La fecha concreta en que el presidente español, Pedro Sánchez, acudirá al Congreso para dar explicaciones sobre el caso Koldo ha desembocado en una gran bronca política después de que el Grupo Socialista haya planteado en la Junta de Portavoces de la Cámara baja que dicha comparecencia tenga lugar el 9 de julio. Mientras la mayoría de sus socios querían que fuera antes, el PP maniobró para que se produjera esta misma semana. El pico de tensión ha coincidido con el intento de los 'populares' de forzar una votación durante el pleno para que Sánchez adelantara su intervención, lo que se ha topado con el veto de la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
El PSOE ha alegado que el 9 de julio es la primera fecha que tiene libre Sánchez, en cuya agenda hay varios compromisos internacionales. En su comparecencia está previsto que ofrezca explicaciones sobre el caso Koldo pero también sobre la cumbre de la OTAN del 24 y 25 de junio, y el Consejo Europeo del 26 y 27.
En rueda de prensa el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, ha señalado que su grupo propuso modificar el orden del día del pleno de esta semana para que el jefe del Ejecutivo compareciera tras concluir la sesión de mañana. Ese cambio exigía unanimidad en la Junta de Portavoces pero el PSOE, con el único apoyo de EH Bildu, se ha opuesto. Tellado ha censurado la posición de Bildu y ha lamentado la “tibieza” de Sumar.
Agenda compleja
La portavoz de Sumar, Verónica Barbero, ha explicado que su formación entiende que un presidente del Gobierno puede tener una agenda compleja “que no le permite hacer cambios de un día para otro”, pero ha alegado que no debería tardar tres semanas para una intervención “que ha pedido el propio presidente y que la ciudadanía está esperando”.
Desde el PNV coinciden en que la comparecencia sea “a la mayor brevedad posible”. Entienden que esta semana Sánchez está protagonizando una ronda con los aliados de la investidura y que el PP no debe marcar la agenda jeltzale, pero no comparten que las explicaciones públicas del jefe del Ejecutivo lleguen a mediados de julio.
En un mensaje en X, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ironiza con que Sánchez no pueda comparecer “ya” por sus compromisos internacionales y añade que Moncloa “debería entender que para seguir cumpliendo con esa agenda internacional debe seguir siendo presidente”.
El más maleducado
El portavoz del Grupo Socialista, Patxi López, ha cargado contra su homólogo del PP, Miguel Tellado, tras el choque que se ha producido entre ambos en la Junta de Portavoces. “Es un faltón y la persona más maleducada del Parlamento”, ha afirmado. En el fragor de la discusión, Tellado llegó a llamar “ladrones” a los socialistas y pidió la dimisión de Francina Armengol por el caso de las mascarillas en Baleares. López protestó por ello y pidió que esas acusaciones no se recojan en el acta de la Junta de Portavoces.
Tellado censuró después que, si no hay cambios, Sánchez comparecerá dentro de tres semanas, y recordó que él mismo prometió que acudiría al Congreso en la primera fecha disponible. “Era una bola”, alegó. Tachó al presidente de “forajido” que huye del control del Parlamento pero su grupo aún tuvo un último intento de cambiarle el paso.
Enfrentamiento total
Así las cosas, el PP ha intentado que fuera el pleno del Congreso, al inicio de la sesión de hoy, quien forzara el cambio del orden de día, y así lo ha pedido el portavoz popular, Miguel Tellado, con el reglamento en la mano. Pero la presidenta ha rechazado la reclamación escudándose en esa falta de unanimidad de la Junta de Portavoces, así como en las “costumbres y normas” de la cámara.
El PP, entre gritos de “manos arriba, esto es un atraco” y “sinvergüenza”, invocaba el artículo 68.1 del reglamento, según el cual el orden del día del pleno puede ser alterado “por acuerdo de este, a propuesta del presidente o a petición de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los miembros de la cámara”. Ha recordado que sus diputados, que suman 137, superan con creces la quinta parte requerida.
Tellado, con el micro ya apagado, ha seguido en pie dirigiéndose a Armengol pero la presidenta del Congreso ha dado comienzo al pleno llamando a la tribuna al diputado del PP encargado de defender el primer punto del orden del día, Juan Diego Requena. Desde la tribuna, este ha leído varias veces el artículo 68.1 del reglamento, con la bancada del PP aplaudiendo en pie y pidiendo a gritos la dimisión de la presidenta.
“La mala educación no va conmigo” y “la democracia no se defiende gritando”, ha respondido Armengol con gestos visibles de hartazgo.