Ya estamos en 2023, la Marcha Radetzky cierra el concierto de Viena y el campeonato de saltos de esquí de Garmisch ya entrega los trofeos a los mejores. La mayoría de nosotros nos reponemos de una noche en la que hemos estado pendientes del reloj, propio o del de la cadena de televisión que más nos guste, para vivir el momento exacto en el que la Nochevieja se ha convertido en Año Nuevo.

Pero por muy unánime que sea algo, siempre hay quien decide emprender un camino divergente. Frente a esos millones de personas que mantienen la canónica fecha de celebración del paso de año, pequeños grupos han decidido trasladar de fecha la fiesta de las uvas y hacerla con antelación. Así, los vecinos de las localidades Bérchules, en Granada, y Valoria la Buena, en Valladolid, se reúnen en agosto para las celebraciones rituales de cava, uvas y tañidos.

Así que, si por cualquier razón, trabajo, enfermedad, no pasar frío no has podido cambiar de año con una copa en la mano o lo que quieres es vivir una fiesta distinta, no hay que dejar de visitar estas tres localidades.

Miles de personas se reúnen en agosto en las calles de Bérchules para festejar el Año Nuevo. Ayto. Bérchules

Bérchules (Granada)

Bérchules es una localidad de la Alpujarra de Granada que no llega a los 1.000 habitantes. Desde el año 1994 celebra la Nochevieja en agosto. ¿Por qué? Un apagón eléctrico inoportuno el 31 de diciembre de 1993 les impidió brindar como es costumbre, con las campanadas de la Puerta del Sol de Madrid, y después salir de ronda por los locales hosteleros del pueblo. La desolación fue notable y ahí quedó la espina clavada. Pero esto no podía quedar así y los hosteleros decidieron que los vecinos se pudieran resarcir y propusieron repetir los fastos de fin de año en agosto, con buen tiempo y veraneantes que pudieran unirse al inesperado jolgorio.

La idea fue un éxito y hasta 10.000 personas se reúnen cada año desde entonces en la que se ha convertido el Fin de Año oficial del pueblo. De esta manera, el 31 de diciembre cada uno se queda en su casa y lo celebra en la intimidad.

Quienes vaya en agosto, además de esta fiesta puede disfrutar de otros atractivos del lugar. La Alpujarra ya es un entorno que merece la pena visitar siempre. Sierra Morena es un espectáculo se vaya cuando se vaya. Lanjarón y su balneario, Soportújar y sus historias de brujas y el resto de los Pueblos Blancos, el barranco del Poqueira o cualquiera de sus rutas senderistas por la sierra para los amantes del turismo activo.

En el propio Bérchules, recorriendo sus calles de claro origen nazarí, se puede visitar la Fuente de las Carmelas o el lavadero Fuente Grande, que cuenta con 10 pilas o lavabos. Tras recorrer los característicos tinaos, pasadizos cubiertos de vigas de madera que comunican entre sí plazas y travesías. También la iglesia de San Juan Bautista de origen mudéjar levantada sobre una mezquita.

El verano en Valoria invita a disfrutar de la fiesta de Nochevieja Efe

Valoria la Buena (Valladolid)

En Valoria la Buena cumplen con todos los rituales tradicionales de la Nochevieja y del Año Nuevo, desde la carrera de San Silvestre al concierto de Año Nuevo, pasando por las uvas y campanadas. Lo único que cambia es que la temperatura ambiente es algo más templada ya que el mes de agosto es en esta localidad vallisoletana es más soportable que el invernal diciembre.

El motivo del traslado no se diferencia mucho del de los granadinos, un corte de los suministros de luz y agua causado por una fuerte tormenta obligó en 1995 a suspender las celebraciones públicas y limitó considerablemente las privadas. Los vecinos, que no quisieron resignarse y dejarse vencer por los elementos se reunieron en la plaza del pueblo con sus coches y a bocinazos dieron paso al nuevo año.

Para evitar que esto ocurriera de nuevo, para años posteriores decidieron ser previsores y seguir el ejemplo de los otros. El éxito fue inevitable y su cercanía con la capital de la provincia, apenas una treintena de kilómetros le separan de Valladolid, hace que en las últimas ediciones se reúnan hasta 15.000 personas. Cada primer sábado de agosto es la convocatoria.

Pasada esta fiesta, se puede seguir visita a Valoria por la iglesia de San Pedro, del siglo XVIII y declarada Bien de Interés Cultural. Destaca sobre otras de su entorno porque su planta no tiene forma de cruz latina, ni son naves longitudinales, sino que es una única nave en la que la planta central es hexagonal y su cubierta está formada por una enorme cúpula de 22 metros de altura., es decir, la nave entera está debajo de la cúpula. Está levantada sobre otras de estilo gótico. Dentro del patrimonio urbano también destacan dos palacios de los Vizcondes de Valoria de los siglos XVII y XVIII, la Cruz de San Martín del siglo XI y la ermita del Cristo de la Esperanza, del siglo XVIII.