Zaragoza. El Ministerio de Fomento presentó ayer por todo lo alto el futuro corredor Cantábrico-Mediterráneo del tren de alta velocidad, un trazado de 650 kilómetros que unirá los puertos de Santander y Valencia en poco más de cuatro horas y que atravesará siete comunidades autónomas. Lo hizo en Zaragoza, en un acto público inusual por la variedad de mandatarios, y en el que además del ministro participaron cuatro presidentes autonómicos y los consejeros de Obras Públicas de otras tres comunidades. La presentación, sin embargo, apenas aportó novedades. El ministro confirmó que la nueva línea será para pasajeros y mercancías, pero no detalló los plazos de ejecución, ni la financiación concreta de cada uno de sus tramos.
El proyecto presentado ayer por José Blanco tampoco concreta el punto de enlace del tramo navarro con la Y vasca, ni el lugar en el que se ubicará la futura estación de Tudela, aspectos que se deberán resolver a corto plazo. Así al menos se lo aseguró el propio Blanco a Miguel Sanz, con quien acordó mantener un encuentro en Pamplona antes de que finalice el año para concretar tanto el enlace como la estación, así como los términos del convenio de financiación que permitirán a la Comunidad Foral sufragar la construcción del tramo entre Castejón y Pamplona, y descontarlo posteriormente de su aportación al Estado vía Convenio Económico.
Prisas en Navarra y la cav Pese a la cordialidad institucional en la que se desarrolló la puesta de largo de la infraestructura, tanto el lehendakari Patxi López como el propio Sanz aprovecharon su intervención en el acto de ayer para reclamar al Gobierno de España que agilice su construcción y que concrete el punto en el que el tramo navarro conectará con la Y ferroviaria. López, incluso, pidió a Blanco que "acelere al máximo el procedimiento que permita aprobar el estudio informativo para la conexión a través de Ezkio-Itsaso", y que se active así "cuanto antes" un enlace "prioritario para los intereses de Euskadi y de la Comunidad Foral", tal y como recoge, recordó López, el protocolo de colaboración firmado en julio en Pamplona por Miguel Sanz y el lehendakari.
Una conexión que también reivindicó el propio presidente navarro, que aprovechó su intervención para reclamar a Blanco la necesidad de concretar la ubicación de la parada de Tudela y, sobre todo, para recordar que el convenio de financiación que permitirá a Navarra iniciar las obras sigue sin firma. "Son cuestiones que, estoy convencido, van a resolverse más pronto que tarde, y en cuya resolución el Ministerio va a encontrar el apoyo firme y decidido de nuestra comunidad", señaló Sanz, que insistió en que es "importantísimo" e "imprescindible" firmar el convenio de financiación.
Pero las reclamaciones de Sanz y López apenas tuvieron eco en las palabras de un exultante José Blanco, que se limitó a señalar que la nueva infraestructura enlazará Pamplona con San Sebastián, satisfaciendo así "una demanda social que consideramos necesaria". El ministro, no obstante, subrayó que el tren "de altas prestaciones" es una apuesta "clara y firme" de su Gobierno, como demuestra la "inversión sin precedentes" destinada para el próximo año, y que supone la mitad del presupuesto del Ministerio de Fomento.