La sentencia del Tribunal Supremo ha supuesto la paralización de un proceso de trasferencia en el que se venía trabajando desde 2018, y que tenía notable complejidad administrativa. El traspaso de la gestión exclusiva de tráfico va más alla del control de carreteras y afecta a diversos ámbitos de la seguridad vial. Desde el cobro de multas a la dirección de carreras y pruebas deportivas, así como los cursos de reeducación y recuperación de puntos o la gestión de las autoescuelas y los centros de reconocimiento médico de conductores.

Todo ello queda en el aire a la espera de que los servicios jurídicos del Gobierno de Navarra concreten qué efectos prácticos tiene la sentencia y a qué aspectos afecta. Y si el Ejecutivo foral puede seguir ejerciendo parte de la labor administrativa que había asumido ya o debe devolver todo a la Guardia Civil, con lo que ello implica desde el punto de vista de organización y gestión pública.

En todo caso, desde el Ejecutivo foral señalan que la sentencia no afecta a situaciones jurídicas que se hayan podido generar hasta ahora para la ciudadanía, como puede ser la recuperación de puntos. No será necesario por lo tanto repetir el curso ante la Guardia Civil y tampoco se van a dejar de realizar los servicios ordinarios.

Los 10 servicios

Según el acuerdo alcanzado el pasado año en el marco de la Junta de Transferencias, Navarra debía asumir de forma progresiva, y en un plazo máximo de cuatro años, hasta diez nuevos servicios vinculados al tráfico y la seguridad vial. Algunos, como el control de las carreteras eran progresivos y su implantación quedaba pendiente de la incorporación de nuevos agentes, ya fuera mediante oposición o mediante la pasarela para guardias civiles. Eso, aclara el Gobierno, ha quedado totalmente aparcado a la espera de que se regularice la situación mediante una reforma del Amejoramiento o la aprobación en Madrid de una nueva ley orgánica.

Más dudas hay con aquellas competencias que ya están ejerciendo. En concreto Navarra había asumido actuaciones como la autorización de centros médicos para reconocimientos de conductores o la autorización de centros de sensibilización y reeducación vial (recuperación de puntos).

El Ejecutivo foral también tenía la gestión para dar de alta de vehículos, profesores e inspecciones de autoescuelas, las campañas divulgativas de educación y formación vial o los informes para pruebas deportivas y marchas ciclistas que se desarrollan íntegramente por vías situadas dentro de su ámbito territorial. Igualmente, tenía la potestad de autorizar los eventos con vehículos históricos dentro de los límites territoriales de Navarra, así como el cobro de tasas por todas las gestiones relacionadas con Tráfico.

Muchas dudas

Para gestionar todo ello, la nueva estructura del Gobierno había creado una dirección de servicio que en principio se mantiene. Y queda pendiente de concretar qué ocurre con los servicios que ya están prestando. Lo mismo ocurre con la gestión de las sanciones y las multas, que Navarra debía empezar a cobrar a partir del próximo 1 de enero. Actualmente esa labor sigue en manos del Estado, aunque los fondos son compartidos. Es otro de los aspectos que queda por definir.

El Ejecutivo foral apuesta en todo caso por seguir ejerciendo allí donde tenga margen para hacerlo, una labor que espera coordinar con la Administración General del Estado en cuanto se tramite bien la reforma del Amejoramiento o bien una nueva ley orgánica. Un proceso que en todo caso no será rápido y que se puede prolongar durante varios meses, añadiendo incertidumbre a un escenario inédito en Navarra.

Las claves

Cuatro años. La implantación del servicio integral de tráfico y seguridad vial debía ser un proceso progresivo de cuatro años. Se había calculado un coste anual de 15 millones para Navarra.

Cobro de multas. El cobro de multas y sanciones no comenzaba hasta enero de 2025. Actualmente lo hacía el Estado, pero los fondos eran compartidos. Se iban a recaudar 12 millones anuales.

10 servicios. La trasferencia incluía 10 funciones y servicios. Entre ellas: gestión de sanciones, gestión de autoescuelas y centros de reconocimiento de conductores, cursos de reeducación y recuperación de puntos, campañas de educación y formación vial, vigilancia y control de carreteras, pruebas deportivas y eventos con vehículos históricos.

149 nuevos agentes. Para ejercer el servicio en exclusiva son necesarios 149 nuevos efectivos de Policía Foral. Se estaba avanzando en las OPE.

Pasarela. El Gobierno de Navarra tenía preparada una pasarela para los guardias civiles que quisieran cambiar de cuerpo. De momento queda aparcada.