pamplona. El aparato se encuentra ubicado en el centro de diagnóstico IT Viamed, inaugurado ayer por el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, y su utilización está especialmente indicada para pacientes claustrofóbicos u obesos, niños o personas con implantes o prótesis. La consejera de Salud, María Kutz, no descartó que se deriven pacientes del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea a IT Viamed.
"Este equipo tiene dos características que lo hacen especial: una apertura casi total que permite una panorámica de 320 grados de visión a los pacientes y su funcionamiento es totalmente silencioso", señaló el gerente de IT Viamed, Alejandro López del Val, quien informó de que cada exploración costará entre 275 y 300 euros. "Al tratarse de un equipo abierto, desaparece la ansiedad que suele ocasionar el clásico tubo de las resonancias cerradas, por eso es el sistema adecuado para personas que sufren claustrofobia, una patología que afecta a entre el 4 y el 8% de la población", añadió.
López del Val destacó que la máquina, con un coste de más de 700.000 euros, está especialmente diseñada para admitir a pacientes o con sobrepeso, que pueden tener dificultades en las resonancias magnéticas cerradas. "Aquí entran sin problemas porque no hay condicionante de espacio". Este último aspecto permite a los usuarios entrar con un acompañante, lo que es relevante para la realización de resonancias pediátricas. "Ya no es necesario sedar o anestesiar a los niños para que no se asusten mientras se les realiza la resonancia, lo que elimina riesgos. Además, esta máquina les permite coger a sus padres de la mano y nuestra experiencia indica que muchos terminan dormidos la prueba, que puede durar unos 30 minutos".
Asimismo, el hecho de que este sistema genere menos intensidad de campo magnético permite realizar la prueba a personas con implantes o prótesis de mama o pene, con válvulas cardiacas, dispositivos electrónicos implantados, placas, tornillos, clavos, restos de perdigones o metralla, para las que está contraindicado la realización de resonancias de alto campo o en máquinas cerradas. Las personas con tatuajes también se pueden beneficiar de este sistema. "A las personas que se tatúan no les dan un certificado con la composición de la tinta utilizada, pero si ésta lleva óxido de hierro o material ferruginoso, como sucede en los colores ocres, se calienta y puede producir ampollas y quemaduras en caso de que la resonancia se realice en un aparato cerrado", advirtió.
Además de por la mayor comodidad del usuario -"los pacientes no quieren volver a la resonancia cerrada si prueban la abierta"- el sistema destaca por la elevada resolución de las imágenes. Los aparatos abiertos no brindaban hasta ahora la misma resolución y calidad de imagen que los cerrados, lo que explica la apuesta de los sistemas sanitarios por las máquinas de tubo, sin embargo, estos inconvenientes parecen solventados. "Este equipo tiene todas las prestaciones de uno cerrado y cubre el 95% de las indicaciones para hacerse una resonancia", puntualizó del Val. En esta idea insistió el presidente del Grupo Viamed, Mariano Yera. "La resonancia abierta es el futuro. El 35% de las máquinas de EEUU son de este tipo", subrayó.
El SNS-O cuenta con seis aparatos de resonancia magnética, uno de ellos, ubicado en el centro Doctor San Martín, es abierto y tiene similares características al presentado ayer, pero su tecnología es más antigua. A este centro se derivan los pacientes para los que está contraindicado la resonancia cerrada.