"Navarra es tierra de transición y en sus dominios conviven cuatro climas diferentes. Esto incide sin remedio en la configuración de sus paisajes y en los grandes contrastes de su geografía. Por un lado, cumbres y verdes valles del Pirineo, por otro, el desierto de las Bardenas y entre ambos, suaves colinas, viñedos y cultivos. Esta diversidad, es un regalo que nos ha dado la naturaleza, es nuestro privilegio por el cual sentimos agradecimiento y orgullo", así es como desde la Web Oficial de Turismo de Navarra habla de la estrecha relación entre Navarra y naturaleza.
Senderos que llevan a cumbres, selvas, bosques, cuevas, viñedos y desiertos
Pero su relato no se queda ahí. "Aquí vas a adentrarte en senderos que te llevan a cumbres, selvas, bosques, cuevas, viñedos y desiertos. E incluso el mismísimo Camino de Santiago va a dejar en ti su estela en estas tierras forales. Un lugar donde reencontrarte con tu paz interior en medio de una amalgama de paisajes que cambia en cada punto cardinal. Y que en cada estación se viste de diferentes tonos para regalarte una estampa diferente, pero siempre poderosa y tranquila. Los casi 180 km que atraviesan Navarra de norte a sur te dejan una escena sacada de cuento, en la que practicar tus actividades preferidas en plena naturaleza", añaden.
La curiosa cascada de agua salada, "la maravilla oculta de Navarra", según la revista Viajar
"En el corazón de Navarra, en la Merindad de Estella, aparece Salinas de Oro, una población conocida por sus salinas naturales y su increíble cascada salada que ofrece una experiencia inolvidable para los amantes de la etnografía y los rincones insólitos", relata José Miguel Barrantes, autor de la publicación de la revista Viajar 'Esta es la curiosa cascada salada de Salinas de Oro, la maravilla oculta de Navarra'.
La cascada de Salinas de Oro destaca, tal y como su propio nombre indica, por ser de agua salada. "Somos un pueblo de arraigadas costumbres, rico en recursos naturales, como nuestra sal, con un entorno de belleza incomparable, con bañeras naturales de agua salada", señalan desde el ayuntamiento.
"Las eras o piscinas donde se evapora el agua y donde van quedando las capas de flor de sal en la superficie, forman ya parte indisoluble del paisaje de Salinas de Oro y tienen un significado cultural profundo. Son un escaparate perfecto para observar la recolección artesanal de la sal. El secreto de la producción de la sal de Salinas de Oro no es otro que el aprovechamiento de las aguas del río Salado, una maravilla natural cuyas aguas en este tramo circulan con una concentración salina mucho más elevada que la que podamos encontrar en la mayoría de los mares. Gracias a un recorrido señalizado hasta la presa podemos alcanzar el punto donde se localiza este lugar en el se encontraba el antiguo molino de Muniavía. Un salto del río que transporta las aguas salobres junto a un puente románico del siglo XI formando, junto con el bosque colindante, un conjunto histórico y natural que sorprende a quien llega hasta él y que es el complemento perfecto si visitamos el proceso de extracción de la sal de Salinas de Oro", relatan desde la revista Viajar.