Síguenos en redes sociales:

Feria del Toro | Apunte crítico

Toros de autor

Tarde de emociones fuertes en Pamplona con los muy serios y exigentes "escolares"

Final de la pelea cuerpo a cuerpo entre el torero y el toro. Rafaelillo se desploma sobre el estribo bañado en sangre. 'Callejero' ha doblado después de poner en peligro la vida del matador.Unai Beroiz

60

Cuando hablábamos ayer al mediodía en la tertulia de Radio Marca sobre lo que este ganadero era, sobre lo que ya habíamos adelantado en los especiales, y por las muchas veces que uno había tenido la oportunidad de escucharle, todos entendían que por la tarde había que venir a ver este festejo. Que nadie se iba a aburrir, o, peor, salir indiferente. Aunque solo fuera por ver algo distinto. Algo que no se asemeja a la moderna tauromaquia. Algo, en fin, que venía con un sello muy personal.

Era el propio Roberto Gómez, que de fútbol todo, pero de toros se queda en un apasionado aficionado, quien daba con la tecla y denominaba a don José Escolar como un ganadero artesano. Palabras que nos quedaban en el arcón de esta maravillosa casa, porque definen a este viejo criador, apasionado, entero, hombre que se viste por los pies y que no cede un milímetro ante lo que ahora vivimos. Y que por eso tiene el respeto de todo el mundo del toro. Incluidos sus detractores, que aún siguen sin explicarse como este señor, ganadero a la antigua, es el rey del encaste albaserrada. Cualquiera que lo haya podido ver, bien en el coso pamplonés o por OneTv tiene que dejar de hacerse preguntas y rendirse a los pies de lo que en ese hermoso paraje de Lanzahita, donde mima y busca la raza brava por encima de todo, labora con fe y sin rendición este hombre.

Porque todos los toros, del bueno, porque notables los ha habido, hasta el perla que cerraba el cotarro, han dado la medida de lo que es este enorme espectáculo llamado corrida de toros. Y delante de ellos unos hombres, que ante todo llaman esforzados unos, gladiadores los más, por diferenciar al que torea al animal de nobleza borreguil, contra estos que se comieron unos bravos de raza, duros, difíciles, que si te equivocas se orientan enseguida, y que a la mínima poco les importa convertir el rito en tragedia. Y qué cercana estuvo de producirse. Bien por esos errores comentados, como por esa raza, a veces con genio, que demuestra un animal de los denominados toros de lidia. Parecían que ni les habían roto al caballo. Al primero sí.

Pero que seguían enteros hasta el final. Sin duda no queremos ver la desgracia, como la pasada en el tercero por el bravo colombiano, del que temimos lo peor, y que repuesto, recibió el calor de sus congéneres humanos. Y la vivida en el cuarto por Rafaelillo, que hizo todo lo que pudo por terminar, antes de salir camino del centro hospitalario de Navarra con serio percance en su cuerpo. Y el tercero en discordia, un Robleño que se libro por poco de ello, y que dibujó faenas comprometidas en el día de su despedida de la Monumental. Todos atentos, palmas, ovaciones, orejas arrancadas de esos cárdenos de gran raza que deseamos que sigan por esta senda por muchos años. Todos los que queremos que la salud mantenga a su bravo criador para que continúe en esta línea.