El cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en el que se han cruzado durísimos reproches, ha elevado la tensión en el Congreso después de que el presidente del PP le haya acusado de “corrupción política” por haber comprado con “cheques” los votos que necesita para una investidura que, según el PP, nace de un “fraude electoral” porque “lo que se trae a esta Cámara no se votó en las urnas”. En sus 40 minutos de discurso, el líder de la oposición le ha espetado que “las ganas de comer del independentismo se han juntado con su hambre insaciable de poder”, criticando al socialista por no tener límites políticos, legales, ni éticos, dado que “no tiene reparos en recurrir a la mentira siempre que le beneficia” y porque “el fin justifica cualquier medio y socio”. “Su investidura se va a propiciar a través de un ejercicio de corrupción política” al tomar decisiones “contra el interés general a cambio de beneficios personales”, ha reiterado Feijóo, repasando las promesas electorales del candidato socialista e incidiendo en que la amnistía “no mejora la convivencia” sino que la “destruye”. Por ello, ha preguntado a Sánchez qué dirá cuando los independentistas “repitan el golpe, como ya están advirtiendo”. “¿Nos propondrán que les volvamos a amnistiar o ya no hará falta porque eliminarán todos sus delitos del Código Penal como hicieron con la sedición?”, ha interpelado.

Tras arremeter contra su “ausencia de restricciones morales” y su “patológica ambición”, Feijóo ha calificado las justificaciones del socialista como un “delirio”, afirmando que hasta en las citas de Machado miente. De paso, ha exhibido el dossier con las declaraciones de distintos colectivos sociales contra la amnistía, preguntando a Sánchez si “todos son unos ultras peligrosos”. “¿Felipe González, Alfonso Guerra, Cándido Méndez, Francisco Vázquez, Virgilio Zapatero, Nicolás Redondo, Javier Sáenz de Cosculluela son nostálgicos del franquismo? Su pacto liquida la historia del PSOE”, ha valorado el líder del PP, que promoverá una Ley de Lealtad Constitucional, con una exposición de motivos que “aludirá expresamente a la impunidad generada por la amnistía”.

La sonrisa de Irene Montero

Feijóo ha defendido al líder de Vox, Santiago Abascal, por tener “a veces más sentido de Estado” que Sánchez, ha sacado pecho de las protestas y hasta ha pedido explicaciones al socialista sobre por qué piensa cesar a Irene Montero cuando presume de presidir el Gobierno más feminista, palabras que la titular de Igualdad ha recibido asintiendo con una sonrisa de resignación junto a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. “Con lo bien que lo han hecho en Igualdad y resulta que la señora Montero es una pésima ministra, es sorprendente”, ha ironizado el dirigente popular.

En la réplica, el líder del PSOE se ha burlado de él y de su afirmación de que él no es presidente porque no quiso, esgrimiendo que no lo es porque no dan las matemáticas por culpa de Vox. Sánchez ha profundizado en la deriva hacia la ultraderecha a la que está llevando a su partido Feijóo, al que ha tildado de “falso moderado”. A su juicio, es “el dirigente de la derecha que ha ido más lejos en la cercanía con la extrema derecha”, evocando el pasado de Fraga, que “se distanció del franquismo y se incorporó a la democracia y usted se está alejando de los principios democráticos y desfila con los franquistas de Vox”. “Fraga estuvo más perspicaz, fue también más útil a la democracia”, ha rubricado Sánchez.