Pamplona. Desconcierto. Esa es la palabra que más repiten los estanqueros navarros tras aprobar el viernes el Gobierno un Real Decreto Ley que permite la venta de tabaco en todas las tiendas de convivencia que reúnan una serie de requisitos. Podrán suministrar tabaco aquellos establecimientos de menos de 500 metros cuadrados, que abran más de 18 horas al día y que venden libros, periódicos, artículos de alimentación, discos, juguetes y artículos varios.
Se trata de una medida que ha pillado por sorpresa a los estanqueros, quienes aseguran estar completamente desinformados. "No tenemos ninguna información. Nadie nos ha dicho nada y estamos expectantes porque no sabemos en qué medida nos va a afectar", asegura Agustín Moreno, del estanco Amaya de Pamplona. El desconcierto es generalizado en un sector que cada vez ve más restringida su labor debido a los impedimentos legales y al constante aumento del precio de las cajetillas. "No nos han comentado nada, nos ha pillado un poco por sorpresa la noticia y lo poco que sabemos es a través de los periódicos", indican desde el estanco de la Plaza del Castillo de Pamplona.
Según recoge el Real Decreto, los establecimientos dispensarán cajetillas a través de máquinas expendedoras, por lo que deberán adquirir el producto en el estanco del distrito al que pertenezcan. No obstante, el recelo se ha instalado en el sector. "Ya veremos qué ocurre al final porque siempre sueltan la noticia y luego la verdad es otra", apunta Moreno. "Si se controla como en los bares, para nosotros no sería ningún problema porque nos comprarían el tabaco directamente a nosotros. Además, ellos lo venderían más caro, por lo que a los fumadores les conviene venir aquí", incide el estanquero de la calle Amaya.
"Si nos lo van a comprar a nosotros no será tanto perjuicio, pero de momento el Comisionado no nos ha informado de nada", se lamentan desde el estanco de la calle Cortes de Navarra. "Es un contrasentido. Por un lado nos perjudican con las leyes que restringen la venta y ahora habilitan más puntos para ello", recalca la responsable del céntrico establecimiento.
No obstante, son muchas las voces críticas con esta medida, ya que "podría favorecer el contrabando, se venderían los paquetes a un precio muy bajo y saldríamos perjudicados nosotros, los estanqueros", apunta Lourdes Sánchez, quien regenta el estanco número 19, situado en la calle Baja Navarra. "Es algo que a la larga afecta a todos. Si con esta nueva ley aumenta el contrabando, sobre todo en establecimientos asiáticos, el Gobierno será el primero que recaudará menos impuestos", incide Sánchez.
A pesar de que desde el Gobierno aseguran que será una venta controlada, los estanqueros navarros dudan de ello. "Si todos los estanqueros y si la propia Unión de Estanqueros de España se queja será por algo. Algo raro tiene que haber detrás de todo esto y seguro que nosotros seremos los más perjudicados en todo esto", recalca Agustín Moreno.
Por el momento, la confusión es la tónica general y la mayoría prefieren mostrarse cautos a la espera de recibir más información. "Por el momento, como sabemos muy poco, no conocemos el alcance. El Comisionado no nos ha dicho nada. Si realmente va a funcionar como en los bares nos aseguraremos unos clientes fijos, pero como tampoco sabemos mucho más, estamos a la espera", declara Moreno. De la misma opinión son las estanqueras del establecimiento de la Plaza del Castillo: "Habrá que esperar a ver qué nos dicen. Por el momento no queremos pensar en las consecuencias, pero si funciona como en los bares, que ponen máquinas expendedoras y lo venden a un precio superior, estaremos de acuerdo. Pero de momento habrá que esperar a ver qué pasa", sentencian.
Una medida perjudicial Pese a que el grueso de los estanqueros prefiere esperar hasta conocer más datos, hay quienes se muestran mucho más convencidos de lo perjudicial de la medida, y achacan la falta de información a que la Ley "ha sido algo improvisado". "Sin duda nos va a afectar, y mucho. Se contradice con todas las medidas que hacen para prevenir el consumo de tabaco y ahora van a disminuir los controles sanitarios y la calidad del producto", declara Lourdes Sánchez, quien teme un descenso de las ventas ante el posible precio irrisorio del tabaco en los establecimientos de conveniencia.
En la actualidad, los controles sanitarios son exhaustivos y el estanco que regenta en la calle Baja Navarra recibió un control sorpresa hace un par de semanas para verificar que la mercancía era legal y cumplía todos los requisitos. "Ahora, con el aumento del contrabando, se perjudica al propio fumador, que no va a saber lo que compra. Todo lo que vendemos aquí pasa mil controles, pero a saber qué llevan los cigarros ilegales", recalca Sánchez, quien teme que la imagen del negocio empeore cada vez más. "No van a poder controlar todas las tiendas como nos controlan a los estancos. Va a ser un completo descontrol", sentencia.