El Gobierno de Navarra adapta los tramos del IRPF para hacer frente a la inflación. Para ello prevé ajustar el Impuesto de la Renta en un 7%, lo que se conoce como la deflactación, para que el incremento del coste de la vida, y también de los salarios, no se traduzca en un mayor coste fiscal y por lo tanto en una menor capacidad adquisitiva. “Queremos evitar que la subida de los precios desemboque en una pérdida de poder adquisitivo”, explicó el consejero de Hacienda, José Luis Arasti, tras la sesión de Gobierno de este miércoles.
La medida será lineal para todas las rentas y se aplicará en dos fases. Un 4% tendrá efectos retroactivos al 1 de enero de este año, de forma que se notará en la declaración de la renta de la próxima primavera. El 3% restante entrará en vigor previsiblemente el 1 de enero de 2024, por lo que se podría notar ya en las nóminas de ese mismo mes o, en su defecto, en la declaración de la renta que se lleve a cabo en 2025. Las cifras van de la mano de la inflación prevista por el propio Gobierno foral, que ha estimado un crecimiento del IPC del 4% para este año y del 3,4% para el próximo.
La reforma fiscal del Gobierno también recoge un aumento de los mínimos personales y familiares del 6% en total, que se aplicará de igual manera. Un 3% para este ejercicio en vigor, con efecto en la declaración de renta del próximo año y un 3% para 2024, con efecto en 2025. El coste para Hacienda de ambas medidas será de 50 millones.
Debate parlamentario
No ha habido sorpresas en la reforma que plantea el Gobierno, que se queda por ahora en un ajuste fiscal pensado para compensar la inflación. Apenas se tocan el resto de impuestos salvo algunas actualizaciones vinculadas con el alquiler de vivienda. Por lo que el fondo del debate tributario, que en algunos aspectos había quedado abierto la pasada legislatura, pasa a las tareas del próximo año.
Hay no obstante margen para introducir algunos cambios. Aunque está en minoría, el Gobierno confía en que su propuesta saldrá adelante en el Parlamento sin mayores complicaciones. Tanto UPN como EH Bildu se han mostrado partidarios de la deflactación del IRPF, aunque pueden plantear algunas modificaciones. Así que es más que probable que el Ejecutivo haya dejado margen presupuestario para la negociación que se abre a partir de ahora. La reforma deberá pasar el trámite parlamentario, primero en comisión y después en pleno, para su aprobación definitiva en diciembre.
La deflactación del IRPF ya se aprobó en los ejercicios de 2020 y 2022. Sin embargo el Gobierno había evitado hacerlo este año, como había demandando UPN, priorizando la mejora de la situación fiscal de las rentas bajas, más castigadas por la inflación. Ahora apuesta por ampliar el marco fiscal para “llegar a toda la ciudadanía” y aprovechando que el impuesto del IRPF “ya es progresivo de por sí”. “Hemos tenido en cuenta criterios de justicia y empatía con la situación de aquellas familias que están notando los efectos adversos de la inflación”, argumenta Arasti.
El consejero destaca además que las dos deflactaciones han quedado ya consolidadas en el impuesto, así como el incremento del 5% en la deducción por los mínimos personales y familiares aprobada en 2022 y el aumento adicional de 100 euros para las personas con rentas inferiores a 30.000 euros. Medidas que en cualquier caso tendrán un impacto relativo en el bolsillo de los contribuyentes, y que quedan supeditadas también al debate presupuestario, que este año se tramitará de forma separada a partir de enero. Las mayorías no obstante parecen ligadas en uno y en otro proyecto.
¿Cuáles son las nuevas medidas fiscales en Navarra?
Deflactación. Para compensar la inflación y su efecto en los salarios, el Gobierno de Navarra plantea deflactar la tarifa del IRPF, adaptando los tramos para que los contribuyentes no pierdan poder adquisitivo. Se hará en dos fases. La primera, del 4%, se aplicara con efectos retroactivos, por lo que será efectiva ya en la próxima declaración de la renta. La segunda, del 3%, será efectiva a partir del 1 de enero de 2024.
Mínimos personales y familiares. La deducción que recibe cada contribuyente por su situación personal (hijos, familiares a cargo, discapacidades...) se incrementan en un 3% este año, con efecto en la próxima declaración de la renta, y otro 3% en el ejercicio de 2024.
Acceso a la vivienda. Aumentan las deducciones por arrendamiento para acceso a vivienda y por arrendamiento para emancipación de los programas Emanzipa y David. También se incrementa el límite de ingresos máximos para acceder a la ayuda. Serán de 22.000 euros, en caso individual, y de 35.000 euros, de manera conjunta. Por su parte, el importe máximo de la deducción pasa de 250 a 280 euros y el precio máximo del alquiler sube a 700 euros.
Alquiler. Se eleva del 60% al 70% la reducción del rendimiento neto de capital inmobiliario por arrendamiento de viviendas a través de Nasuvinsa.
Rehabilitación. Quedan sin límite de renta la exención por las ayudas públicas para rehabilitación protegida. Se equipara su situación así con las ayudas financiadas con fondos europeos.
Exención de ayudas. Queda exenta la ayuda estatal de 200 euros concedida en 2023 para compensar el precio de la energia a las rentas bajas. Así como las ayudas a los eco-regímenes (nueva PAC), con efecto desde 2023.
Otros impuestos. El proyecto del Gobierno incluye otras medidas, de carácter fundamentalmente técnico, relacionadas con los impuestos de Patrimonio, Sociedades, Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que en sus principales aspectos quedan igual.