pamplona. Amaya Olaberri Malo, responsable de Comunicación de la Fundación Traperos de Emaús, remarca la "importancia del papel de los establecimientos" en esta labor. Los comercios "son marcados con una pegatina en su escaparate y se les entrega unos trípticos explicativos sobre la recogida, la reutilización y el tratamiento de residuos", para que pueda ser leídos en los consumidores.
La campaña que ha preparado la fundación lleva el nombre ¿Quieres saber qué hacemos con tus viejos aparatos eléctricos y electrónicos? y se centra en estos residuos en concreto porque ocupan "un volumen cada vez más grande". En esta categoría se incluyen muchos tipos de aparatos: "los grandes y pequeños electrodomésticos, los equipos informáticos, los de alumbrado, las herramientas eléctricas, muchos juguetes y las máquinas expendedoras". "Son la familia de residuos que más crece, cada año se generan en el mundo entre 20 y 50 millones de toneladas, y en el Estado español ya son más de 600.000 toneladas. Se calcula que cada persona producimos 16 kilos de residuos eléctricos al año", aseguran desde Traperos de Emaús. Entre los principales aparatos que tratan están los frigoríficos, lavadoras, lavavajillas, cocinas, hornos, ordenadores, impresoras, escáners, televisores, monitores, vídeos, dvds y pequeños aparatos electrónicos.
Las tiendas suponen un "44% de la recogida, ya que cuando alguien cambia su electrodoméstico, es el propio comercio el que le ofrece dejarlo en su establecimiento y después nos llama a nosotros", indicó Olaberri. Comprar en los comercios que colaboran con los traperos es importante porque "los aparatos electrónicos tienen numerosos elementos contaminantes y si se tiran a la basura hay muchas posibilidades de que se trate todo sin diferenciarlo y acabe en la tierra".
"Estos residuos peligrosos como el fósforo, PVC, CFCs, PCBs o los metales pesados, es necesario que sean tratados, ya que una gran fracción de ellos es reciclable". Además hay que separar elementos como "el aceite de motor, cables, compresores, gas de aislantes, gas refrigerante, metales, motores, placas y plásticos. Por eso es tan fundamental la recogida y el tratamiento a través de gestores autorizados y regulados, desde 2005, por la ley para la correcta gestión de los aparatos eléctricos y electrónicos".
proceso Traperos de Emaús sigue un concienciado proceso de reciclaje que comienza en la planta que poseen en Sarasa, aquí "se trae todo lo que la gente nos da. Lo que está en buen estado lo enviamos a las tiendas y lo que no, lo desmontamos". En este proceso se "separa cada pieza y se quitan aquellos materiales más perjudiciales para el medio ambiente". Los aparatos que se pueden usar, se arreglan y van a los comercios que posee la fundación. Actualmente en Navarra se pueden encontrar tres, la trapería Artica, la de la calle Julián Gayarre y la Triki-Traku. Las tres tiendas se encuentran en Pamplona pero la recogida se realiza en toda la Comunidad Foral, se puede contactar con los diferentes servicios en Montejurra, Arga Valdizarbe, Alto Araxes, Sakana, Bidausi, Aoiz, Mendialdea y Pamplona y Comarca. Traperos de Emaús reúne anualmente en Navarra "cientos de toneladas de residuos eléctricos, que han crecido desde las 1.296 toneladas en 2006 hasta 2.250 en 2011. El año pasado se llegó a los 3,5 kilos por habitante. De ellos, el 51% se trata en Traperos, el 8% se reutilizan y el 40% se encamina a otros gestores".
Este año el volumen de electrodomésticos "se ha estabilizado, ya que con la crisis la gente cambia y compra menos porque prefiere alargar la vida de sus aparatos", aunque según indicó Olaberri los "planes renove si que hace que aumente". Entre la información que se puede encontrar en el folleto destacan datos importantes como que "al reciclar 1.000 lavadoras se puede llegar a evitar que 65 toneladas de CO2 acaben en la atmósfera". A esto le acompañan recomendaciones como "consume de manera responsable" o "no derroches".
otros materiales La Fundación Traperos de Emaús ha dedicado esta campaña a los aparatos eléctricos y a los comercios que les ayudan a recogerlos, pero su acción de reciclaje y reutilización va mucho más allá. Así, en el sector textil consideran que "la moda nos marea, comprar, usar una temporada y tirar. En Traperos vemos como día a día aumentan los kilos de ropa de forma alarmante", por eso seleccionan "ropa en buen estado para venta de segunda mano" y recuperan "algodón de camisetas o vaqueros como borra y la lana de los colchones". También, la colección de libros antiguos que sus tiendas sacan a la venta, o la madera de "sillas, mesas y armarios" recicladas.
En este sentido, Amaya Olaberri insiste en que llamar a los Traperos es una decisión "mejor que tirar a la basura por muchas razones pero sobre todos porque es un gestor que apuesta por la reutilización". En su web también insisten en la idea del derroche y de los peligros que supone tanto para la sociedad como para el medio ambiente: "Son cientos de miles los objetos que recogemos que están en condiciones de ser nuevamente utilizados por ello vemos cómo el consumismo, las modas y los intereses mercantiles arrastran al derroche con las consiguientes consecuencias negativas para las personas y la naturaleza".