Pamplona recupera la normalidad después de nueve días de mucho trajín. En cuestión de horas, la capital navarra pasó de unas calles abarrotadas de gente a no encontrarse con una sola alma. Ahora toca hacer balance de la recaudación y del servicio de la hostelería en el primer día de resaca después de fiestas.

El primer balance es positivo. No se puede negar que la realidad de los Sanfermines se relaciona en gran parte con las horas en los bares, ya sea de mañana y mediodía, como de tarde o ya a la noche. Desde primera hora de la mañana, la hostelería prepara los almuerzos. A media mañana, el vermú y la preparación de las comidas toman el mando. Y a partir de la sobremesa, a eso de las 18 horas de la tarde, es un no parar hasta la hora de cierre, sobre todo a la salida de los toros, cuando las calles de Pamplona se abarrotan de las hordas de gente que arrastran las peñas. Todo esto condiciona que, aunque los camareros tengan que echar muchas horas al otro lado de la barra, la recaudación es importante. La cantidad de pintxos, cervezas, vinos y combinados vendidos en San Fermín se multiplica con creces en comparación con un día común en la ciudad, lo que hace que la hostelería sonría en ese aspecto.

Mucho que mejorar a la noche

La noche sanferminera se vive con mucha energía, y los primeros que lo notan son los bares. Sin embargo, la nueva costumbre, sobre todo de la juventud, se ha alejado de los locales nocturnos.

Juan Carlos Oroz, presidente de la Asociación Navarra Pequeña Empresa de Hostelería (ANAPEH), afirma que “aunque la valoración siempre es buena, no gustaría que fuera mejor”. “La mayoría de los bares estamos muy satisfechos con las mañanas y mediodías, pero no tanto con la tarde y con la noche. Hay bares de la calle San Nicolás, por ejemplo, que, para no aguantar malos comportamientos, bajan las persianas a las 19 horas de la tarde hasta el día siguiente, y es una pena”, señala. Y el problema radica en que ahora, la costumbre de beber a la noche, se centra en comprar botellas en supermercados y ocupar la calle para gastar menos. “Ya no es solo el problema del macrobotellón que, evidentemente, nos afecta porque la gente consume menos en nuestros bares, sino que además, cuando terminan de beber en las calles, entran a nuestros bares y no consumen. No interesa ser el baile ni el baño de nadie si no vas a consumir”, denuncia Oroz.

En cuanto a los precios, Oroz justifica que “al subir los costes de la mano de obra, el precio se ha visto condenado a regularse. Aún así, San Fermín para nosotros es temporada alta. Nadie se sorprende cuando los vuelos o los hoteles se encarecen en temporada alta, sin embargo, con nosotros sí”.

Menos gente pero más consumo

Nacho Calvo, secretario general de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, valora como “buenos” los Sanfermines, pero reitera lo que se viene viendo en los últimos años: “El volumen de gente va en descenso desde hace años, pero aún así el consumo aumenta”. “En mi juventud había mucha más gente en San Fermín, y la costumbre de consumir era muy distinta. Ahora cada persona consume más, aunque tengamos el enemigo del botellón, que además de perjudicarnos, deja las calles sucias y no deberíamos permitirlo”, asegura. “Siempre se suben los precios en San Fermín, pero hay hasta bares que no lo hacen porque se centran en la clientela local”, añade.

Los protagonistas

Marisa, dueña del Bar Garazi de la calle Calderería desde hace muchos años, asegura que estos Sanfermines ha trabajado “menos que otros años”. “Me parece mal que se exija poner doble puerta a algunos bares mientras otros pueden sacar altavoces a la calle sin que se les diga nada. Esos que sacan los altavoces fuera generan más gente y ventas porque ahora la gente no entra al bar, prefiere quedarse fuera”, denuncia. “Por ejemplo, por el Garazi las peñas pasaron solo dos, algo que no entiendo”, añade.

En el bar Kandela de la calle Lindaxikia, la sensación es muy buena. “Buen ritmo de trabajo, bien los trabajadores y bien la facturación”, señalan. Ellos se centran en la ciudadanía local. “Hacemos fiesta y horarios para la gente de aquí, que es para la gente por la que estamos tanto en San Fermín como los demás días del año”, añaden.