En el año 778, tuvo lugar una de las batallas más conocidas de la historia de los vascos: la mítica batalla de Orreaga. El emperador Carlomagno regresaba a sus dominios del norte tras la fallida campaña que llevó a cabo en Zaragoza. Tras destruir las fortificaciones de Iruña, continuó hacia el Pirineo, con su ejército dividido en dos. Ambas partes distaban una o dos jornadas entre sí, y el 15 de agosto del 778, la primera de las columnas llegó a la localidad de Luzaide, ya en la vertiente norte de la cordillera. La segunda comenzó a internarse en el desfiladero cuando fue sorprendida por una emboscada llevada a cabo por guerreros vascones. La larga fila de tropas carolingias, fue asaltada y empujada laderas abajo. El conocimiento del terreno de los vascones conlleva un total descalabro del ejército invasor.
En esta parte trasera de las huestes, viajaba el sobrino del emperador, llamado Roldán, que fue muerto en la lucha. Fruto de aquel acontecimiento, se creó un cantar de gesta, –poema medieval en el que se refieren las hazañas de un personaje histórico o legendario–, llamado “La Canción de Roldán”, en el que se glosaban las bondades del guerrero y que corrió por toda la Europa medieval como la pólvora. Posiblemente, llegó a nuestra tradición vía Camino de Santiago y es precisamente a esta ruta de las estrellas a donde dirigimos hoy nuestro caminar. Nos vamos a la localidad navarra de Estella-Lizarra en busca de un insólito capitel que nos habla precisamente del héroe Roldán.
Ruta por Lizarra Para descubrir el capitel, realizaremos un paseo que nos llevará a conocer algunos parajes particulares de esta zona media de Nafarroa. Aparcamos en el párking junto al parque de Los Llanos de la localidad y comenzamos a caminar por la calle Sancho el Fuerte, junto al rio Arga. Callejeamos por la parte vieja de Estella, buscando la salida norte y continuando por la calle los Cordeleros hasta un cruce, junto a un albergue. Una pista asfaltada sale a la derecha en ascenso, alternando bosque y zonas de huertas, hasta llegar a un cruce. Un cartel indicativo nos señala la dirección hacia el “Parque de los Desvelados”, una pequeña curiosidad del municipio hacia la que nos dirigimos y que presenta una serie de esculturas de calaveras, obra del artista Luis García, si bien, es una lástima el estado de descuido que presenta. No lejos del parque, podemos ascender la cumbre de San Millán, para lo cual, desde el ultimo cruce, tomamos un sendero que llega a una bifurcación, donde abandonamos el camino principal y giramos hacia la izquierda, en marcado ascenso hasta la cota de 670 metros de altura.
Desde la cima de San Millán, tomamos una senda que se dirige hacia el SW. y que nos llevara hasta otra cota, coronada con una cruz: Peñaguda, de 570 metros de altura; una cima rocosa que presenta en una de sus caras una escuela de escalada. Seguimos el descenso, que rápidamente y sin perdida nos lleva hasta el Santuario de la Virgen del Puy y alcanzamos nuevamente la parte vieja de Estella.
Es el momento de buscar el capitel, el misterio, que nos ha traído hasta este bello pueblo. Llegamos al corazón de Lizarra, la plaza de los Fueros, nos encaminamos por la calle Mayor hasta el puente que salva el rio Arga, por la calle Fray Diego de Estella. Una vez en la plaza de San Martin, vemos frente a nosotros la iglesia de San Pedro de la Rúa y debemos buscar el Palacio de los Reyes de Navarra. Y es en este palacio donde localizamos un precioso capitel que guarda celosamente su secreto. Enmarcando la puerta de acceso, vemos unas columnas superpuestas; nos fijamos en la de la izquierda, donde está la mítica talla que representa un combate, quizás un torneo, entre dos caballeros. Algo más abajo, una inscripción, nos da más datos de lo que estamos contemplando. Se trata de los caballeros Roldán y Ferragut. Los guerreros entrecruzan sus lanzas, justo en el momento en que Roldán clava a Ferragut, su lanza, en el único punto de su anatomía que la coraza deja visible: el ombligo.
Ficha práctica
- ACCESO: La autovía A-12 nos lleva hasta Estella-Lizarra desde Pamplona o desde Logroño.
- DISTANCIA: 9 kilómetros.
- DESNIVEL: 270 metros.
- DIFICULTAD: Fácil.
Este capitel, nos cuenta una conocida leyenda, que tiene su origen en la batalla que libraron cristianos y moros en la localidad riojana de Poyo de Roldán.
La leyenda cuenta que Ferragut era un gigante musulmán de origen Sirio, señor del Castillo de Nájera. El caballero era conocido por su enorme fuerza e increíbles habilidades para la batalla, haciéndolo prácticamente invencible.
Sucedió que el caballero franco Roldán se dirigía con sus caballeros cristianos hacia Santiago de Compostela para culminar su peregrinación cuando fueron retados por Ferragut a una batalla.
Roldán inmediatamente aceptó y ambos se enzarzaron en una intensa lucha, en la que también participaron los caballeros de Roldán, sin lograr ni siquiera herir al gigante. Surgen entonces dos versiones de la leyenda. Una de ellas cuenta que Ferragut al ver el aplomo de Roldán le ofreció perdonarle la vida si decidía desistir de la batalla, pero este se negó. Transcurrieron dos días de pelea hasta que Ferragut, ya agotado, se durmió. Entonces, Roldán descubrió el único punto visible del gigante, el ombligo, donde le clavó un puñal, matándolo al instante.
La otra versión nos dice que, tras la batalla muy dilatada en el tiempo, se decidió una tregua entre ambos guerreros. Ferragut, confesó a su enemigo, en un momento de relajo, su punto débil, que era el ombligo. Tras la tregua, se volvió a la batalla, momento en que Roldán aprovechó la confesión de Ferragut para clavarle el puñal en el ombligo, dándole muerte.
Sorprende cómo es posible describir esta curiosa leyenda, en un capitel tallado por algún maestro cantero hace siglos; misterios de nuestra tradición.
Dejamos en su feudo pétreo a los caballeros Roldán y Ferragut para regresar al punto de partida.