Ciudadanos vive un momento crítico. El partido naranja, que pasó de ser la tercera fuerza en el Congreso a la irrelevancia en menos de un año, afronta un verano clave para su existencia.
A partir del 9 de junio, y pasadas las elecciones europeas, Ciudadanos arrancará una profunda reorganización interna con el objetivo de adaptar el partido a la dura realidad electoral que vive.
Y el encargado de llevar las riendas será un navarro: el exparlamentario Carlos Pérez-Nievas, que era el número cuatro del partido pero que ha tenido que asumir de forma interina el puesto de secretario general tras las últimas –y dolorosas– deserciones: las de las eurodiputadas Susana Solís y Eva Poptcheva, pero sobre todo la del también eurodiputado y líder del partido, Adrián Vázquez. Los tres, rumbo al PP, que los ha colocado en puestos de escaño asegurado.
El proyecto, prácticamente descabezado apenas año y medio después de la refundación
El proyecto queda prácticamente descabezado tan solo año y medio después de la “refundación” de 2023. Independientemente de los resultados obtenidos en las inmediatas elecciones catalanas y en las cercanas europeas, habrá cambios.
No hay buenas perspectivas para ninguna de las dos. Existe cierta esperanza en la circunscripción de Barcelona, donde Carlos Carrizosa quiere emular lo que hizo Francisco Igea en las autonómicas de Castilla y León de 2022, donde ya con el partido muy tocado consiguió un acta por la provincia de Valladolid. La papeleta es muy complicada en las del 9 de junio, pese a que el candidato será uno de los fundadores del partido con experiencia en la UE, Jordi Cañas.
Pasado el 9 de junio, el partido empezará a dar pasos para reformar el partido. Lo más probable es que todo el proceso desemboque en una asamblea general.
Hay que reformar los estatutos y volver a ordenar la parcela interna, totalmente descabezada. Hay que adaptar el partido a otra realidad, todavía más humilde. En enero de 2023, Ciudadanos conservaba más de 3.000 cargos públicos: hoy tiene poco más de 500 concejales. Mantiene una base de 3.500 afiliados en todo el Estado –Madrid sigue siendo el territorio con más militantes–. La opción del cierre del partido, obviamente, existe. Pero la idea es poder llegar hasta las autonómicas andaluzas y castellanas de 2026. Será todo un reto. Y lo llevará a cabo un navarro.
"Los eurodiputados Vázquez, Solís y Poptcheva se han definido a sí mismos con este movimiento"
Es fácil pillar a Carlos Pérez-Nievas en el coche. Desde 2023, su cargo de coordinador nacional de Ciudadanos le ha obligado a hacer muchos kilómetros para comprobar el débil latido de la formación en cada territorio. Pese a todo, mantiene el optimismo.
Siempre piensa que habrá una siguiente oportunidad para remontar y encaja bien los golpes. El último, durísimo, las marchas de Adrián Vázquez, Susana Solís y Eva Poptcheva, nada menos que a la lista para el Europarlamento del PP, ese partido “en cuyo ánimo siempre ha estado destrozar a Ciudadanos”.
Asegura que “este tipo de pasos” ya “no afectan a la vida interna del partido”, centrado “en la campaña de las catalanas”, donde la esperanza es “entrar en la provincia de Barcelona”. Sí que reconoce que se ha llevado decepción.
“La más grande ha sido con Eva Poptcheva, porque no encajaba para nada con ese perfil de traición a los principios”, reconoce. “En el resto no ha sido una sorpresa: Susana Solís nunca se involucró mucho en la vida del partido. Y el de Adrián Vázquez es el movimiento de “alguien que carece de valores”.
“En este tipo de movimientos cada uno se define, también el PP, que llegó a poner en nómina a un secretario de Organización de Ciudadanos, al que sentó en el mismo despacho que Teodoro García Egea, para descabezar a Ciudadanos”, recuerda.
En todo este mar de deserciones, Pérez-Nievas aprovecha para reivindicar el papel de Ciudadanos y sacar los codos de cara a las catalanas. Trae a la memoria “los pactos del Majestic del PP con Pujol, el padre de Junts” y reclama una tercera vía, la de Ciudadanos, entre dos bloques. “No puede ser que nos movamos en una política de bloques, me preocupa esta dinámica. Ahí tenemos que ser la alternativa”.
"Cerrar es una posibilidad, pero sinceramente no es en lo que yo estoy pensando"
¿Le dará tiempo? “Cerrar es una posibilidad, pero sinceramente no es en lo que yo estoy pensando”, concluye. “Lo que defendía Cs está más vigente que nunca”.
