Los especialistas de Sanitas hacen referencia a la tensón arterial de la siguiente manera: "es esencial para que la sangre pueda circular por los vasos sanguíneos y cumpla su función de llevar a todos los tejidos del organismo el oxígeno y los nutrientes que necesitan para mantener correctamente su actividad. Se puede definir como la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias, que es más alta (presión sistólica) cuando el corazón la bombea hacia las arterias y más baja (presión diastólica) entre un latido y otro del músculo cardiaco".

Presión arterial normal, baja o alta

En esa misma línea indican que "atendiendo a los valores de la tensión arterial, ésta se clasifica del siguiente modo: Normal: los valores que determinan la normalidad pueden oscilar entre 90/60 y 130/90 mm de mercurio. Hipotensión o tensión baja: cuando se produce una caída de 20 mm de mercurio sobre los valores que se tienen habitualmente. Hipertensión o tensión alta: si se superan los 140/90 mm de mercurio. El envejecimiento conlleva habitualmente un aumento de la tensión arterial a causa del endurecimiento de las paredes arteriales, por lo que es muy frecuente que las personas mayores sufran de hipertensión. Prehipertensión: en una clasificación recientemente incorporada y que está determinada cuando el valor de la tensión arterial se encuentra entre 130/80 y 140/90 mm de mercurio. La razón es que los especialistas consideran que es el momento de iniciar una vigilancia mas continuada de la tensión arterial y de adoptar medidas preventivas que afectan a los hábitos de vida especialmente en lo referente a la dieta y a la práctica regular de ejercicio, así como al abandono del tabaco en caso de que se sea fumador".

Los alimentos que debes comer para que no te baje la tensión en verano

En el caso de las personas con la tensión arterial baja, los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra explican que "en estos casos el organismo no controla adecuadamente esa tensión arterial, fallando en la necesidad de mantener unas cifras suficientemente altas como para establecer una adecuada perfusión en todos los territorios".

Un fallo que, según explican, "se manifiesta especialmente en algunas situaciones como cambios posturales y en algunas circunstancias ambientales o personales".

"El calor dilata los vasos sanguíneos y la presión arterial baja. Esto puede causar mareo, fatiga, visión borrosa o desmayos", comienza explicitando la nutricionista Celia Sánchez, con nombre de usuario @celianutricion en Instagram y más de 8.700 seguidores.

"Alimentos que ayudan a subir la tensión: Alimentos salados: aceitunas, frutos secos. Carbohidratos complejos: patatas, pan. Bebidas con electrolitos. Snacks proteicos salados. Caldo casero salado. Además, es recomendable: evitar levantarte bruscamente, evitar exponerte al sol sin sombrero e hidratarte cuando hagas ejercicio. ¡¡OJO!! Con moderación. No es apto para personas con hipertensión", continúa explicando la experta.