La formación de las comisiones en el Parlamento de Navarra ha derivado en un cruce de reproches entre el PSN y EH Bildu. Con los socialistas “molestos” con la formación soberanista, a la que acusan de “favorecer” los intereses de la derecha en la Cámara legislativa. Todo a cuenta de la elección de las mesas de las distintas comisiones, que en varios casos ha derivado en presidencias de UPN por la falta de acuerdo entre los socios del Gobierno y su aliado parlamentario.

La polémica se inicia la semana pasada. Con la nueva legislatura el Parlamento tiene que elegir sus órganos internos y las personas que los deben dirigir. Una cuestión más formal y técnica que política, pero que ha servido a EH Bildu para marcar distancias con los partidos del Gobierno, y en especial con el PSN, tras el proceso de investidura.

Las comisiones están formadas por 14 miembros, seis de PSN (3), Geroa Bai (2) y Contigo (1), y otros tantos de UPN (4), PP (1) y Vox (1). EH Bildu, con dos representantes pedía a cambio de su apoyo a la mayoría de Gobierno la creación de una comisión extraordinaria para tratar la despoblación en el Pirineo. Los socialistas aceptaban su creación, pero sin atribuciones legislativas, que quedan para la comisión ordinaria de Cohesión Territorial, donde el Gobierno deriva todas sus propuestas sobre despoblación. “No solo hay despoblación en el Pirineo, también en otras zonas de Navarra”, argumentó este lunes Ramón Alzórriz.

Pero EH Bildu quería atribuciones específicas así que, ante la falta de acuerdo, ha optado por abstenerse o votar a sus candidatos durante la elección de los órganos de las comisiones. El resultado ha sido que seis de las 13 comisiones constituidas hasta ahora están presididas por UPN, incluida la que recibe a la presidenta María Chivite en sus comparecencias. Y la derecha tiene además mayoría en la comisión de Hacienda, lo que le permite condicionar el debate fiscal y presupuestario en algunos puntos. “EH Bildu está favoreciendo a la derecha en el Parlamento”, se quejó Alzórriz.

Los socialistas cuestionan además la forma con la que su socio parlamentario ha querido negociar las comisiones, y que considera una “imposición”. “Ese no es el camino. Nuestro camino es el del diálogo y el acuerdo, pero dentro de los cauces que hemos seguido siempre. Si quieren imposición, no nos van a encontrar. Habrá diferencias claras, más allá de que las presidencias en comisiones no tienen relevancia legislativa en el Parlamento, aunque nos va a obligar a afinar mucho más en los Presupuestos que tendremos que trabajar próximamente”, argumentó.

EH Bildu por su parte entiende que su posición ha sido clara. “Pusimos unas condiciones que pensamos que son aceptables, simples, interesantes y muy fáciles de llevar a cabo”, defendió ayer Larua Aznal, que criticó que los socios del Gobierno puedan pactar con UPN en determinados momentos de la legislatura. “Esta legislatura no puede ser igual que la pasada. Debe ser un punto de inflexión, de romper amarras definitivamente con la derecha, y de consolidar las mayorías progresistas que hay en este Parlamento hablando, negociando, y en su caso llegando a acuerdos”, reclamó Aznal, que avanzó que su grupo no aceptará que el Gobierno pueda jugar a alianzas diferentes a lo largo de la legislatura. “No puede ser que los grupos del Gobierno pacten con la derecha según los intereses que pueda tener”, reclamó.

Un escenario que UPN no ve mal, y en el que empieza a ver “nervioso” a EH Bildu con la posibilidad de acuerdos variables. “Sabíamos que no eran demócratas pero con afirmaciones como esta -pedir que no se pacte con UPN- lo terminan demostrando. Son intolerantes y sectarios”, afirmó Javier Esparza.