No habrá grandes reformas fiscales en la próxima tramitación presupuestaria. Los socios de Gobierno cierran estos días los últimos datos del presupuesto de 2025 que el consejero de Hacienda, José Luis Arasti, presentará este viernes, y junto a ellos las medidas tributarias que acompañarán al proyecto de cuentas. A falta de conocer los detalles, pendientes también del acuerdo final con EH Bildu, han quedado descartadas por ahora reformas fiscales profundas. La prioridad, afirman fuentes del Ejecutivo, es mantener el gasto presupuestario y mejorarlo en determinadas áreas estratégicas.

No ha sido fácil cuadrar el presupuesto de este año porque las reglas de gasto y el final de los fondos europeos han reducido mucho el margen de maniobra. El Ejecutivo sin embargo ha hecho un esfuerzo para mantener e incluso mejorar la inversión pública en determinadas áreas evitando medidas traumáticas y sosteniendo la inversión en áreas estratégicas. Eso en cambio ha limitado el margen de aplicar las reformas fiscales que planteaban algunos de sus socios, y que de momento no se llevarán a cabo. Según estimaciones del Gobierno foral, cada rebaja de un punto en el impuesto de la renta supone en torno a 100 millones menos de ingresos.

Hacienda no obstante ha asumido el compromiso de detallar el impacto de algunas de las propuestas realizadas por los socios de Gobierno, tanto en lo que se refiere a las rebajas para las rentas medias y autónomos (Geroa Bai) como a la revisión del impuesto de sociedades y la fiscalidad verde (Contigo-Zurekin). En función de su viabilidad, así como la que puedan tener las propuestas que EH Bildu también ha traslado al Ejecutivo foral, se determinará su posible aplicación a medio plazo.

Así que de momento la reforma fiscal quedará en una actualización puntual de algunos impuestos. Sí se prevén cambios dirigidos a apoyar fiscalmente la vivienda, la industria o el sector primario, que irán en la línea de los compromisos asumidos por las distintas consejerías en los últimos meses.

En el ámbito de la fiscalidad se incluye también la devolución de parte del IRPF tributado en los años 2020-2024 por los mutualistas, y que solo en 2025 exigirá un esfuerzo presupuestario de 150 millones. El año que viene tendrá efecto además la deflactación aprobada el pasado enero, del 3%, y que finalmente va a ser superior a la inflación. Lo que lo supone un pequeño alivio para las rentas del trabajo.

A medio plazo

En todo caso, la prioridad durante las últimas semanas ha sido cuadrar un presupuesto que sobre el papel tenía algunas dificultades importantes. Poner de acuerdo a las distintas consejerías nunca es fácil, menos en un escenario de contención presupuestaria. Finalmente el acuerdo interno parece satisfactorio para todas las partes.

Entre otras cuestiones porque Hacienda ha logrado elevar el techo de gasto previsto inicialmente en el marco presupuestario plurianual. Del incremento del 1% estimado inicialmente, se ha pasado a un 2,4%, gracias a un mayor margen de déficit. Es previsible incluso que la cifra final sea todavía algo mayor. No mucho, pero sí lo suficiente como para atender algunas necesidades presupuestarias que corrían el riesgo de haber quedado fuera.

No se esperan en cualquier caso dificultades para su aprobación. Cerrado el acuerdo entre los socios del Gobierno, la previsión es acordar también con EH Bildu en los próximos días para garantizar una tramitación parlamentaria sin sobresaltos. Un proceso que coincidirá además con la elaboración de los presupuestos en el Ayuntamiento de Pamplona, donde el equipo de gobierno, liderado por EH Bildu, negocia también con el PSN un acuerdo general que va también bien encaminado.

Está previsto que el Gobierno presente este mismo viernes el anteproyecto, con el reparto definitivo ya por departamentos para su remisión posterior al Consejo Económico y Social. La previsión es aprobar antes de final de año tanto los presupuestos como las posibles modificaciones fiscales, que tendrán un trámite paralelo una vez queden definidas.

La prioridad en todo caso, insisten en el Gobierno, pasa por mantener o incluso mejorar el esfuerzo en la inversión frente a las medidas tributarias, por lo que el debate fiscal queda abierto para el año que viene. Una tarea pendiente que se quiere encarar con la perspectiva de toda la legislatura y en un contexto en el que habrá que compaginar también otras reivindicaciones desde el punto de vista de la inversión en los servicios públicos y como del estatuto de personal.

Presupuesto de 2025

El anteproyecto, este viernes: El Gobierno de Navarra aprobará este viernes en una sesión extraordinaria el anteproyecto de Presupuestos para 2025. La portavoz del Gobierno, Amparo López, no quiso ofrecer ayer más detalles ni tampoco confirmó si existe ya un acuerdo con EH Bildu. “El consejero de Hacienda dará cuenta de toda la información”, se limitó a señalar la consejera, que tampoco quiso avanzar las medidas previstas para el ámbito fiscal. Tras el paso por los órganos consultivos, el Gobierno dará luz verde al proyecto de presupuestos en dos semanas. Después llegará el trámite parlamentario, que finalizará antes de fin de año.