Fatiga, tristeza, dificultad en la concentración, debilidad o alteraciones en el sueño son algunos de los principales síntomas de la astenia o cansancio otoñal.
La astenia es un trastorno, normalmente leve y con una duración limitada, entre 2 y 4 semanas aproximadamente, que se produce cuando el cuerpo no se adapta bien al cambio de estación. Y es que, teniendo en cuenta que durante esta época del año, y tomando como referencia la época de verano y de vacaciones, se da un cambio de temperatura y de horarios considerable, no es de extrañar que el cuerpo termine siendo un reflejo de esas alteraciones.
Con el inicio del otoño, la exposición solar se reduce, toca readaptarse a la rutina y a los hábitos previos al periodo estival y hacer frente a los primeros resfriados y catarros de la época.
¿Cuáles son los síntomas de la astenia otoñal?
- Fatiga. Es habitual tener una sensación continua de agotamiento físico sentir falta de energía, algo que manifiesta en forma de dificultad para afrontar las obligaciones del día a día.
- Cambios en el apetito. La astenia o cansancio otoñal puede manifestarse como una pérdida o aumento del apetito.
- Irritabilidad, tristeza y/o apatía. Sentimientos de melancolía, falta de interés en actividad que suelen ser gratificantes, cambios de humor o melancolía suelen ser habituales durante esta época del año.
- Dificultad de concentración. También es habitual tener problemas para mantener la atención y el enfoque en tareas específicas.
- Alteraciones en el sueño. Es posible presentar dificultades para conciliar el sueño, mantenerlo o experimentar despertares frecuentes durante la noche.
¿Cómo aliviar los síntomas de la astenia otoñal?
Para prevenir y acelerar, en la medida de lo posible, ese proceso de readaptación a la nueva estación y condiciones meteorológicas, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones. Desde el laboratorio farmacéutico Cinfa recomiendan tener muy presentes las siguientes recomendaciones:
Seguir una dieta sana y equilibrada
Según apuntan los expertos, la dieta debe incluir todos los alimentos en las porciones necesarias con el fin de garantizarte las cantidades recomendadas de vitaminas, minerales y fibra. Asimismo, es recomendable evitar o reducir el consumo de grasas e hidratos de carbono refinados, aumentar el de frutas y verduras y tomar proteínas al menos una vez al día. También se aconseja evitar o reducir, en la medida de lo posible, el consumo de cafeína, tabaco y alcohol. Y no solo eso, lo ideal ingerir cinco comidas al día, no picar entre horas y tomar cenar ligeras al menos dos horas antes de irse a dormir.
Hacer ejercicio físico de manera regular
Hacer deporte ayuda a mejorar el estado de ánimo, liberar endorfinas y liberarse del estrés. Hacerlo no solo ayuda a la salud mental, sino también física. Los especialistas recomiendan realizar ejercicio físico suave o moderado, si es posible al aire libre, como puede ser el caso de pasear, nadar o montar en bicicleta.
Mantener una rutina de sueño
Además de dormir entre siete y ocho horas diarias, es importante establecer horarios regulares para acostarse y levantarse. Y no solo eso, también es recomendable evitar las siestas para evitar alteraciones en el sueño. Asimismo, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse promoverá una calidad de sueño óptima.
Exponerse a la luz solar
Toma el sol durante diez minutos al día o pasar más tiempo al aire libre, paseando o haciendo ejercicio ayudará a combatir los signos del cansancio o astenia otoñal. Así, se regular los ritmos circadianos y estimular la síntesis de vitamina D.