Seis intervinientes, más la moderadora siete, protagonizaron la mesa redonda con la que se clausuró ayer la jornada ‘Mujeres políticas, políticas feministas’ en Baluarte, dentro del Foro de Mujeres Políticas que puso en marcha en 2019 el INAI/NABI.
Las seis participantes fueron Begoña Alfaro, vicepresidenta tercera y consejera del Gobierno de Navarra, Bakartxo Ruiz, exparlamentaria foral, Piluka García Castellano, primera teniente de alcalde y concejal de Zizur Mayor, Leire Remiro, alcaldesa del Valle de Erro, Bertha Sánchez, exalcaldesa de Garinoain y María José Villatuerta, alcaldesa de Villatuerta. Las seis, moderadas por la consultora Ángela Paloma, compartieron experiencias con denominador común: la coincidencia en subrayar el sesgo machista que perdura en la política. Durante poco más de una hora hablaron de la superación de las barreras de género, de la necesidad de un enfoque feminista de las políticas públicas y de un modelo de gobernanza basado en una mayor justicia e integración y un mejor entendimiento de la propia sociedad.
UN PESO QUE AÚN SE HEREDA “Vivimos en una sociedad patriarcal”, constató Leire Remiro, alcaldesa del Valle de Erro, “en la que existen los estereotipos y los valores tradicionalmente masculinos y los valores tradicionalmente femeninos”. En esa socialización, cree que las mujeres tienen “mucha más experiencia vital en el consenso, porque no nos ha quedado otra. Ellos tienen mucha más experiencia vital en el ejercicio del poder, porque es en lo que se les ha socializado desde que nacen”. Cuestión que no se puede obviar, dijo, al llegar a la política. Para esta regidora, por tanto, es necesaria una política feminista, “alejada del androcentrismo”. Sin embargo, como “el poder y el espacio público ha sido masculino”, lo que aún cotiza son los valores “tradicionalmente masculinos”. Así que animó a reivindicar que los valores más asociados a lo femenino, que tradicionalmente “se han despreciado”, son útiles y necesarios para la política, dirigida a arreglar la vida de las personas, y para construir una sociedad habitable para todas las personas que la integran”. Remiro es vecina de Orondritz, forma parte de una candidatura independiente, Haize Morea, formada solo por mujeres, que cogobierna con EH Bildu.
EL RETO DE LA PARTICIPACIÓN También intervino María José Calvo, alcaldesa socialista de Villatuerta, que destacó una medida “tan básica” como la creación de una concejalía de Igualdad como forma también de activar la participación. Ella asumió en 2020 el cargo de alcaldesa por una renuncia por motivos personales del alcalde que le precedió. Tres años después, en las elecciones del pasado mes de mayo, ya como cabeza de lista, se convirtió en alcaldesa electa. “La alcaldía era un cargo masculinizado, las mujeres no contábamos en la toma de decisiones”, recordó.
Otra participante fue Bertha Sánchez, exalcaldesa de Garinoain en la anterior legislatura, de origen mexicano, que lleva en Navarra desde 2012. “Siento que siendo mujer y migrante cuesta el doble demostrar que era una persona capacitada para estar al frente, pero se fue reconociendo que el trabajo que hacíamos era importante”. Sánchez llegó a primer edil como miembro del Grupo Independiente Agrupación por Garinoain.
En otro turno, la primera teniente de alcalde de Zizur, Piluka García Castellano, de Geroa Bai, reivindicó la importancia del área de Servicios Sociales y la coherencia feminista de “liderar áreas que ponen a la persona en el centro desde una asunción de responsabilidades colectivas en la atención a la ciudadanía”.
“En política las formas son parte del fondo”, afirmó después, convencida de que las mujeres hacen política “de otra manera”, con búsqueda de acuerdos, sinergias y reconocimientos mutuos. “No es que sean formas exclusivas de mujer”, matizó, “pero sí concomitantes con la visión que como mujeres tenemos, sea por genética o socialización”. Por ello, abogó por “no dividir la actividad municipal en áreas masculinas y femeninas”, y “feminizar” la acción en su conjunto.
REGLAS Y 'STATU QUO' Para la vicepresidenta tercera y consejera Begoña Alfaro, líder de Contigo-Zurekin, “las reglas de juego las marcan los hombres, que deciden el ‘statu quo’, y vienen determinadas por su forma de estar en el mundo”. Puso un ejemplo: “Da lo mismo que digan una chorrada, porque la dicen ellos, no van a pensar 40 veces antes de abrir la boca”. Alfaro reivindicó “el derecho a dudar”, que se entiende sin embargo como una “debilidad”. En cualquier caso, reivindicó que Navarra es “ejemplo de muchísimas cosas”, y destacó, por ejemplo, “la potencia” de la imagen de tres mujeres presentando el acuerdo de Gobierno: Chivite, Barkos y ella misma. Con todo, considera “imprescindible cambiar las formas de relacionarnos, de hacer política y de ejercer el poder”.
“ESTRUCTURAL” Bakartxo Ruiz, parlamentaria foral de EH Bildu desde 2011 a 2023, denunció la “desigualdad estructural” en cuestión de género, que también afecta al periodismo. “Un sesgo” al enjuiciar el trabajo de las mujeres, con “momentos de mayor invisiblización” y una “sutil infantilización”. Para Ruiz si no hubiera habido cuotas, “en las últimas décadas las mujeres habríamos seguido sin participar en política”. A su juicio, para transformar la cultura política y la institucional se tiene que empezar por las propias organizaciones, porque ni en estas ni en las instituciones hay “espacios libres de desigualdades y de violencia machista. Eso es así, y quien lo niegue está negando la realidad”.
Por tanto, a falta de mucho por hacer”para una “igualdad real”, las mujeres deben estar a la vanguardia” de ese proceso, pero no pueden “hacerlo solas”.
Según Ruiz, “o implicamos a los hombres de nuestras organizaciones para diagnósticos reales y medias efectivas internas, o lo vamos a tener complicado para hacer políticas públicas con enfoque feminista”.
