Aunque la gente no podía verle, Joseba Goyeneche Sanz salía reinante de la puerta del Palacio de Ezpeleta. Comenzaba a bailar para despedirse del público que le había ido a ver durante todas las fiestas de San Femín. Marchaba orgulloso cargando a su compañero, el rey europeo, quien había dormido ocho noches en aquel palacio y al que ya le tocaba volver a casa. 

“Es emoción, emoción pura. Es abrir las puertas y ver las caras, ya no solo de los niños, sino de todo el mundo. Es la emoción de toda la ciudad que al final representamos. Es especial. Es muy especial”, expresó el porteador de la Comparsa de Pamplona antes de la última procesión de las fiestas. Unas fiestas en las que cumple ya cuatro años dando vida a la figura que encabeza a todos los demás gigantes. Joseba Goyeneche sabe que lleva a hombros no solo los 65 kilogramos del rey europeo, sino una tradición que cumple ya 164 años llenando las calles de Pamplona de niños, niñas y familias. 

El porteador ha crecido rodeado de la esencia de la más grande de las realezas a las que se dirige en castellano y euskera. Comenzó con los cabezudos de su pueblo, Burlada, para luego pasarse a bailar con los gigantes de Ansoáin y de la Rotxapea. A la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona llegó en 2017 y descubrió que estos son muy diferentes a los que ya había bailado. “Hombre!, son unos 15 kilos más o menos de cambio” asume entre carcajadas. Además de su propio recorrido en esta tradición, el joven los vivía también en casa desde txikito. “Viene de familia, mis primos bailaban, luego empezó mi hermano Pablo -que ahora porta a Toko-Toko- y nada, había que seguir con la estirpe”, confesó y añadió que a sus padres les gusta, pero es que también los abuelos eran amantes de esta tradición. 

Joseba Goyeneche Sanz junto con su hermano Pablo, porteador de Toko-Toko Iñaki Porto

Asimismo, y como todos los porteadores de la Comparsa, este joven de 30 años también tiene su gigante favorito. “Mi favorita es la africana, desde pequeño, pero sí que es verdad que el europeo es el europeo, es el que abre todo”, reveló, mostrando una mezcla de cariño y respeto por la figura. Un rey que además este año todos sus porteadores se han sellado en la piel con una calcomanía. De hecho, junto con él, hay otras tres personas cargan a este gigante del día 6 al 14 de julio. “Vamos tres o cuatro por gigante, pero todos los días, todas las horas, todos los bailes... Todo lo hacemos entre cuatro”. 

Los Sanfermines de este año han sido muy especiales para Joseba, amante de la cultura y tradiciones de nuestra tierra, quien agradecía también que, hasta el último día, no había hecho mucho calor. “Es verdad que han sido especiales porque yo creo que ha habido más gente de lo normal, también más gente de casa, de Pamplona”, reconoció mientras explicaba que, con el paso de los años, “quieras que no, te vas quedando con las caras”. Además, con una sonrisa embaucadora, recordaba que este año ha podido ver a niños y niñas “que el año pasado eran recién nacidos o madres que el año pasado venían embarazadas y este año han venido con el niño”. En estos siete años ha visto crecer a muchos txikis. Precisamente sobre las familias y los menores explicó que, si bien ha habido mucha masificación y muchas silletas, en general “nos respetan bastante, nos suelen hacer bastante hueco, algunas veces cuesta un poquito más, pero nos hacen hueco”.

“Emociona ver madres que el año pasado estaban embarazadas venir ya con sus hijos”

Joseba Goyeneche Sanz - Porteador del rey europeo

Todas esas familias, esas miradas y experiencias son el regalo que él se lleva de esta labor diaria durante las fiestas. Él, junto con todas las personas que forman la Comparsa de Pamplona, empeñan tiempo de sus Sanfermines en hacer disfrutar a otros y esto, por supuesto, implica sacrificar un poco la vida nocturna de San Fermín. De cualquier forma, a Joseba Goyeneche no le apena. “A mí siempre en Sanfermines me ha gustado el día. De noche es todo fiesta, que puedo tener cualquier fin de semana. Pero durante el día, como hay tantos actos “para los de aquí”, como suelo decir yo, pues tampoco lo echo tanto de menos. Es un sacrificio, pero bueno, se lleva bien”, justificó y explico que él prefería ir “ir a los fuegos, cenar e ir a algún concierto si hay, pero para la una a casita”. 

“A mí en Sanfermines siempre me ha gustado el día, de noche es solo fiesta y puedo salir cualquier fin de semana”

Joseba Goyeneche - Porteador del rey europeo

Todos los gigantes tienen un peso que ronda los 60 kilogramos, aunque algunos más, como es el caso del rey europeo. Esto implica tener una fortaleza física considerable, especialmente en las piernas, que son las que cargan la mayoría del peso. Por este motivo, es preciso que empiecen a ensayar justo después de Semana Santa y “ir calentando desde entonces”. De cualquier forma, advirtió que “las piernas tienen que estar siempre ejercitadas, todo el año”. Él mismo tuvo una época de entrenar haciendo Crossfit, pero ahora lo hace tratando de ir “andando a todos sitios”. Los días de ensayo previos a las fiestas mayores se realizan en la estación de autobuses dos o tres a la semana, con una duración de dos horas al día. Por este motivo, volvía a reírse Joseba diciendo: “Si es que una vez que empezamos esto es un no parar”. 

Además, durante mucho tiempo, Goyeneche tuvo que compaginar los bailes con los gigantes y los ensayos con su trabajo como camarero, así como con otra de sus aficiones: ser músico en el Orfeón Pamplonés. En la actualidad y, hasta que terminen los Sanfermines, “este es mi trabajo”, pero confesó que la labor de la Comparsa debía hacerse como hobby, puesto que “si lo haces como oficio estás perdido, porque como trabajo único no sirve”. 

 Ahora, toda ‘Europa’ está en sus manos y es mucha responsabilidad con todo lo que está cayendo en la UE, asume entre risas. Una Europa a la que pide mantener los valores democráticos sobre los que se fundó de respeto a la dignidad de las personas, libertad, democracia, paz...