Guillermo Vallejo Giner, vocal de la mesa de contratación de Belate, ha asegurado que los cinco ingenieros de la mesa estuvieron de acuerdo con el informe final confeccionado por el presidente, Jesús Polo, y ha asegurado que transmitieron a los letrados que, en caso de que alguien reclamara, ellos podrían defenderlo.

Vallejo, además, ha dicho que no tiene pruebas para pensar que Polo votara el último y cree que el presidente votó antes de recibir el resto de puntuaciones; ha dicho que en el informe final no hubo quejas por parte de ningún ingeniero, que consideraron que ese informe aglutinaba los informes parciales que tuvo que realizar cada uno; que no hubo presiones ni políticas ni empresariales; que el procedimiento seguido en la mesa fue el habitual; que los rumores no afectaron a la adjudicación; y que es normal que hubiera discrepancias técnicas entre ingenieros en las puntuaciones, porque cada ingeniero es especialista en un área distinta y otorga más peso a unas cuestiones y no a otras.

Además, cree que con el tema del certificado de solvencia técnica ha habido un problema derivado de no tener "mano izquierda", de no haber explicado mejor este punto. Vallejo ha dicho que todos los ingenieros estuvieron de acuerdo en dar por bueno el certificado de solvencia técnica de Acciona.

"Todos los técnicos estamos de acuerdo que [el informe] está bien hecho o no se pudo hacer mejor. En la mesa explicamos [a los letrados] que si alguien reclama en la fase de adjudicación, justificaremos y defenderemos el informe. Es fácil comparar dos ofertas, pero cuando son siete, es muy difícil. Nuestro informe es bastante bueno, lo que hicimos es lo correcto", ha explicado.

Es decir, que los cinco técnicos, que habían valorado de forma distinta las ofertas, sí que se pusieron de acuerdo para avalar el informe final que Polo elaboró con las notas medias e informes parciales del resto de técnicos. Vallejo ha dicho que compartían la idea de que, entre cinco técnicos, y con la media de las puntuaciones, iban a corregirse muchos desajustes y a encontrar consenso.

Entonces, ¿por qué hubo hasta cinco versiones del informe final?

Vallejo ha explicado que modificaron la redacción de los informes por petición de los letrados, pero solo para tratar de explicarlo mejor ante las quejas de los juristas. No se cambiaron, ha dicho, ni las puntuaciones ni las valoraciones. Solo la explicaciones. ¿El motivo? Trataron de que hubiese "el mayor acuerdo posible".

El episodio de los golpes en el despacho

El ingeniero, que es funcionario y lleva en la Administración desde 2004, ha enmarcado el proceso en sí de adjudicación dentro de lo normal. Ha dicho que no sufrió ninguna presión política ni empresarial para hacer su trabajo. Sí que ha explicado un episodio por el que Polo tuvo que responder el primer día. Al parecer, un día hubo ruido de golpes en el despacho del presidente. Polo llamó al despacho al vocal Guillermo Vallejo para decirle que consideraba que tenía que modificar alguna puntuación de su valoración.

"Tuvimos una discusión, creía que mis notas no eran las correctas y quería que las "repensase". Le dije que no iba a cambiar una milésima. Me acusó de algo que me parecía mal y sobre lo que muchas veces le había dicho que no me acusara. Pensé que hasta aquí. Entré en su despacho y se lo dije, y al irme le di una patada a la puerta para abrirla. Creo que todos esos hechos no influyeron para nada en la adjudicación de los túneles de Belate. Fue un tema personal al que no hay que darle más importancia", ha explicado, en primer lugar.

Después, a preguntas de Pablo Azcona (Geroa Bai), ha reconocido que Polo le acusó de tener cierta simpatía por la empresa que Vallejo situó en primer lugar (Mariezkurrena), algo que enfadó mucho a Vallejo. "Yo le dije que no es verdad y que mi trabajo es independiente", ha defendido.

Eso sí, preguntado al respecto en varias ocasiones, ha dicho que no se sintió presionado en lo más mínimo y que sus notas no cambiaron.

Otro tema nuclear tiene que ver con los "rumores", el "runrún", que denunció el secretario de la mesa en su voto particular y que apuntaban a un posible amaño. Vallejo ha dicho que él escuchó esos rumores, que eran más abundantes que lo habitual, dentro y fuera del departamento, pero que él, como integrante de la mesa aseguró que no iba a ser así.

"Me sentaron mal los rumores y dije que la obra sería para la empresa que mejor oferta presentara". "Yo fui uno de esos miembros de la mesa que dijo que escuchó rumores. Me basaba en los comentarios. La mesa es un ambiente entre compañeros, por eso se quería ser más escrupuloso si cabe". "Estoy muy tranquilo con mi trabajo, no tengo ningún miedo", ha dicho.

Con respecto al voto de Polo, ha dicho que él no tiene pruebas para pensar que lo hiciera el último. "No tenemos ninguna prueba de que las haya puesto después de nosotros", ha dicho, así que los ingenieros se opusieron a que fuera sustituido por el suplente, como insinuó Serena. "No podemos decir que las ha puesto el último, ¿por qué le íbamos a excluir, porque es malo?", se ha preguntado. "Yo creo que las pondría antes de pedírnoslas a nosotros", ha zanjado.