La climatología en Galicia, caracterizada por las temperaturas frescas y la lluvia pertinaz, ha derivado en un auténtico chaparrón para alguien que debería estar acostumbrado a navegar en estas aguas, el expresidente de la Xunta y actual líder del PP Alberto Núñez Feijóo. A menos de una semana para que abran los colegios electorales en esa comunidad, y cuando los populares daban la partida por ganada de antemano, las contradicciones en que han incurrido en torno a la amnistía y los indultos a los imputados del procés han reactivado a un alicaído PSOE, mientras el BNG sigue hipervitaminado y disparado al alza.

La revelación, realizada el sábado por el propio Feijóo, de que valoró durante 24 horas aceptar los siete votos de Junts en el Congreso para ser investido presidente del Gobierno abrió una vía de agua en su credibilidad, dada su oposición feroz a todo lo que tenga que ver con las aspiraciones de los posconvergentes. Pero las informaciones, difundidas a última hora del mismo sábado, sobre la disposición del PP a apoyar un indulto condicionado a dirigentes independentistas, entre ellos Carles Puigdemont, acabó por tirar abajo las compuertas de la presa, por la que se colaron infinidad de críticas a su falta de “coherencia”.

Entre dichas condiciones está que el expresident rinda cuentas ante la Justicia y que renuncie al referéndum y la vía unilateral. A Feijóo le llovieron los reproches, desde Sumar que le llamó “mentiroso” y “manipulador”; el PSOE, que por boca del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero tachó en un mitin en Ferrol de “infamia” las críticas del líder del PP a los socialistas; y el BNG, que ve al PP y a su líder “desnortado” y “cada vez más parte del pasado”.

También el líder de Vox, Santiago Abascal, condenó en un acto en Carballo (A Coruña) la “gigantesca estafa” que supone el cambio de postura del PP en esta materia. Se mostró además convencido de que estos volantazos le pasarán factura a los populares en las urnas, de lo que se beneficiará su partido.

Manipulación

Tal fue el revuelo que el propio Feijóo tuvo que improvisar unas declaraciones en Ferrol, donde estaba previsto que diese un paseo acompañado por candidatos convocado solo para medios gráficos. Allí, el líder del PP aseguró que sigue en contra de la amnistía porque es “ilegal” y añadió que en este momento no se da “ni una de las condiciones para ningún indulto”. Paso además al contraataque y censuró que hay “partidos que quieren embarrar la campaña, lo hacen siempre”. Ya por la tarde, en un mitin en Outeiro de Rei (Lugo), no dijo ni palabra sobre la amnistía y se centró en atacar al BNG.

En esta línea, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, acusó al PSOE de intentar “manipular para que las urnas no le den otro baño de realidad” y zanjó que no habrá “ni amnistía ni indultos” ante las críticas recibidas. “Prefiero los principios al poder”, apostilló.

El propio Pedro Sánchez, que está acostumbrado a caer de pie, ejerció de pitoniso al asegurar que Feijóo habría aprobado una amnistía “si no dependiera de Vox”. Así lo expresó, antes de que trascendiera la posición del PP sobre el indulto, en una entrevista en La Voz de Galicia en referencia a unas conversaciones de Feijóo con Junts “nunca aclaradas”.