Las espinacas que Popeye tomaba para tener fuerza eran, en realidad, zumo de remolacha. Aunque se sabe que el nitrato dietético mejora el ejercicio, tanto en lo que respecta a la resistencia como al ejercicio de alta intensidad, los investigadores aún tienen mucho que aprender sobre por qué se produce este efecto y cómo convierte nuestro organismo el nitrato dietético que ingerimos en óxido nítrico que pueden utilizar nuestras células.

Para ayudar a responder estas incógnitas,  investigadores rastrearon la distribución del nitrato ingerido en la saliva, la sangre, el músculo y la orina de diez voluntarios sanos, a los que luego se pidió que realizaran un ejercicio máximo de piernas. El equipo quería descubrir en qué parte del cuerpo actuaba el nitrato dietético, para dar pistas sobre los mecanismos en funcionamiento.

El estudio realizado por la Universidad de Exeter (Reino Unido) ha descubierto que el consumo de nitrato dietético, la molécula activa del zumo de remolacha, aumenta significativamente la fuerza muscular durante el ejercicio.

Una hora después de tomar el nitrato, se pidió a los participantes que realizaran 60 contracciones del cuádriceps (el músculo del muslo que se activa al enderezar la rodilla) a intensidad máxima durante cinco minutos en una máquina de ejercicios.

El equipo descubrió un aumento significativo de los niveles de nitrato en el músculo. Durante los ejercicios, los investigadores descubrieron que este aumento de nitrato provocaba un incremento de la fuerza muscular del siete por ciento, en comparación con cuando los participantes tomaban un placebo.

"Nuestra investigación ya ha aportado numerosas pruebas de las propiedades de mejora del rendimiento del nitrato dietético, presente habitualmente en el zumo de remolacha. Resulta emocionante que este último estudio aporte las mejores pruebas hasta la fecha sobre los mecanismos que explican por qué el nitrato dietético mejora el rendimiento muscular humano", ha comentado el líder del estudio, Andy Jones, catedrático de Fisiología Aplicada de la Universidad de Exeter.

Estudios anteriores habían detectado un aumento de nitrato en tejidos y fluidos corporales tras ingerir nitrato alimentario marcado. Al utilizar el trazador en el nuevo estudio, los investigadores pudieron evaluar con precisión dónde aumenta y se activa el nitrato, y también arrojar nueva luz sobre cómo se utiliza el nitrato que consumimos para mejorar el rendimiento del ejercicio.

"Este estudio aporta la primera prueba directa de que los niveles de nitrato muscular son importantes para el rendimiento durante el ejercicio, presumiblemente al actuar como fuente de óxido nítrico. Estos resultados tienen implicaciones significativas no sólo para el campo del ejercicio, sino posiblemente para otras áreas médicas como las dirigidas a enfermedades neuromusculares y metabólicas relacionadas con la deficiencia de óxido nítrico", ha resaltado otra de las autoras, Barbora Piknova.