Un año después de las elecciones vascas que lo llevaron a Ajuria Enea, Imanol Pradales ha aprovechado su discurso en el Aberri Eguna, el primero como lehendakari y no como candidato, para agradecer la confianza de la ciudadanía y volver a contraponer los modelos de PNV y EH Bildu, bajo la premisa de que ser abertzales no significa que defiendan los mismos principios. Aunque esta semana ha estado presidida por un clima de concordia y buenas palabras porque los partidos de la oposición han evitado desmarcarse de su plan de respuesta a la amenaza arancelaria de Trump, Pradales ha dejado ver de manera muy sibilina que no las tiene todas consigo y espera ver hechos más allá de las buenas palabras.
Además, en un día propicio para la épica abertzale, ha querido elevar la presión sobre el Gobierno español de Pedro Sánchez para que acelere el ritmo de las transferencias porque "va demasiado lento", y ha pedido también ensanchar el autogobierno con un nuevo marco de bilateralidad. Ha reclamado que no le pongan "excusas", como que hay ciertos temas complejos y que las prioridades son otras. Este año tienen que llegar las 25 competencias que aún recoge el Estatuto de Gernika, y el foco está puesto ahora mismo en el bloque de la Seguridad Social, empezando por las prestaciones no contributivas del cuidado familiar. Sería un avance histórico para el PNV, un tabú que nunca antes se había roto. Pero Pradales ha querido aclarar que desean ir más lejos con un nuevo marco de relación, frente a las voces que habían interpretado un enfriamiento de las expectativas en las declaraciones que realizó Aitor Esteban días atrás y que él mismo se encargó de negar que supongan renuncia alguna. Pradales ha aclarado también este domingo que ve necesario avanzar, y le preocupa la espita que ha abierto el Tribunal Supremo entrometiéndose por primera vez en el traspaso de competencias y vetando la convalidación de los títulos universitarios extranjeros.
Bildu quiere corresponsabilizarse: "Ya veremos"
Pradales comenzó su discurso en la Plaza Barria de Bilbao de manera un tanto accidentada, con algunos problemas técnicos, ya que no funcionaba el teleprompter que se utiliza para proyectar el discurso de los oradores. Tras recibir un aplauso, Pradales decidió arrancar con su mitin echando una ojeada de vez en cuando al discurso en papel hasta que la tecnología quiso responder. Comenzó con elogios tanto al actual líder del PNV, Aitor Esteban, a quien conoció hace 15 años en un contacto con los pueblos indígenas de Nueva Escocia, como a su antecesor Andoni Ortuzar, quien, a juicio del lehendakari, también supo llevar con acierto el timón. Después contrapuso el modelo del PNV y el de EH Bildu, y resumió los hitos de sus 10 primeros meses en Lehendakaritza como "un gobierno de acción en acción". A EH Bildu le reprochó que vote en contra de la revisión fiscal y que defendiera en campaña la supresión de la desgravación por vivienda, también criticó que diera un portazo a los primeros Presupuestos de su Gobierno, que le dijera que ir a Bruselas es "hacer política placebo" mientras defiende otros aliados internacionales (en referencia implícita a los acuerdos de Sortu con Cuba), o que tenga "reservas para condenar la invasión rusa en Ucrania".
"Esta semana, a cuenta de las medidas que hemos propuesto para hacer frente a los aranceles, han dicho, esta vez han dicho, que están dispuestos a corresponsabilizarse. Ya veremos. Pero hay algo que me preocupa más. Mucho más. Me preocupa la tentación de apostar por la polarización en nuestra sociedad por puro interés partidista. Una cultura política que ha estado acostumbrada más a dividir que a unir. O ese peligroso juego de decir una cosa y hacer la contraria. Es algo que no vamos a permitir. Hoy toca hacer más pueblo y más comunidad. Construir más nación. ¿Qué clase de abertzale es aquel que provoca la división o pone las instituciones o el euskera a favor de sus intereses? No lo podemos permitir", puntualizó.
Los avances en el Estatuto de Gernika
Mirando hacia el Estado y la negociación del autogobierno, Pradales ya venía insinuando en los últimos tiempos que el ritmo de las transferencias está siendo lento. La realidad es que quedan 25 materias y ocho meses para cerrarlas todas si Sánchez quiere cumplir el acuerdo de investidura con el PNV que lo convirtió en presidente español. "Lograr cada una de las transferencias nos está exigiendo un enorme esfuerzo. Que se lo pregunten a Maria (Ubarretxena, la consejera de Autogobierno). Tenemos un calendario pactado con el Gobierno español y va lento. Va demasiado lento. ¡El pacto obliga! El Gobierno español debe aplicar más ritmo para cumplir el Estatuto y el calendario pactado en su integridad. ¡Y no vamos a parar hasta lograrlo!", avisó.
"Pero debemos ir más allá. Ser ambiciosos con nuestro futuro. Vamos a preparar las bases del nuevo autogobierno vasco. Dotarnos de un marco de bilateralidad efectiva. Un sistema de garantías que impida decisiones unilaterales que erosionen o limiten el autogobierno acordado. Como ha ocurrido con la sentencia del Supremo que ha anulado nuestra competencia para homologar títulos universitarios extranjeros. Por primera vez, un tribunal que no tiene potestad dicta sentencia contra un pacto político bilateral. ¡Y esto es algo muy grave! Es la tentación centralizadora de los poderes e intereses profundos que operan en el Estado. Siguen sin asumir ni reconocer nuestra realidad nacional. Piensan que el Estado se reduce a su capital e intentan drenar lo que ellos denominan periferias o provincias. Es la típica concepción de un Estado jacobino y centralista, con una capital total que absorbe todo y pretende subordinarnos a sus mandatos. ¡Pues no! ¡Somos una nación! Y ¡no vamos a permitir que impidan el avance del autogobierno vasco! ¡Ni vamos a permitir una Euskadi subordinada! ¡Nos tendrán enfrente y de frente!", avisó.
En clave más interna, Pradales ha reivindicado que en diez meses de Gobierno se ha puesto en marcha la mesa por el pacto sanitario, un acuerdo sobre las condiciones de la Ertzaintza, la alianza financiera para salvar proyectos industriales y el empleo, cuatro competencias nuevas... "Un gobierno de acción en acción, que pone soluciones encima de la mesa, que pone a las personas en el centro. Nos podemos equivocar y lo vamos a hacer, seguro", dijo, pero prometió esfuerzo e ir "siempre con la verdad por delante". También se dirigió a los jóvenes para que no caigan en el populismo o se dejen seducir por los "antifas", en referencia a los sectores de la izquierda abertzale que siguen utilizando métodos del pasado.