Hace tiempo que el Congreso de los Diputado se convirtió en un reñidero donde cualquier excusa es válida para el combate político. Así que como era previsible la sesión de este miércoles estuvo marcada por la moción de censura anunciada en Pamplona. Un escenario que tanto PP como Vox aprovecharon para atacar a Pedro Sánchez y su política de alianzas, la que le ha permitido seguir en La Moncloa y ha dejado a la derecha en la oposición. Que ahora tiene un motivo más de agravio.

Para este viernes está prevista además la primera reunión entre Sánchez y Alberto Núñez Feijóo desde las elecciones. Un encuentro habitualmente cordial entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición, pero que esta vez viene marcado por el ambiente de tensión política que ha rodeado a la investidura. De hecho, la cita no será en el Palacio de La Moncloa como suele ser habitual. Será en el Congreso y con el orden del día que ha planteado el líder del PP, que hasta ahora había evitado la reunión. “Para ti la perra gorda”, afirmó Sánchez. “No me hago ilusiones, la perra gorda para usted es la que le da Bildu”, replicó Feijóo.

No quiso entrar al detalle de la realidad municipal de Pamplona el presidente, ni tampoco al cuerpo a cuerpo del último pleno de investidura. Sánchez parece dar por amortizada a la oposición y mira ya a una legislatura que no va a ser fácil, pero que va a ser más larga de lo que le gustaría a la derecha. Y aunque se abre a dialogar sobre todo aquello que le pide el PP, Sánchez también deja claro que no va cambiar de dirección apenas un mes después de la investidura. “Ni el Gobierno ni el PSOE van a cambiar de estrategia. Vamos a continuar defendiendo la convivencia, el diálogo, la superación de los conflictos políticos con la palabra, la Constitución y la capacidad de negociar entre distintos”, defendió Sánchez.

Hasta por tres veces tuvo que dar réplica el presidente del Gobierno a PP y Vox a cuenta de la moción de censura en Pamplona. Cuatro, si se incluye la pregunta que el diputado navarro Carlos García Adanero hizo en su turno de control al ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, entre menciones a ETA.

Pamplona como argumento

La moción de censura estuvo presente en el debate desde el principio, y eso que el primer punto del orden del día en el Congreso era un balance sobre la Presidencia española de la Unión Europea. Feijóo sin embargo la sacó a colación a cuenta de la reunión prevista para el viernes, y que Sánchez asume como mal menor para tratar de desbloquear algunos asuntos pendientes.

Feijóo y al fondo Abascal, durante la sesión en el Congreso. Eduardo Parra

Y lo volvió a hacer también después, esta vez en su pregunta de control, para reprochar al líder del PSOE que vaya a “entregar Pamplona a Bildu” después de haber presumido durante el debate de investidura de que “era UPN la que estaba gobernando” en la capital navarra. “Es imposible tener menos respeto por la verdad, por los principios y por la palabra”, denunció Feijóo.

El presidente por su parte lamentó la “competición absurda” que tienen el PP y Vox “para ver quién la dice más gorda”, recurriendo a “insultos groseros, sean frutales o no”, en referencia a la frase de Isabel Díaz Ayuso, dirigida al jefe del Gobierno durante el pleno de investidura, y que luego justificó afirmando que había dicho “me gusta la fruta”. “Lo único que le pido es que deje de lado el insulto y se comporte con algo de urbanidad y educación”, reclamó Sánchez, que lamentó que desde que es presidente el PP se ha dedicado a organizar manifestaciones en la calle.

No iba a ser menos que el PP, así que Vox también recurrió en el Congreso a la moción de censura de Pamplona para denunciar que el PSOE haya “abierto las puertas de las instituciones” a Bildu, “una cesión de tantas” enmarcada en “pactos ocultos”. “Cuando hubo que elegir, usted decidió entenderse con la banda del carnicero de Mondragón”, afirmó la diputada Pepa Millán. “Utilizan el dolor de las víctimas del terrorismo para tratar de erosionar y criticar al Gobierno”, replicó Sánchez que, por si había dudas, dejó claro que en Pamplona no hay marcha atrás: “No vamos a cambiar de estrategia”.

Rifi-rafe

“No se preocupen tanto por UPN”

Presos de ETA. El diputado y concejal en Pamplona, Carlos García Adanero, utilizó su turno de pregunta al Gobierno para preguntar si, tras la moción de censura, habrá “indultos y amnistías para los presos etarras”. “Les da igual que se haya asesinato a más de mil personas o que hayan asesinado a sus compañeros porque les vale para estar un ratito más en la Moncloa”, afirmó Adanero, que acusó al PSOE de “cambiar de bando”. El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, no quiso entrar al marco que le fijó el diputado navarro, al que volvió a llamar “tránsfuga” y recriminó que ahora “preocupe tanto” del partido que le expulsó por no seguir sus directrices. “Todos los pactos que se han sellado para la investidura de Pedro Sánchez son públicos”, garantizó Bolaños.