Al puzzle de la transparencia política navarra le faltaba una pieza: las declaraciones de bienes de los parlamentarios. Su publicación permite hacer una foto del estado de las cuentas de quienes dirigen el Presupuesto público hacia un lado o hacia otro y redactan –y hacen aplicar– las leyes.

Este periódico ha hecho un análisis anonimizado de la rendición de cuentas de los 100 políticos más importantes de Navarra. Los resultados son claros: la clase política foral supera la media del resto de la población en número de pisos en propiedad, participación en fondos de inversión o planes de pensiones.

Conviene aclarar varias cosas. En primer lugar: los resultados son generales y anonimizados. La razón es que no se trata de hurgar en el patrimonio con afán de señalamiento. La idea es analizar cuáles son las grandes cifras y compararlas con la estadística del resto de la población.

Cualquiera puede reconocer, además, que el principal cometido de las declaraciones de bienes está cumplido de sobra. Hace más de una década, en plena crisis económica y de credibilidad, los cargos pensaron que desnudar su patrimonio personal ayudaría a enfriar un debate –muchas veces manipulado– que comenzaba a agitar a la ciudadanía: que los políticos utilizaban la política para enriquecerse.

Hoy, cualquiera que eche un vistazo a las declaraciones –son todas públicas– debe reconocer que quienes se dedican a la política están lejos de poder llamarse ricos. Muchos de ellos tienen un patrimonio seguramente equiparable al de los ciudadanos que, lejos de la política, desempeñan una actividad liberal.

De hecho, los cargos en activo provienen en su mayoría de ahí. Basta ver las profesiones más comunes entre los políticos: médicos, profesores, abogados o funcionarios, por citar cuatro. En algunos casos, a costa de perder dinero o de estar permanentemente en la picota. Más de la mitad tiene un trabajo fuera esperando o están jubilados. Otros no: la política es el único trabajo que se les recuerda. Sobre si el poder también se hereda hablaremos otro día.

Siete bloques

La información está dividida en siete bloques: vivienda en propiedad; ahorro en banco; planes de pensiones; deuda pendiente; dinero en fondos de inversión; dinero en acciones; y vehículos en propiedad, con la comparación entre coches de combustión y eléctricos.

Sobre la muestra, el criterio ha sido doble. Por un lado, analizar a los representantes de las instituciones más importantes: Gobierno de Navarra; Parlamento; Cortes Generales; y el gobierno y los concejales de la capital, Pamplona.

Por otro, circunscribir el análisis a aquellos que, en términos generales, podríamos denominar como elegidos directamente por los ciudadanos. Hay matices: a los consejeros los designa la presidenta, por ejemplo. De ahí que hayan quedado fuera los directores generales, que también hacen declaración de bienes y no son directamente votados, pero que ocupan cargos de segunda línea y suelen tener un perfil más técnico.

En este análisis también están las declaraciones de Juan Cruz Cigudosa y Elma Saiz, que acaban de abandonar la política navarra para ir al Gobierno central.

Y, por último, el análisis también trata de contraponer los resultados en la clase política en comparación con el resto de la sociedad. Las fuentes comparadas son informes de consultoras especializadas, el INE, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNVM) y la OCU. Y que cada ciudadano elabore su propio juicio.

LOS 100 POLÍTICOS NAVARROS MÁS IMPORTANTES

PRESIDENTA Y CONSEJEROS: María Chivite, Fernando Domínguez, Amparo López, Josemari Aierdi, Begoña Alfaro, José Luis Arasti, Óscar Chivite, Rebeca Esnaola, Ana Ollo, Félix Taberna, Juan Cruz Cigudosa*, Mikel Irujo, Carmen Maeztu, Carlos Gimeno.

PARLAMENTARIOS FORALES: Javier Esparza, Ramón Alzórriz, Marta Álvarez, Ángel Ansa, Adolfo Araiz, Mikel Asiain, Pablo Azcona, Arantza Biurrun, Miguel Bujanda, Olga Chueca, Ana Elizalde, Raquel Garbayo, Javier García, Maribel García Malo, Pedro González, Txomin González, Miguel Garrido, Carlos Guzman, Unai Hualde, Yolanda Ibáñez, Iñaki Iriarte, Arantxa Izurdiaga, Emilio Jiménez, Irati Jiménez, Inma Jurio, Javier Lecumberri, Dani López-Córdoba, Carlos Mena, Maite Nosti, Blanca Regúlez, Irene Royo, Leticia San Martín, Juan Luis S. de Muniáin, Itxaso Soto, Javier Trigo, Xebe Txoperena, Ainhoa Unzu, María J. Valdemoros, Mikel Zabaleta, Félix Zapatero, Maite Esporrín, Ibai Crespo, Kevin Lucero, Laura Aznal, Isabel Aramburu, Cristina López Mañero, Eneka Maiz, María Solana, Javier Arza.

AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA: Cristina Ibarrola, Carlos Salvador, María Caballero, María Echávarri, Aitor Silgado, Izaskun Zozaya, Raúl Armendáriz, Clara García Valiño, Javier Labairu, Joseba Asiron, Garbiñe Bueno, Joxe Abaurrea, Maider Beloki, Endika Alonso, Aitziber Campion, Borja Izaguirre, Zaloa Basabe, Elma Saiz*, Xabier Sagardoy, Marina Curiel, Eloy Del Pozo, Nuria Medina, Carlos García Adanero, Carmen Alba Orduña, Koldo Martínez, Mikel Armendáriz, Txema Mauleón.

CONGRESO Y SENADO: Santos Cerdán, Adriana Maldonado, Bel Pozueta, Uxue Barkos, Javier Remírez, Toni Magdaleno, Sergio Sayas, Alberto Catalán, Ana Beltrán, Ione Belarra.

* Juan Cruz Cigudosa y Elma Saiz acaban de dejar la política navarra para ir al Gobierno de Sánchez

Vivienda: en propiedad y 'a pares'

España es un país de vivienda en propiedad. Incluso de segunda residencia: de tener un apartamento en la playa o de comprar otro piso para los hijos o como inversión. El alquiler, pese a los esfuerzos públicos, sigue siendo casi siempre una opción para el que no puede comprar. También en políticos.

Según la radiografía del mercado de la vivienda de Fotocasa, con datos a 2023, el 20% de los ciudadanos del Estado tenía dos o más viviendas en propiedad, un porcentaje que es más mayor conforme suben la edad y los ingresos del encuestado. La cifra es del 61% en el caso de personas que declaran tener una vivienda en propiedad. El análisis de las declaraciones navarras ofrece otro panorama. El porcentaje de políticos que tiene dos o más viviendas se sitúa en el 45%. Y el de propietarios de una única vivienda supera el 90%.

La diferencia es muy clara. En cierta manera, los políticos navarros se sitúan en un umbral de ingresos mucho más alto que la media. El sueldo más habitual en España ronda los 20.000 euros, según el INE. Los ingresos de los políticos –los que están liberados– son mucho más altos: en torno a 40.000-50.000 euros anuales en el caso de parlamentarios o concejales rasos. De ahí, para arriba. También hay que tener en cuenta que, en no pocos casos, los políticos han llegado a la política desde profesiones liberales bien remuneradas –abogacía, medicina, docencia...–.

El análisis de la vivienda deja también dos detalles en la política navarra. Apenas un 10% dice no tener vivienda en propiedad. Y surge un dato curioso que tiene que ver con los políticos menores de 35 años: son muchísimos menos los que afirman tener piso en propiedad. El porcentaje, en este caso, es cercano al 60%, cuando se disparaba al 90% para el total del grupo. Quizá la diferencia permita pensar en un acceso al mercado muy desigual dependiendo de la edad, uno de los problemas de la vivienda en el Estado.

Uno de cada cuatro políticos tiene 50.000 € o más ahorrados en cuentas

La radiografía de las declaraciones también ofrece datos en dos categorías que dicen mucho de la economía de una persona: el dinero ahorrado en el banco, si tiene o no plan de pensión privado y si debe dinero.

El análisis constata que uno de cada cuatro políticos tiene, al menos, 50.000 € en cuentas de ahorro. Y que el porcentaje que declara tener alguna cantidad en planes de pensiones privados alcanza el 28%. Un número superior al de la media de los navarros, que en 2022 se situó en el 16% después de que muchos retiraran su dinero al empezar a ser un producto menos interesante.

Navarra es, históricamente, una comunidad muy ahorradora. Lo dicen la estadísticas. Eso sí, nunca se había ahorrado tanto como en los últimos años, los que van hasta el año de la pandemia. Las familias y las empresas navarras ahorraron 2.100 millones entre enero de 2020 y junio de 2021, una cifra record influida por las restricciones provocadas por el coronavirus. Los políticos no son una excepción.

En lo que sí son distintos es en la cantidad de planes de pensiones. Navarra, con cierta trayectoria en el producto, ronda el 16% de personas con uno de estos productos. El porcentaje ha ido a menos y en 2019, por ejemplo, hubo 5.000 rescates, según datos de Inverco, porque financieramente ya no son un producto tan atractivo.

En cuanto a deber dinero –sobre todo en forma de préstamo hipotecario–, el porcentaje también es llamativo: lo reconoce el 41% de los políticos navarros.

Parque móvil: un coche por político y casi todos de combustión

Hay dos estadísticas que avalan que el coche eléctrico no está calando en el Estado. La primera es que la OCU constató que, en 2022, el porcentaje de coche eléctrico sobre el total de ventas no llegaba al 5%. La otra es que muy poquita gente declara tener coche eléctrico. Y los políticos no son ajenos a esta realidad. Será la legislación, la escasez de puntos de carga, el precio o los tipos de desplazamiento. Será lo que sea, y en cierta medida es trabajo de los políticos darle vueltas al tema –sobre el que ya han legislado en Navarra, por ejemplo, con exigencias de electrificación en el parque móvil público–.

Lo único cierto es que el número de coches de los políticos navarros supera el centenar –algo más de un coche por político– y solo dos de ellos son 100% eléctricos. Hay híbridos e híbridos enchufables, sí. Generalmente en coches de alta gama y muy modernos. Pero sigue predominando el motor de combustión tradicional, tanto en coches como en motocicletas. Son los bienes más populares, junto con los pisos. Hay quien también declara tener en propiedad máquinas agrícolas y autocaravanas.

Acciones y fondos: una práctica mucho más extendida que en el resto de la gente

Las acciones, los fondos de inversión y los títulos de renta fija son tres productos financieros de esos que se denominan complejos. Tienen un componente de riesgo mucho más pronunciado que el ahorro y el interés de toda la vida y eso hace que los ciudadanos con dinero en ellos sean una minoría.

El informe de Estudios y Estadísticas de la Dirección General de Política Estratégica y Asuntos Internacionales de la CNMV para 2021 cifraba solo en el 3% de la población estatal la que tenía inversiones en fondos y acciones. El porcentaje en el caso de la clase política navarra es mucho mayor.

El análisis de las declaraciones revela que el 22% tiene algún tipo de participación en forma de acciones, aunque haya mucha variación entre casos, que van desde participaciones simbólicas a paquetes mucho más serios.

El porcentaje es algo menor en cuanto a participación en fondos de inversión: el 16% de los políticos navarros reconoce tener dinero en algún producto que tiene que ver con fondos de inversión, sin dar más detalle.