Seguir una dieta sana y equilibrada, dormir 7 horas al día e incluir el ejercicio físico en el día a día son tres de las claves sobre la que se sostiene la salud.
La Organización Mundial de la Salud, popularmente conocida como la OMS, indica que los adultos de 18 a 64 años deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos, actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
Entre las ventajas de la actividad física, la OMS destaca la mejora del estado muscular y cardiorrespiratorio y de la salud ósea y funcional, la reducción del riesgo de hipertensión o de diabetes.
Si hay un deporte estrella que reina entre los amantes del ejercicio físico, ese es el running. Uno de los deportes más populares en todo el mundo que cada vez cuenta con más aficionados. Empezar a correr no es tarea sencilla, sin embargo, la satisfacción de ver evolucionar y mejorar es todo un premio.
Cuatro consejos para empezar a correr desde cero
Estirar y calentar siempre
A la hora de empezar a hacer cualquier deporte, el running no iba a ser menos, es fundamental dedicar el tiempo necesario a estirar y a calentar. Teniendo en cuenta que cuando se empieza a hacer una actividad física el cuerpo pasa de un estado de reposo a estar activo, es esencial que estén preparados. De lo contrario, el cambio brusco provoca la aparición de lesiones. Por ello, es importante calentar antes de salir a correr y estirar al finalizar el entrenamiento.
Ir al ritmo de cada uno
Empezar a correr no es sencillo, tampoco lo es dar con el ritmo adecuado. Por ello es importante dejarse llevar por el cuerpo y escucharle. Sentirse cómodo y mantener un ritmo constante es clave. Los expertos señalan que lo ideal para aquellas personas que empiezan en el mundo del running es mantener un ritmo aproximado de seis a siete minutos por kilómetros, lo que se traduce en una distancia aproximada de 9 o 10 kilómetros por hora. A medida que e cuerpo se vaya acostumbrando, se irá aumentando el ritmo de carrera.
Cuidar la alimentación
Además del descanso, la alimentación juega un papel importante en el rendimiento deportivo. Una de las principales recomendaciones de los especialista para quienes empiezan a hacer running está relacionada con la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos. Este tipo de alimentos proporcionan energía, lo que ayudará a que el entrenamiento sea más productivo. Son alimentos como el arroz, la pasta, el pan, las patatas o los cereales. También se aconseja consumir frutas como el plátano, la manzana o la pera. La hidratación también es una parte vital en la práctica del running.
Seguir una rutina
Unos de los principales errores que se comenten al empezar a practicar un deporte es la falta de constancia. Para coger el hábito, lo recomendado por los especialistas para los principiantes del running es salir 3 días a la semana. Por ello, es fundamental prestar atención a las obligaciones y quehaceres que ocupan el día a día e incluir el momento de entrenamiento en esa lista. Para que la pereza no termine jugando malas pasadas, es importante que salir a correr se convierte en una obligación y forme parte de la rutina.
