Todo empieza el 6 de julio a las 12 del mediodía con la canción de Ánimo pues. Y eso es precisamente lo que no pierde David Carmona Oteiza (Pamplona, 54 años), uno de los numerosos gaiteros que animan las fiestas de San Fermín hasta el final. El presidente de la Asociación Haizaldi no ha parado de tocar durante estos nueve días: en los gigantes, las dianas, los toros, los bailables y hasta algunas comidas. Y es que la gaita se ha convertido sin duda en uno de los principales sonidos de la fiesta. 

“La gaita tiene un gran peso en los Sanfermines y, sin meter demasiado ruido, se están haciendo muchas cosas bien. Desde hace unos años protagoniza una de las imágenes de las fiestas con la salida de los gaiteros del zaguán, reúne a más de 200 personas cada día en hora punta para bailar La Era en la Plaza del Castillo y es protagonista en los gigantes. Yo me siento orgulloso de tocar un instrumento que tiene tanta potencia”, explica el gaitero, que atiende nuestra entrevista el mediodía del 13 de julio, justo después de haber tocado 5 horas en los gigantes. 

Se nota el agotamiento propio de la fecha, pero también desprende la alegría y el entusiasmo de quien ha dado el máximo por hacer disfrutar a los demás durante nueve días. “Tocar la gaita en los Sanfermines es muy bonito y me encanta, si no sería imposible aguantar porque es agotador. Empiezas las fiestas con muchas ganas, pero al final pesa. Lo bueno es que los Sanfermines son lo suficientemente largos como para que desees que se acaben. Como mínimo quieres unos días para recuperar”, bromea. 

Su menú musical de estas jornadas ha sido de lo más completo: los 9 días de gigantes, 4 de toros, 2 bailables y unas dianas. “Y eso sin contar las comidas a las que llevas la gaita y te pones a tocar. El otro día, por ejemplo, nos pegamos un buen rato en el Gazteluleku. Creo que, de las 204 horas que duran las fiestas, puedo estar más de 80 con la gaita”, reflexiona. 

Sin duda, una de las jornadas más agotadoras es la del chupinazo. “El día 6 es el más diferente, luego a partir del 8 es todo más rutinario, un poco el día de la marmota. El 6 estás todo el día fuera. Con la aglomeración de gaiteros que había en el zaguán del Ayuntamiento, solicitamos tocar también en el kiosko de la Plaza del Castillo, donde lo hacemos unas 80 personas. Es otro punto más en el que ofrecer música en el chupinazo y bastante más tranquilo, claro. Empezamos con el almuerzo, el chupinazo y, para cuando te quieres enterar, ya son las 5 y tienes que salir con los gigantes. A las 9 del día 7, otra vez hay que estar listo para volver a tocar con los gigantes y en la procesión hasta las 16 horas. Es muy intenso”. 

Pese a tener la agenda tan cargada, asegura que también disfruta mucho de las fiestas. “Es complementario, muchas veces se juntan las dos cosas. Llevando tantos años en el mundo de la gaita, al final te acabas rodeando de muchos compañeros y suele girar todo en torno a la música”.

36 años en la comparsa

David Carmona es uno de los gaiteros que acompañan en los gigantes a Larancha-la, la reina africana. “Llevo tocando en los gigantes desde 1986, son ya 36 Sanfermines. El boom de los gigantes en los últimos años ha sido tremendo. Antes solo se veían pasar y los críos iban a correr delante de los cabezudos. Ahora hay una afición y una admiración flipante. La Comparsa ha hecho las cosas bien durante muchos años y se ha convertido en un espectáculo de calle muy importante. Eso sí, a veces habría que pedir a la gente un poco más de respeto y de sentido común con los músicos y los portadores de los gigantes. Creo que es algo en lo que todavía habría que incidir más”. 

El músico tiene claro que uno de sus momentos favoritos de las fiestas es la despedida de los gigantes. “Es precioso. Cuando se hacía en la antigua estación de autobuses era muy entrañable. Luego, cuando se pasó a la nueva quedó muy deslucida. Entonces se ideó un final más popular y participativo en el Ayuntamiento y tuvo mucho éxito. Lo parimos entre varios y la verdad es que se ha trabajado muy bien. Veremos qué pasa este año que se cambia a la Plaza del Castillo”. Eso será hoy y puede que haya nuevas sorpresas. Lo único que está claro es que el sonido de la gaita será protagonista hasta el final.