Aunque suene manido, ‘otoño caliente’ describe el inicio de un curso agitado o cargado de tensión. Tres meses y medio después del estallido del caso Cerdán, era evidente que la vuelta a la vida parlamentaria estaría marcada indefectiblemente por los acontecimientos en torno al asunto y por la comisión de investigación acordada en la Cámara, para desentrañar o descartar posibles ramificaciones. 

Así pues, el curso ha arrancado rustido, y los partidos calculan riesgos y oportunidades y calendarizan sus estrategias, mirando de reojo al Congreso y al Senado. Comienza un test de estrés para las formaciones del Ejecutivo. Acabado el periodo de introspección veraniega en el Gobierno, se va a poner a prueba el grado de cohesión interna, desde una premisa relevante: en este momento es más fácil atacar que defenderse. Extender la sombra de la sospecha puede dar réditos electorales y luce más, y ahí se va a aplicar la mayor parte de la oposición más allá de su labor de vigilancia. 

Premisa relevante en este momento: es más fácil atacar que defenderse, extender la sombra de la sospecha puede dar réditos y luce más

Sarasate 15

En el PSN María Chivite se juega su liderazgo con la determinación de defender su honorabilidad y la de sus Gobiernos, el de 2019-2023 y el de 2023 hasta la actualidad. Sin Alzórriz de lugarteniente, Ainhoa Unzu se examina, y el test es arduo, porque Alzórriz servía de eficaz parapeto y de látigo parlamentario, y su salida de la portavocía es una baja sensible para el PSN y para Chivite. 

El Gobierno no se puede permitir grietas, y para concentrarse en su agenda y mantener su estabilidad deberá probar su engrase. En un contexto más sencillo, esto se presupone o se salvaría sin denodados esfuerzos, ya ha habido precedentes, pero en un momento delicado todo se va a escrutar a la búsqueda de roces o choques internos.  

El Gobierno deberá dar muestras probadas de unidad. Todo se va a escrutar a la búsqueda de roces o choques internos

El Ejecutivo descansa sobre tres bases más el apoyo de fondo de EH Bildu. Un desgaste de los componentes internos resiente el conjunto. Así que las tres partes deben defender su honorabilidad y ser coherentes con el resto del Ejecutivo cuyos partidos habrán de conjugar su contorno particular con visión general, su respectivo perfil propio con recíproca lealtad y una cierta sincronización de movimientos. La congruencia en situaciones de crisis se suele volver polisémica.

Chivite en el Senado

Todo el mundo se mira de reojo y algunos lanzan su ‘mal de ojo’. UPN quiere establecer la idea de una presidenta que está “KO y acabada”. Este lunes María Chivite buscará desmentirlo en el Senado, institución que le traerá buenos recuerdos de su etapa como senadora (2011-2015). La presidenta ha concedido varias entrevistas ante una opinión pública que se debate entre los detractores, partidarios, quienes esperan una posición firme y clarificadora, y quienes dudan o desconfían a la espera de más información. Depende en parte del lugar desde donde se mire. La política navarra es un poliedro con siete formaciones parlamentarias, banjo un baremo 30/20 sobre el que ha pivotado la gobernabilidad, gracias al apoyo externo de EH Bildu. Que ahora se anuncie fecha para la aprobación de unas nuevos Presupuestos es agua de mayo para el Ejecutivo foral, que necesita mostrar dinamismo. 

Ante María Chivite la opinión pública se debate en este momento entre detractores, partidarios, creyentes, dubitativos y desconfiados

Girar el tablero

Otro que se juega su honrilla es Javier Esparza, al servicio de la presidencia de Cristina Ibarrola. Su objetivo será asediar a Chivite y que el PSN pague los platos rotos en 2027. Él ya no será candidato a la presidencia, pero su cometido es situar a UPN en el escenario más propicio posible. La cuestión estribará en no volver a confundir deseos con la realidad, si bien cabe detenerse en una serie de números triangulados. En 2023 el PSN y EH Bildu obtuvieron 11 y 9 escaños respectivamente, con una diferencia en números redondos de 11.000 votos a favor de los socialistas (66.000 por 55.000). A su vez EH Bildu superó en dos escaños y 13.000 votos a Geroa Bai. Según y como evolucionen estos lindes UPN vuelca parte de sus aspiraciones a un cambio de horizonte y en llevarse por delante a este Gobierno. 

Bildu en el foco

Ahí tiene mucho que decir EH Bildu. Laura Aznar, su portavoz, deberá convencer a su potenciales votantes que su coalición combina exigencia al Gobierno y al mismo tiempo le otorga un apoyo general a su gestión. Además, el acuerdo de los socialistas con Bildu en Pamplona blinda a priori la entente parlamentaria. La aprobación de los terceros Presupuestos de legislatura, que se pretende para el 31 de octubre, será la prueba del algodón de una estrategia que tan bien le ha venido hasta ahora a Bildu para hacer crecer la influencia de su proyecto. 

Nunca ese sencillo nadar y guardar la ropa, a medida que pasan los años, decrece el factor sorpresa, y aún es más complejo cuando las aguas bajan más turbulentas. UPN ya le ha endosado el supuesto papel de abogado de defensor de Chivite, para desgastar a la socialista y de paso meter presión a la presidenta de la comisión de investigación, Irati Jiménez, que en ese cometido vivirá un intenso curso de fogueo y aceleración en los primeros puestos del paddock.

Un desmarque

También el portavoz de Geroa Bai, Pablo Azcona, tiene meses exigentes por delante. La coalición sufrió un desgaste tras el primer Gobierno de Chivite y en el actual contexto tiene un debate pendiente por abordar quien será su cabeza de cartel en 2027. Barkos no ha cerrado la puerta a regresar al Parlamento. Su marcha al Senado ha dejado un hueco no menor en el grupo parlamentario. Sin cerrar la puerta a un eventual retorno, la coalición tiene ante sí la necesidad un tanto dicotómica de marcar perfil y conjugar la debida lealtad al Gobierno. Algo aprecido le sucede al PSN y a Contigo-Zurekin, pero desde situaciones diferentes. Cualquier posible fricción se va a mirar con lupa en el desarrollo de la comisión de investigación. En cuanto a su formato, Geroa Bai no ha votado en compañía de sus socios de Gobierno. Sus votos más los de UPN, PPN y Vox conforman una mayoría 26-23 que puede ser anecdótica o no tanto. Tome la estrategia que tome, Geroa Bai afronta sus propios riesgos para un proyecto que hace diez años comenzó a gobernar Navarra.

Por el lado de Contigo

Nadie se libra en la dificultad de este curso. Como la que tiene ante sí Begoña Alfaro como vicepresidenta tercera del Gobierno, como consejera de Vivienda, hueso duro de roer, y como líder de Contigo-Zurekin pero ya no de Podemos. La formación morada, ahora liderada por Neniques Roldán, puede generar interferencias en una coalición que nació con vocación de durabilidad y cree en la necesidad de participar del Gobierno foral. 

El resto

Más allá cabe mencionar el papel de Javier García (PPN), que compite con UPN en sus ataques frontales a Chivite, y que ha tenido en el diputado Sergio Sayas un rol muy activo en el abordaje de la actualidad navarra. Por último Emilio Jiménez, de Vox, afronta el resto de la legislatura en su solitud tras la quiebra con Maite Nosti. Los vientos provenientes de otros puntos del Estado parecen favorecer a Vox haga lo que haga. Pero en Navarra deberá mostrar que su trabajo es más eficaz que el que desarrolla una formación sensiblemente más centrada como UPN, que apelará además al llamdo voto útil.  

Contexto de fondo: La evolución procesal de Santos Cerdán

En todo este contexto será clave el devenir de la situación procesal de Santos Cerdán, si logra salir de prisión o continúa encarcelado. Cerdán y su relación con Servinabar están en el epicentro de esta crisis. Pueden ser también determinantes el papel que juegue la UCO, y la estrategia de los defensores del propio Cerdán. 

Así pues, el paso de los meses puede jugar a favor o en contra de los socialistas. Para la nota de final de curso también será relevante si las obras de Belate acaban siendo investigadas judicialmente y el calibre que tome la eventual investigación. El manejo de los tiempos penderá por todo ello sobre la acción política. Según Adolfo Araiz (EH Bildu), “hay una estrategia de las derechas para alargar la comisión de investigación”. Sea cierto o no, el curso será de alto voltaje. Más parecido al clima político que viene de Madrid. Por se pronto Sánchez parece dispuesto a presentarse en las próximas Generales. Y María Chivite a las Forales. Esas serán las reválidas, pero hasta entonces, contando con que Sánchez llegue a 2027, queda un mundo.

Apuntes

Agenda. Como presidenta, María Chivite dispone de la iniciativa para dirigir o encarar la política del día a día. La gestión en áreas como salud, economía o vivienda serán determinante en el discurrir global del Gobierno y en el estado anímico de sus componentes. Atención al factor humano.

¿Acoso y derribo? La derecha se ha pasado el verano exigiendo la dimisión de Chivite. La duda estiba en si la insistencia de UPN, PPN y Vox perderá fuerza a medida que se repita. 

Guerra emocional. La batalla política tendrá un acusado elemento emocional. Romper los nervios a Chivite o dibujar a la derecha obsesionada con hundir al PSOE serán dos claves del presente curso. Hasta ahora a la derecha no le ha funcionado demasiado exhibir colmillo. De su relato en los próximos meses pende parte de su destino. “Búsquese un buen abogado, señora Chivite”, espetó Esparza el jueves a la presidenta.