La imagen de San Fermín propiedad del Ayuntamiento de Pamplona ha regresado esta mañana a primera hora a su hornacina de la muralla de la cuesta de Santo Domingo. Es el santo que preside durante el año ese espacio, el más conocido para paseantes, visitantes y turistas. Operarios municipales han reacomodado la imagen en el hueco y han colocado también la puerta de cristal que cierra el vano en la muralla para protegerla de las inclemencias del tiempo y la suciedad. Esta operación es la inversa a la realizada el pasado 4 de julio, cuando se vació el hueco para dejarlo libre para el ceremonial de los cánticos de los encierros.

Momento de la colocación por parte de los operarios. CRISTINA NUÑEZ BAQUEDANO | Ayto. Pamplona

Imagen de 1978

La hornacina de Santo Domingo alberga durante San Fermín una imagen que data de 1978 y es propiedad de las peñas. La efigie se coloca y se retira todos los días junto con los tableros que exhiben los pañuelos de las peñas, candelabros, velas y flores, y se convierte cada mañana en un rincón donde “encomendarse” al santo. Al inicio de esta tradición, en los años 70, la imagen de San Fermín se colocaba en un ventanal del desaparecido Hospital Militar (actual edificio del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra). En los Sanfermines de septiembre de 1978, se cambió la imagen por la que ahora se instala y, pocos años más tarde, en 1981, el Ayuntamiento de Pamplona habilitó la hornacina que hoy preside ese lienzo de la muralla.