La parlamentaria María Jesús Valdemoros mueve ficha en la partida táctica en la que se ha convertido el congreso de UPN. La exdirectora general de Política Económica en el Gobierno de Barcina evita postularse para la presidencia del partido regionalista, pero se desmarca del planteamiento de Cristina Ibarrola. Propone en su lugar una alternativa que “escape de las inercias y las formas de hacer habituales” y busque la unidad interna. Y que aleje al partido “de las tensiones continuas de los extremos” y lo resitúe en el “centro político moderado”.

Valdemoros, con experiencia en el Gobierno pero poco peso dentro del partido, aboga además por una nueva estructura orgánica que, a modo de bicefalia, separe la acción institucional de la gestión interna. “Necesitamos una candidatura única amplia, que aglutine sensibilidades, con figuras que se dediquen exclusivamente al partido”, plantea la parlamentaria, que propone que sean “otras personas” distintas a quienes dirijan el partido quienes asuman, en función de “sus capacidades, su liderazgo, su experiencia”, la representación en las instituciones.

Una tercera vía

Valdemoros, a quien muchos dentro de UPN consideran una buena opción como candidata a la presidencia del Gobierno en 2027, abre una tercera vía ajena a los planteamientos que se han venido haciendo hasta ahora. Al margen del oficialismo que puede representar Ibarrola y del sector ribero que encabeza el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero.

Pero sobre todo pone encima de la mesa la necesidad de abrir un debate sobre la línea estratégica a seguir en el futuro. Más allá de los nombres, el congreso de abril exige decidir entre seguir con la oposición frontal al Gobierno o buscar posiciones más pragmáticas que permitan llegar a acuerdos con el resto de partidos. Frente a la línea oficial que ha marcado Esparza, y por la que han apostado tanto Ibarrola en Pamplona como Toquero en Tudela, Valdemoros reclama un cambio estratégico que sitúe a UPN “en un espacio de mesura”.

Toquero no se mueve

El paso de Valdemoros abre el abanico en el congreso de UPN a la espera de que se concreten nuevas candidaturas que puedan competir con la que ha planteado ya Ibarrola. No es el caso de la parlamentaria, que de momento descarta esa opción a la espera de que se pueda aglutinar una lista unitaria renovación.

Tampoco es por ahora la apuesta de Toquero, la segunda vía que se ha planteado dentro de UPN, pero que sigue sin dar el paso. El alcalde de Tudela ha rechazado la vicepresidencia que le ofreció Ibarrola argumentando que no es momento todavía de plantear nombres, sino de afrontar el debate orgánico y estratégico.

Hay no obstante movimientos a su alrededor que empiezan a buscar posibles apoyos. Un grupo de afiliados y cargos de UPN en la Ribera ha mantenido esta semana una reunión para estudiar la situación interna y explorar una posible candidatura. Y aunque en el seno del colectivo hay un evidente malestar con las formas con las que se ha postulado Ibarrola y con el ofrecimiento que ha hecho a Toquero, no se ha concretado en una candidatura alternativa.

Es momento para medir fuerzas dentro de UPN y cuidar los pasos. El escenario se plantea abierto y todavía no está claro con qué apoyos cuenta cada uno. Ahora mismo no hay una candidatura mayoritaria ni un aspirante favorito, lo que deja una carrera incierta en la que van a jugar un papel clave las alianzas que se puedan tejer a partir de ahora. También la posición que puedan tomar algunos dirigentes históricos que, como Miguel Sanz, guardan un prudencial silencio pero que empiezan a mover también sus fichas.