Los ingresos públicos en Navarra están apoyados en las espaldas de unos contribuyentes muy concretos: los asalariados que cobran menos de 60.000 €. Nueve de cada diez declaraciones de IRPF provienen de este grupo –por el exiguo0,15% que suponen las de más de 180.000 € anuales en adelante–.

Los trabajadores aportan la mayoría de los ingresos directos de Hacienda –casi 7 de cada 10 euros– y además aportan el grueso del IVA, un impuesto que no tiene en cuenta la renta pero que grava el consumo, mucho más importante porcentualmente que en las clases altas.

Son algunas conclusiones que extrae el sindicato ELA en su informe titulado La clase trabajadora sostiene el sistema fiscal. En este trabajo, el sindicato aboga por una reforma fiscal “profunda” que acorte las diferencias: que la clase trabajadora no tenga que asumir tanta parte del pastel, y que empiecen a tributar más tanto las rentas altas –para las que pide subir tipos impositivos a mínimo el 66% si no el 80% en los casos de más de 1 millones de euros anuales– como las empresas, cuyo porcentaje de pago efectivo sobre los beneficios no llega al 9%, apenas 505 millones el año pasado. Esto se traduce en que las personas asalariadas pagan más del triple por sus salario que las empresas por sus beneficios.

Lo que pasa es que el sindicato no ve verdadera voluntad para cometer una reforma fiscal en profundidad. En el trabajo, cree que la Mesa de la Fiscalidad que ha sido convocada este año “no discute ni se plantea” una reforma fiscal en profundidad, sino que solo ha servido para hacer pequeños retoques.

Los ingresos públicos tienen dos grandes patas. La primera, los impuestos directos. Aquí hay un subcapítulo que es el más importante: el de las rentas del trabajo. El año pasado, solo el IRPF supuso 1.755 millones de ingresos. La cifra es cada año mayor –sube casi un 10% con respecto a 2022– pero desde 2007 la subida es brutal: Navarra recauda un 85,6% más por este capítulo ahora que entonces. Sin embargo, el recorrido es el contrario para el impuesto de Sociedades. Hace 17 años, Navarra recaudaba casi un 20% más en este impuesto. Es para reflexionar.

La otra pata es el IVA, que además es un impuesto que sobre todo recae en quienes pagan las rentas del trabajo. Es el principal impuesto indirecto, y no tiene en cuenta el nivel de renta. Hay que tener en cuenta que la clase trabajadora dedica una parte más grande de sus ingresos al consumo en comparación con las rentas altas. En Navarra, el IVA supuso el año pasado 1.694 millones, un 33,2% del total de la recaudación. Lo recaudado por este impuesto también ha subido mucho: un 40% desde 2007. En cuanto al impuesto de Patrimonio, solo afecta a un 1% de los contribuyentes en Navarra. Solo aquellos que tienen un patrimonio superior a un millón de euros después de todas las exenciones introducidas en los últimos años: por vivienda habitual, mínimos personales y bienes relacionados con la actividad empresarial.

Muy relacionado con el impacto de estos impuestos está la presión, que en Navarra sigue por debajo de la media europea. Los últimos datos, de 2022, hablan de una presión media europea en el 40,2% –la relación entre ingresos totales y PIB–, mientras que en Navarra este porcentaje es del 33,7%. La diferencia son 2.023 millones, aproximadamente un tercio del total del Presupuesto que proyecta Navarra para cada año.

Sociedades tendría que subir un 60% en Navarra para alcanzar a Europa

La clase política navarra tiene un quebradero de cabeza con el impuesto de Sociedades. La figura, tal y como está ahora, no funciona: no tiene ningún sentido que su recaudación haya caído un 17,5% desde 2007, cuando el resto de impuestos se han disparado.

En los últimos años, Gobierno y Parlamento han intentado revisar el impuesto para ver si pueden recaudar más: los esfuerzos se centraron en evaluar el impacto que tenían los beneficios fiscales, la serie de ayudas que tiene a su disposición cada empresa y que rebajan el pago final hasta dejarlo en mínimos. A los efectos, lo que dice ELA es que cada empresa navarra solo paga 1 euro por cada diez de beneficios.

Es muy difícil ponerle el cascabel al gato, pero la realidad de los datos es la que es. La media de presión fiscal de la UE está en el 3,26%, mientras que la media en Navarra es del 1,64%. El impuesto debería aumentar un 60% para alcanzar los estándares europeos. Con la misma presión fiscal, en Navarra se hubieran recaudado 417 millones más, aunque esta extrapolación sea un poco arriesgada.

Fraude empresarial

A las deducciones, ajustes y bonificaciones hay que “sumarle el fraude realizado por las empresas gracias a su maquinaria fiscal”. En Navarra, en 2022, el 63,4% de las empresas y demás sociedades declararon no haber ganado nada o haber tenido pérdidas, cuando “salta a la vista que estos datos no reflejan la realidad”.

Por eso, ELA propone establecer un tipo mínimo efectivo del 25% sobre los beneficios del ejercicio de cada empresa, sin excepciones.

Además, eliminar las deducciones e incentivos fiscales de la ingeniería fiscal para que el tipo efectivo se iguale al tipo nominal. Y proponen introducir un mecanismo nuevo que denominan “impuesto por beneficios excesivos”. “En los últimos años, hemos podido ver cómo las empresas han aprovechado el contexto para aumentar sus ganancias de forma extraordinaria. Por eso vemos necesario gravar esos beneficios extraordinarios de las grandes empresas cuando se dan contextos de crisis”.

Estas medidas sí que supondrían un cambio efectivo en la política fiscal, asegura el sindicato, que critica que “la política fiscal no ha cambiado a pesar de la pandemia” y tampoco “desde los tiempos de UPN”. “ELA ya venía advirtiendo que si se renuncia a la reforma fiscal, volverán los recortes”, avisaron, antes de que se conociera que el Presupuesto crece menos que otros años.

5.105: millones en 2023. Navarra recaudó 5.105 millones el año pasado, un 2,5% más que en 2022. El incremento con respecto a 2019, antes de la pandemia, es del 30%.

505: millones por sociedades. La recaudación por el impuesto de Sociedades fue de 505 millones el año pasado. 

-17,5%: bajada en Sociedades con respecto a 2007. La tendencia de la recaudación de Sociedades ha ido a menos desde 2007. Ahora se recauda un 17,5% menos que entonces, una tendencia a la contra del resto de indicadores, que se disparan, pese a que desde entonces el PIB es un 39,7% más.

65% de las rentas del trabajo son IRPF. Las declaraciones de IRPF de asalariados suponen el 65% de todo lo que se recauda por rentas del trabajo. Esto se traduce en 1.755 millones en 2023.

1% de la población paga patrimonio. El impuesto de Patrimonio lo pagan solo el 1% de los contribuyentes, aquellos que superan el millón de euros después de aplicarles todas las exenciones: 250.000 € por vivienda habitual, medio millón por mínimos personales y todos los bienes relacionados con la actividad empresarial.