PAMPLONA. Médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y voluntarios relacionados con la atención y cuidado de enfermos en situación terminal y sus familias, en un número próximo a treinta, han constituido PALIAN, una sociedad que surge con "la idea de luchar y trabajar por los cuidados paliativos en Navarra", según ha declarado a Efe Arbizu.

Su objetivo es continuar trabajando en favor de los cuidados paliativos, tal y como venían haciendo desde años a través de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, pero ahora desde una organización autonómica.

Mejorar las relaciones institucionales y avanzar en la formación de los profesionales en aspectos específicos de la fase final de la vida, en protocolos de medicación o manejo emocional son algunos de sus retos, a los que Arbizu ha añadido otro que considera fundamental que es trabajar con la población para lograr la "normalización del hecho de morir".

Asimismo también se plantean actuar en situaciones que puedan generar cierto impacto en la sociedad y atender las demandas que puedan surgir en esas circunstancias.

En la actualidad hay especialidades como la Oncología en la que los cuidados paliativos están "más avanzados", según Arbizu, quien ha reconocido la dificultad de decidir cuando ha llegado el momento de dar paso a este tipo de cuidados.

La clave, ha apuntado, está en observar objetivamente los indicadores y en tener constancia de que "ya no se puede curar". Es ese el momento de cambiar objetivos, de marcarse como finalidad el bienestar del enfermo, es el momento de "dar el paso de curar a cuidar del enfermo".

Tras precisar que no cree que sea bueno plantear un límite muy concreto, ha explicado que "la filosofía paliativista es la atención integral al enfermo y busca potenciar su dignidad y su bienestar, algo que habría que hacer en todo momento de la enfermedad, pero lo cierto es que hay ocasiones en las que hay que ser más agresivos, con intervenciones, con cirugías y con tratamientos que pueden ser duros porque están asociados a objetivos de curación".

"Cuando hay factores que están diciendo que no hay expectativas de curación, que hay que parar, es cuando hay que plantear estos otros objetivos que son muy importantes, y esto es necesario que la sociedad y los propios profesionales lo entiendan: Tan importante es poder curar a un enfermo como facilitar una muerte en las condiciones lo más adecuadas posibles", ha subrayado.

Respecto a si tanto la sociedad como los propios profesionales están preparados para afrontar ese momento, ha reconocido que "se está en ello" y en los últimos años "se ha avanzado mucho".

Como ejemplos ha citado la labor que se desarrolla en el hospital San Juan de Dios que lleva muchos años con la unidad de cuidados paliativos, el programa que desde atención primaria se desarrolla para favorecer la atención domiciliaria, con soporte especializado de San Juan de Dios, o la creación en el Hospital de Navarra de una unidad de coordinación con recursos de cuidados paliativos que "está funcionando muy bien".

Junto a eso ha destacado la labor formativa que se está llevando a cabo con profesionales. No obstante ha apuntado que se puede seguir mejorando y la mejora pasa por "extender la atención paliativa a más patologías que el cáncer, a trastornos cardiovasculares o enfermedades degenerativas".

Ése es uno de sus retos, además de tratar de "normalizar el proceso de morir" entre la sociedad y es que hay "muchas resistencia por parte de los enfermos y los propios familiares a dar el paso de parar en un momento el tratamiento más agresivo, más curativo, y pasar a uno paliativo", algo que ha reconocido que es "normal".

Pero, ha recalcado, si se hace ese trabajo previo de divulgación "quizás cuando llegue ese momento será más natural" dar ese paso.