El Gobierno de Pedro Sánchez aprobó este martes una transferencia de crédito de 2.084 millones de euros destinado a Defensa que responde a “antiguos” compromisos adquiridos y que se han acordado a pesar de las “discrepancias sanas” con Sumar. El objetivo trasladado desde Moncloa es emplear esta cantidad para atender programas y contratos que ya estaban en marcha, medida que se toma al estar prorrogados los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La ministra portavoz, Pilar Alegría, quiso precisar que se trata de una partida aprobada ya en 2024 y por tanto no supone una inversión adicional que le acerque al compromiso adquirido con la OTAN de llegar al 2% del PIB. Además, señaló que se trata de fondos dedicados “a la modernización, mantenimiento y mejora de efectivos, infraestructuras e instalaciones atribuidas al Ministerio” que comanda Margarita Robles. Puntualización que llegó después de que el partido de Yolanda Díaz expresase su desacuerdo y lamentara la falta de visión estratégica que a su juicio tiene en esta materia el PSOE, que trató de quitar hierro al disenso.
Sumar es consciente de que se halla en minoría dentro del Ejecutivo. Uno de sus satélites, Compromís, advirtió de que está totalmente en contra de elevar el gasto militar mientras que los comunes, por boca de su coportavoz Gerardo Pisarello, indicó que si la parte socialista del Ejecutivo trae al Congreso medidas de rearme, su espacio no las va a votar en la Cámara baja. La portavoz Verónica Martínez Barbero recalcó que los ministros de Sumar formularon observaciones a esta transferencia, que no se justifica en su opinión sin una evaluación previa dentro del marco de una estrategia de seguridad definida y en favor de la autonomía estratégica de la UE. “Esto no se construye simplemente incrementando el gasto. No es una carrera armamentística. Es muchísimo más”, apostilló la dirigente de Sumar, quien demandó mayor transparencia en todo lo concerniente a la inversión de la parcela militar. A su vez, desgranó que Sánchez ya dijo que alcanzar el umbral del 2% del PIB en materia de defensa es un compromiso internacional que selló en su día el expresidente Mariano Rajoy y que ha heredadado.
Desde Sumar admiten que su margen de acción ante este tipo de transferencias es muy limitado, pues la correlación de fuerzas dentro del Gobierno es la que es y el PSOE tiene mayoría. De todas formas, recalcan su discrepancia a través de sus observaciones y desgranan que hay partidas que proceden de cuando estaba Unidas Podemos en el Ejecutivo. Otras voces analizan que la cuestión del gasto militar siempre suscita debate en la izquierda alternativa, pero que las fuerzas que aspiran a ser gobierno deben influir desde dentro para tratar de condicionar al PSOE, no romper. La portavoz de Sumar se mostró convencida de que van a poder afrontar “de la mano del PSOE” un modelo de seguridad necesario, basado en los elementos más sociales y de soberanía energética, dado que la “economía de guerra nunca se traduce en paz”.
NO HAY RIESGO DE RUPTURA
Pisarello descartó riesgo de ruptura en el Gobierno al asegurar que la legislatura tiene que durar y que la mayoría de la investidura es el “único antídoto” ante las derechas radicalizadas, que sería la encarnación del “belicismo más descarnado”. Ello no es óbice a que sean contundentes frente al “furor belicista” y recordó que en la legislatura pasada ya se daban estas discrepancias, dado que los ministros de Unidas Podemos también reflejaban su desacuerdo sobre partidas de defensa mediante objeciones. Asimismo, advirtió de que el Gobierno no debe traer ninguna propuesta de rearme en la línea con lo planteado por la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen. Y en caso de que sea así y llegue al Congreso, no la votarán. La portavoz de Compromís, Águeda Micó, declaró que su formación está totalmente en contra de elevar el gasto en defensa y de participar en una carrera armamentística. Por ello, tampoco darán apoyo si se tienen que votar aumentos de inversión en el Congreso y agregó que los ministros de Sumar expresaron sus “pegas” a esta decisión que parte del PSOE.