En Navarra hay un total de 272 municipios. Más de dos centenares de localidades y todas y cada una de ellas con su encanto. Porque la Comunidad Foral es naturaleza pero también es cultura e historia.
Un territorio repleto de lugares mágicos donde "desconectar del mundo"
"Desde sus hayedos hasta sus foces, atravesados por rutas mágicas que hablan de seres mitológicos, pasando por sus cuevas y sus leyendas de brujería, Navarra es una caja de la que parece que nunca dejan de salir sorpresas. Castillos y monasterios donde la realeza y la religión tejen los hilos del pasado, importantes paradas jacobeas en el Camino de Santiago, arquitectura única, pueblos que se bañan en ríos y ciudades con mucho que contar. Caseríos y valles donde desconectar del mundo y un sinfín de tradiciones", así es como desde le prestigiosa revista de viajes, National Geographic, invitan a sus lectores a visitar el territorio navarro.
Es, precisamente, de una localidad navarra de la que habla Clara Huguet Millat en una de las publicaciones más recientes de la prestigiosa revista de viajes National Geographic. Se trata, tal y como así señalan desde el post, "de un lugar donde la historia de la Reconquista, un asombroso monasterio y el Camino de Santiago se entrelazan con paisajes de embalse, sierra y bosques mediterráneos".
El pueblo de montaña de Navarra "bañado por el inmenso Mar del Pirineo"
El municipio al que se hace referencia es Yesa, un pueblo situado a poco más de 40 de kilómetros de Pamplona. "Allí donde se erige el primer monumento protegido de Navarra, un pequeño pueblo que no llega a los 300 habitantes se abre a orillas de un ‘mar’ enclavado entre montañas. Al llegar, hay que parpadear un par de veces para creer realmente lo que uno tiene enfrente. Y es que, aunque parezca mentira, en ese rincón del corazón del Pirineo, rodeado de prados y montañas, aparece un mar. En este caso cambia el salitre por aguas dulces y turquesas, y más que una exageración poética, hace referencia a su extensa superficie, que se expande como un enorme océano a lo largo de diez kilómetros de largo y dos de ancho. Sin embargo, su inmensidad hace que también empape la parte noroeste de la provincia aragonesa de Zaragoza, donde extiende su mayor parte de superficie", relatan desde National Geographic.
Pero el relato de la prestigiosa publicación no se queda ahí. "Le llaman el Mar del Pirineo y se encuentra regentado, en su parte navarrense, por el pueblo de Yesa. Con casi 2.000 hectáreas de superficie, este vasto embalse situado a los pies de la sierra de Leyre y rodeado de colinas boscosas aguarda la fuerza del río Aragón. El lugar, además de ser una obra de ingeniería colosal, se ha convertido en un espacio donde historia y naturaleza conviven al unísono, dónde matorrales, pinos y sauces bañados por sus aguas turquesas se convierten en las vistas del altivo Monasterio de Leyre, considerado como la cuna espiritual de Navarra y donde se enterraron los primeros reyes de la comunidad. Hoy, este mar interior se ha convertido en un paraíso para senderistas, ciclistas y deportistas acuáticos, que aprovechan sus características y entorno para llenarse de adrenalina. En verano, las piraguas y las tablas de paddle surf surcan sus aguas tranquilas e incluso surgen zonas de baño, mientras que en invierno el agua pasa a ser solo una parte más del paisaje, encarnándose como un espejo de las montañas que lo rodean, y que en esta época son las protagonistas activas, puesto que ofrecen un sinfín de rutas para conocerlas", añade Clara Huguet Millat en la publicación.