el Estado. Navarra recauda sus impuestos y abona una parte al Ministerio de Hacienda, pero este trasvase de fondos también tiene recorrido inverso en algunos impuestos importantes.

Es por ejemplo el caso del IVA. Históricamente Navarra recaudaba la mayor parte de este tributo pero los últimos años la tendencia se ha invertido hasta el punto de que, en 2022, la Hacienda Foral ingresó por gestión directa del IVA 292,5 millones, mientras que recibió por parte del Estado 1.363,8 millones. En 2011, antes del ajuste que hubo que hacer para compensar el nuevo sistema de tributación para las exportaciones, los ingresos directos por IVA eran de 1.036 millones, frente a los 171 que se recibían en concepto de ajustes desde Madrid.

Desde entonces la relación se ha invertido, y se han añadido nuevos conceptos que han aumentando esta dependencia tributaria. En principio, el efecto es inocuo, porque el reparto financiero se acuerda en el marco bilateral del Convenio Económico y el saldo final, ya sea mediante ingresos propios o con los ajustes externos, al final es el mismo. Pero puede suponer un problema en los momentos de discrepancia o tensión política, en los que Navarra queda con menor margen de presión y negociación frente al Estado, que no solo tiene a favor su tamaño, ahora también el control del flujos fiscales entre ambas administraciones.

Aportación al Estado

Convenio económico. Es la ley que regula la autonomía financiera de Navarra. La Comunidad Foral recauda sus propios impuestos, y luego paga una parte al Estado por aquellas competencias que no tiene transferidas. Ahí se incluyen los intereses de la deuda pública, las prestaciones sociales o el pago al presupuesto de la UE.

Aportación. Es la cantidad que Navarra paga cada año por los servicios que el Estado presta en Navarra. Cada cinco años se negocia un año base, que sirve de referencia para todo el quinquenio. La última vez se renovó, con dos años de retraso, en diciembre para el periodo 2020-2024. Los años prorrogados se ajustan a posteriori.

Las cifras

  • 2015: 510
  • 2016: 498
  • 2017: 498
  • 2018: 546
  • 2019: 548
  • 2020: 431,25 (+79)
  • 2021: 580 (+106)
  • 2022: 621 (+117)

Entre paréntesis, los ajustes por retenciones que se incluyen como parte de la aportación de Navarra al Estado. En 2022 se abonaron además 144 millones correspondientes a ejercicios anteriores