La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha reafirmado este martes en el Senado el “compromiso con Navarra” en relación con la segunda fase del Canal de Navarra, asegurando que el Gobierno trabaja con “hechos e inversiones” para culminar un proyecto “estratégico” para el territorio. Según ha explicado, la ejecución tendrá un coste cercano a 375 millones de euros y un plazo estimado de 48 meses, si bien ha abierto la puerta a estudiar una ejecución en dos fases, tal como plantea Geroa Bai.

Así le ha respondido Aagesen a la senadora Uxue Barkos, que había pedido un balance de su primer año de gestión vinculado a Navarra. La vicepresidenta ha destacado que, tras “años de tramitación extraordinariamente compleja”, se ha aprobado técnicamente el proyecto y se avanza “muchísimo en ese convenio que va a ser fundamental para culminar este proyecto estratégico tan importante”.

En su intervención, Barkos ha defendido la necesidad de dividir las obras en dos fases para adaptar la infraestructura a la disponibilidad futura de agua. Ha reclamado construir primero un tubo que responda a las necesidades previstas y se ajuste a un caudal que “en los próximos años va a ser menor”. La senadora ha advertido además de que una ejecución inmediata del segundo tubo puede “evitar el castigo” a los regantes, al frenar “un precio desorbitado por ese agua”.

Aagesen ha recogido la propuesta y ha garantizado que su departamento la evaluará: “Hemos avanzado en ese proyecto y en esa definición. Analizaremos esa propuesta en dos fases”. La vicepresidenta ha subrayado que el cambio climático debe considerarse una “variación fundamental” para entender que los recursos hídricos serán “menores” en una zona “especialmente vulnerable” como Navarra.

Barkos, por su parte, ha reprochado al Ministerio los retrasos y el incremento del presupuesto: “Usted me dijo en febrero que la licitación estaría preparada este año y cifró el coste en 250 millones. Hoy sabemos que a la licitación no llegaremos antes de 2026 y el coste ha pasado a 375 millones”. Ha revindicado, asimismo, que, para Geroa Bai, la obra debe basarse en una premisa: “agua para todos” y a un precio “razonable”.

Aagesen ha concluido insistiendo en que el objetivo es asegurar el futuro hídrico de la Comunidad Foral: “El cambio climático afecta a todos los niveles y afecta a la disponibilidad de agua”, ha remarcado, defendiendo que las inversiones previstas permitirán afrontar ese reto con garantías.